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El PNV como parte del aparto del Estado

Fuentes: Kimetz

El anuncio de Josu Jon Imaz de no optar a la reelección como presidente del EBB y las reacciones a tal decisión dejan claro cual es el papel que juega el PNV en la estructuración del Estado español. Resulta especialmente significativas las palabras que le dedicó Rajoy afirmando que se trata de una enorme pérdida […]

El anuncio de Josu Jon Imaz de no optar a la reelección como presidente del EBB y las reacciones a tal decisión dejan claro cual es el papel que juega el PNV en la estructuración del Estado español. Resulta especialmente significativas las palabras que le dedicó Rajoy afirmando que se trata de una enorme pérdida para España. Está muy extendido, entre los habitantes de la Comunidad Autónoma del País Vasco, el rechazo a las instituciones y organismos de la Administración central del Estado español y sin embargo se ve con buenos ojos a las instituciones y organismos autonómicos vascos en oposición a los primeros. Pero, ¿es cierta esa oposición entre organismos autonómicos y centrales?.

La burguesía nacional vasca sabe jugar bien su papel y ensalza los sentimientos nacionales, la sensación de pertenencia a un pueblo ancestral asentado a ambos lados del Pirineo. Pero si analizamos cuales son sus objetivos y acciones políticas podemos comprobar que se encaminan en otra dirección. El sector de la burguesía que utiliza al PNV en su labor política ha conseguido un enorme poder y dominación de la economía y la sociedad en las provincias occidentales de Euskal Herria. En Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, el PNV es «el partido». Toda acción política, social o económica empieza y termina en sus filas. El control sobre la organización social en estas tres provincias es total por parte de los jeltzales. Este es un activo que no se pueden permitir perder bajo ningún concepto y que marca su actuación política de cara al resto de herrialdes vascos.

Si atendemos a su actuación en la reciente negociación política a tres bandas (Batasuna, PSOE y PNV) en el intento de buscar una salida política al conflicto armado, vemos como el PNV se ha plegado a las posiciones estatales defendidas por el PSOE en esta negociación. Ni siquiera aceptaron la «autonomía a cuatro» planteada por Batasuna en un claro rebaje de sus propias pretensiones. Una «autonomía a cuatro», podría suponer para el PNV la pérdida del control de las tres provincias que ahora gestionan pues, al incluir a Nafarroa, el PNV pierde fuelle como fuerza dirigente de la sociedad de Hego Euskal Herria. Por supuesto prefieren controlar tres que avanzar en una Hego Euskal Herria unida. En su pragmatismo prefieren entran en contradicción con su ideal de la nación vasca que ceder poder a otros sectores de la sociedad.

El poder que ostenta el PNV en Araba, Gipuzkoa y Bizkaia le viene de la configuración autonómica del Estado español como nueva forma de organización estatal que se da a finales de los 70 y principios de los 80 del pasado siglo. En la última etapa del franquismo, la forma fascista de dictadura burguesa entra en crisis. La solución que se le da es la monarquía parlamentaria como nueva forma de dictadura burguesa y que, en el Estado español, se asienta sobre la alianza de tres fracciones de clase fundamentalmente, la burguesía monopolista, las burguesías nacionales periféricas y la aristocracia obrera. Esta alianza queda sellada en la Constitución de 1978.

En este pacto de Estado el PNV se asienta como fuerza dirigente de la burguesía nacional vasca que apuntala y consolida la dictadura burguesa bajo esta nueva forma de organización estatal. Así todas las instituciones y organismos promovidos por la nueva administración autonómica vasca tienen el propósito de consilidar el poder estatal en Hego Euskal Herria y no el de enfrentarse a él. Se trata pues, de una extensión del Estado español en los herrialdes del sur de Euskal Herria.

En este momento de cambio en el seno de la cúpula jeltzale, ni Imaz ni Egibar van a optar a presidir el EBB, el PNV ha aprobado una ponencia política de lo más farragosa y con demasiada literatura estéril. La visión unipolar del actual mundo globalizado nos deja un escaso margen de maniobra en el que se diluyen naciones y fronteras. El pueblo vasco, según dicha ponencia, debe convivir con los poderes fácticos estatales.

En la ponencia aprobada por la dirección del partido, queda reflejada que la intención del PNV, como partido dirigente de la sociedad vasca occidental, va ha seguir siendo el de mantener intacta la alianza que lo une con la oligarquía central española y defenderla a toda costa. Sus intenciones políticas más inmediatas se van ha centrar en mantener la división territorial de Hego Euskal Herria y promover un nuevo pacto que se plasme en un nuevo estatuto para Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Los pasos se están dando en ese sentido, la luna de miel que viven con el PSE nos marca el futuro político más inmediato de estos tres territorios.

El PNV está situado al otro lado de la barricada en la lucha por una Euskal Herria independiente y socialista, pues sus intereses de clase le llevan a mantener la alianza con el poder central español y su aspiración política se centra en poder arrancar más autonomía a sus acciones, como así lo plasmó en su propuesta de reforma estatutaria conocida como «plan Ibarretxe».