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Entrevista a Seymur Hersh

El posible papel de Turquía en el ataque quimico que casi justificó un bombardeo estadounidense

Fuentes: Democracy Now!

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

¿Estuvo Turquía detrás del ataque con armas químicas del año pasado en Siria? Es la pregunta que se hace en una nueva revelación del periodista Seymour Hersh, galardonado con el Premio Pulitzer de periodismo informativo, sobre el debate respecto a la muerte de cientos de sirios en Ghouta el año pasado. EE.UU. y gran parte de la comunidad internacional, culparon a fuerzas leales al gobierno de Asad, lo que casi condujo a un ataque de EE.UU. a Siria. Pero Hersh revela que la comunidad de inteligencia estadounidense temía que Turquía estuviera suministrando gas sarín a los rebeldes sirios en los meses antes de que la matanza tuviera lugar, información que nunca se hizo pública cuando el presidente Obama argumentó a favor del lanzamiento de un ataque. Hersh está con nosotros para discutir sus conclusiones.

TRANSCRIPCIÓN

Esta es una transcripción rápida. Es posible que el texto no tenga su forma definitiva.

AMY GOODMAN : Mientras Siria sigue removiendo su arsenal de armas químicas bajo el monitoreo de las Naciones Unidas, un nuevo artículo del periodista galardonado con el Premio Pulitzer Seymour Hersh cuestiona lo que pasó el año pasado en la ciudad siria de Ghouta, cuando cientos de sirios murieron en un ataque con armas químicas. EE.UU. y gran parte de la comunidad internacional culparon a fuerzas leales al gobierno de Asad, y el incidente casi llevó a EE.UU. a atacar Siria. Pero según Hersh, mientras el presidente Obama y el secretario de Estado John Kerry argumentaban a favor de ataques estadounidenses, analistas dentro de las fuerzas armadas de EE.UU. y de la comunidad de la inteligencia cuestionaban en privado la afirmación central de la administración sobre quién fue responsable del ataque con armas químicas.

Según Hersh, la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA) de EE.UU. emitió el 19 de junio una información altamente clasificada de «temas de debate» que señalaba que el grupo rebelde sirio al-Nusra mantenía una célula de producción de sarín. Según la DIA, era, cito, «el plan más avanzado de sarín desde el esfuerzo de al Qaida previo al 11-S». El documento de la DIA continuó declarando, cito, «Turquía y apoyos químicos basados en Arabia Saudí estaban tratando de obtener precursores de sarín a granel, decenas de kilos, probablemente para la prevista producción en gran escala en Siria». Un mes antes de que fuera escrita la información de la DIA, más de diez miembros de al-Nusra fueron arrestados en el sur de Turquía con lo que la policía local dijo a la prensa eran dos kilógramos de sarín.

El periodista de investigación Seymour Hersh habla con nosotros desde Washington D.C. Su último artículo tiene el título «The Red Line and the Rat Line.» Fue publicado en London Review of Books.

Señor Hersh, bienvenido a Democracy Now! Díganos lo que ha descubierto.

SEYMOUR HERSH : Bueno, usted ya ha mencionado una parte. Pienso que lo más importante sobre el documento es que -como usted sabe, yo estaba en ese programa, y

London Review publicó un artículo que escribí, cuestionando todo el tema de «¿El sarín de quién? – era el título. No estaba claro. Eso no significa que sepamos exactamente lo que sucedió en Ghouta oriental. Lo que sabemos -hablo de los militares, el Pentágono y los analistas- es que el sarín que fue recuperado no era el tipo de sarín que existe en el arsenal sirio. Plantea una grave pregunta sobre uno de los elementos básicos del argumento del presidente para planificar ir a la guerra. El verdadero punto del documento Shedd, y el motivo por el cual escribí tanto al respecto, es porque cuando produje ese artículo hace meses, la Casa Blanca dijo que no sabían nada sobre un documento semejante, y no existe -no tienen ninguna información sobre sarín en manos de al-Nusra u otros grupos radicales o grupos yihadistas dentro de Siria.

Y lo que inquieta al respecto es lo siguiente. Sé que el Comando Sur, etc. estaba muy preocupado por esta posibilidad. La guerra va mal para algunos de esos grupos yihadistas. Obviamente – más que al-Nusra, otros grupos obviamente tienen ahora la capacidad de fabricar sarín, con la ayuda de Turquía, y el temor es que si la guerra va mal parte de ese sarín -puede llamarlo un arma estratégica, tal vez; cuando es utilizado correctamente, puede matar muy rápido a una terrible cantidad de personas- va a ser enviado a sus diversas unidades fuera de Siria. En otras palabras, van a enviar los productos químicos que tienen, quién sabe dónde- el norte de África, Medio Oriente, otros sitios – y entonces se tiene una situación diferente de la que estamos enfrentando en términos de la guerra contra el terror. Es la realidad.

Mientras tanto, la posición de la Casa Blanca, de nuevo, con este artículo, una vez más, incluso a pesar de que nosotros – ese documento que afirman que ya no existía, nosotros publicamos un buen pedazo de él. Claramente, tengo acceso a él. Siguen insistiendo en que, «no sabemos nada sobre un documento semejante». Esa actitud de esconder la cabeza como el avestruz tiene que ver en realidad con algo sobre lo que escribo en el artículo. Cito a gente que dice que una vez que el presidente toma una decisión, es casi imposible cambiarla – conseguir que se cambie. El presidente decidió que los sirios lo hicieron, y tenemos razón para pensar eso y seguir pensando eso, no existe otra opción. Y así, ha predicado una política exterior que es una política de esconder la cabeza como el avestruz, porque, mientras tanto, tenemos un serio problema con ese tipo de armas, particularmente mientras Siria se libra de esas armas. Los únicos dentro de Siria con esas armas son los dementes. Y de esa manera, ahí estamos.

AMY GOODMAN: ¿Qué es la línea de la rata?

SEYMOUR HERSH: La línea de la rata es una denominación informal -por la CIA- hay mucha gente competente en la CIA. Le causó dificultades, pero hay que reconocer que mucha gente muy capaz sigue trabajando allí, y saben lo que están haciendo. Durante la guerra con Irán, cuando Cheney y Bush estaban profundamente involucrados en el intento de descubrir si había una instalación nuclear subterránea secreta dentro de Irán -lo creían absolutamente- enviábamos equipos encubiertos del Comando Conjunto de Operaciones Especiales desde Pakistán, desde cualquier sitio, a través de rutas que la CIA conocía por el contrabando y movimiento de dinero. Usaban esas líneas de rata para entrar.

Y la línea de rata en este caso es, muy temprano en 2012, cuando esta -no sé por qué, pero tal vez por la arrogancia al respecto- victoria que pensábamos que tuvimos en Libia en el derrocamiento de Gadafi, que es un desastre especial. Creamos una operación encubierta, una operación muy secreta dentro de Libia para enviar armas a través de Turquía para la oposición siria, incluyendo todas las partes – las que eran seculares, que tenían motivos de queja legítimos contra el gobierno de Asad, y los otros grupos patrocinados por los saudíes y cataríes, que realmente trataban de crear un gobierno wahabí o salafista en Siria, apoderarse del país. Y esa fue una operación muy secreta. Duró mucho tiempo. Solo terminó cuando fue atacado el consulado en Bengasi. Y en realidad fue sin informar al Congreso. Y el motivo por el cual llegamos a saber al respecto, es que hubo un reciente informe sobre Bengasi del Comité de Inteligencia del Senado, que fue publicado hace algunos meses planteando preguntas sobre seguridad, etc., los mismos temas de los que hablan constantemente los republicanos , pero había un anexo secreto del informe que describía el proceso de enviar cosas. Y fue hecho con dinero, realmente, de los turcos, de los saudíes y los cataríes. De alguna manera usamos su dinero, y lo usamos para comprar armas y enviarlas. La CIA estuvo profundamente involucrada en esto.

En efecto, casi se podría decir que, a su manera, a Obama – podría llamarlo listo o brillante. Casi estaba llevando a Arabia Saudí y a los cataríes y a los turcos para que hicieran algo que queríamos que se hiciera, que era lograr que la oposición derrotara a Bachar el-Asad. Y es lo que era. Fue una operación a largo plazo. Solo terminó – y, a propósito, cuando terminó – cuando la terminamos después del ataque en Bengasi, vimos repentinamente todos los tipos de armas demenciales que aparecían, incluyendo MANPADS, los misiles antiaéreos lanzados desde el hombro. De repente aparecían dentro de Siria en manos de diversos grupos yihadistas, Por lo tanto, evidentemente, la línea de rata que establecimos tuvo una vida propia después que la cerramos, algo que sucede a menudo con este tipo de operaciones.

AMY GOODMAN : Después que concluyeron las conversaciones sobre Siria a principios de este año, el secretario de Estado John Kerry renovó su respaldo a la partida de Bachar el-Asad y dijo que EE.UU. está dispuesto a aumentar su apoyo a la oposición rebelde.

SECRETARIO DE ESTADO JOHN KERRY: Nadie ha hecho más por convertir Siria en un magneto para terroristas que Bachar el-Asad. Es el mayor magneto para el terrorismo que existe en la región. Y desde hace mucho tiempo, por su elección de armas, por lo que ha hecho, perdió toda legitimidad… Solo os diré que se tomarán numerosos caminos diferentes, incluyendo la continuación del apoyo a la oposición y un aumento del apoyo a la oposición.

AMY GOODMAN : Ese fue el secretario de Estado John Kerry, señor Hersh, ¿cuál es su respuesta?

SEYMOUR HERSH : Bueno, en aquel momento, sabían gracias al Estado Mayor Conjunto -sabían que los británicos nos habían presentado sarín que había sido analizado en su laboratorio – compartimos un laboratorio sobre temas químicos y de guerra biológica con Gran Bretaña, un sitio llamado Porton Down. Es su instalación de guerra química. Y nosotros, estadounidenses, lo compartimos en términos de analizar problemas internacionales cuando tienen que ver con guerra química y biológica. Por lo tanto tenemos mucha confianza en la competencia británica. Y los británicos nos presentaron muestras de sarín, y dijeron claramente que había un problema real con esas muestras, porque no reflejaban lo que saben los británicos y sabemos nosotros, los rusos sabían, todos sabían, que forma parte del arsenal sirio. Tienen -ejércitos profesionales tienen aditivos para el sarín para hacerlo más persistente, más fácil de usar. El producto de aficionados, lo llaman sarín de cocina, una especie de frase fría. Se puede hacer sarín con gran facilidad con un par de productos químicos inertes, pero el sarín resultante no es tan letal como un sarín profesional de grado militar y no tiene ciertos aditivos. Por lo tanto, se puede calibrar realmente lo que contiene. Nos contactaron, muy pronto, dentro de seis, ocho días, 10 días, del 21 de agosto, ese terrible incidente del año pasado dentro – cerca de Damasco, en el que mataron a cientos de personas. Y fue una evidencia abrumadora.

Y por lo tanto, el Estado Mayor Conjunto, encabezado por su jefe, Martin Dempsey, un oficial del ejército con muchos años de experiencia -fue comandante del Comandante Central, cubrió Medio Oriente- fueron a ver al presidente, y suscitaron dudas. Lo informaron sobre los problemas. También hablaron sobre el hecho que los militares estaban insatisfechos. Cuando a los militares se les da una tarea, la cumplen, pero a menudo ven mejor el riesgo que los dirigentes civiles. El primero – el presidente quería una ola de bombardeos, y los militares presentaron una lista de una serie de objetivos – pienso que 21, 31 objetivos, algo semejante – pistas de aterrizaje y otras cosas. Y en la Casa Blanca les dijeron -no sé quién- que querían algo que le doliera más a Bachar. Entonces, lo siguiente que se sabe, volvieron con un masivo ataque de bombardeo, dos alas aéreas de bombarderos B-52 que lanzarían bombas de 1.000 kilógramos, atacando nodos de energía eléctrica, etc., el tipo de ataque que causaría un daño terrible a la infraestructura civil. Y eso fue demasiado para el Estado Mayor Conjunto, y realmente se lo dijeron al presidente.

Y mientras escribo, no pienso que haya algún otro aspecto que lo habría obligado a detenerse como lo hizo. La noción de que repentinamente vayamos a volver y firmar un tratado de desarme químico con los sirios, del que habían estado hablando los rusos, que había sido presentada un año antes, y no fue considerada en aquel entonces. Claramente se abalanzó sobre la idea en ese momento. Y él – mire, va a tener que reconocer la actitud del presidente. Por mucho que lo quería y por mucho que hablaba del tema, cuando se vio enfrentado a la realidad, echó marcha atrás. No dijo por qué. Pero, ya sabe, no esperamos – hemos aprendido a no esperar mucha credibilidad sobre temas de política exterior. Por desgracia, el hecho de que desde arriba no se hable sin tapujos significa que la burocracia tampoco puede hacerlo. Si se forma parte de la burocracia, no se puede realmente decir a la Casa Blanca algo que no quiere oír.

AMY GOODMAN : Quisiera hablar un minuto sobre Turquía.

SEYMOUR HERSH: Seguro.

AMY GOODMAN : En su artículo menciona el vídeo filtrado de una discusión entre el primer ministro turco Erdogan y altos oficiales sobre una operación de bandera falsa que justificaría una intervención militar turca en Siria. Esta es la respuesta de Erdogan a la grabación filtrada:

PRIMER MINISTRO RECEP TAYYIP ERDOGAN: [traducido] Hoy colocaron un vídeo en You Tube. Hubo una reunión sobre Siria en el Ministerio de Interiores turco, sobre la tumba de Suleyman Shah. E incluso filtraron eso en You Tube. Es ruin. Es deshonesto.

AMY GOODMAN : Turquía impuso brevemente una prohibición de You Tube después de la grabación filtrada. ¿Podría explicar de qué consistió el apoyo turco del gobierno de Erdogan para los rebeldes, el apoyo turco para los rebeldes, y cuál es la posición de EE.UU. al respecto?

SEYMOUR HERSH : Bueno, la posición nuestra actual es que no podemos hacer gran cosa al respecto, porque – bueno, quisiera decirle lo que sabemos. Lo que sabemos es que grupos de al-Nusra han estado dentro de Turquía comprando equipamiento. También hay informes de que también recibieron algún entrenamiento de los servicios de inteligencia turcos, que son dirigidos por un hombre llamado Fidan, quien es muy conocido. Hay informes, un maravilloso artículo reciente en The Wall Street Journal sobre la cercanía de Fidan no solo con Erdogan, el primer ministro y líder de Turquía, sino también con las unidades más radicales. Y lo mismo se aplica a Erdogan. Todos apoyan – si tienen la posibilidad, apoyan a los grupos más fundamentales dentro de Siria. Y también, sabemos que suministran entrenamiento. Sabemos que también existe una – otra línea de rata. Hay un flujo – si se va a enviar productos químicos que, cuando son mezclados, hacen sarín. Fluyen – ese flujo proviene del interior de Turquía. Una especie de unidad paramilitar conocida como Gendarmería y el MIT [Milli Istihbarat Teskilati] son ambos responsables por el suministro de estos ingredientes a grupos radicales. Existe realmente un flujo de camiones que llevan las cosas. Y por lo tanto, la participación turca es intensa.

Y puedo decirle, como escribí en ese artículo, que la conclusión de muchos en la comunidad de la inteligencia -no puedo decir que sea un informe, porque no escribieron un informe al respecto- la conclusión fue, basada en intercepciones que tenemos, particularmente posteriores al evento, que hubo elementos del gobierno turco que se enorgullecen por lo que ocurrió en Ghouta oriental, y lo importante es que ese ataque con sarín cruzó la famosa línea roja de Obama. Obama había dicho en el verano de 2012, que existe una línea roja, que si la cruzan en términos de utilizar armas químicos contra la oposición, bombardearía para detener a Bachar. Y por lo tanto Turquía lo intentó, repetidamente en primavera – hay mucha evidencia de que hubo algunos ataques en la primavera. La ONU lo sabe, aunque no lo dice. También escribo sobre eso en el artículo. Y también lo sabía la comunidad estadounidense. Es el motivo por el cual fue escrito el informe secreto. Sabíamos que los radicales habían utilizado – los grupos yihadistas tenían acceso al gas neurotóxico y lo habían utilizado contra soldados sirios en marzo y abril. Y el informe lo dejó en claro. Hemos tenido un inmenso problema antes del ataque de agosto en – cerca de Damasco. Conocíamos ese potencial meses antes. Solo – es el tipo de información, que por algún motivo no se ajusta a lo que el gobierno quería oír, de modo que nunca se hizo público.

AMY GOODMAN: El domingo, la web EA WorldView publicó un artículo titulado «No existe una conspiración de armas químicas – diseccionando una vez más la ‘Exclusiva’ de Hersh sobre los insurgentes». El autor, Scott Lucas, cuestionó la afirmación de que rebeldes podrían haber sido responsables por el ataque con armas químicas en agosto pasado, en vista del alcance y escala de la operación. Escribió, cito: «Informes de ese día y subsiguientemente indicaron que 7-12 sitios fueron atacados con agentes químicos al mismo tiempo. En otras palabras, quienquiera haya sido responsable por los ataques lanzó múltiples cohetes tierra a tierra con carga química contra localidades en manos rebeldes en Ghouta Este y una localidad en Ghouta Oeste, cerca de Damasco. Los ataques [químicos] fueron seguidos de… fuertes ataques convencionales». El autor, Scott Lucas, dice que usted no hace preguntas sobre si alguien, fuera del régimen, tendría la capacidad de realizar una operación tan amplia, ¿es así?

SEYMOUR HERSH: [inaudible] primer artículo sobre. Ahora lo sabemos. Realmente, The New York Times incluso publicó una especie de retractación. Fue como leer Pravda. Pero si se lee el artículo cuidadosamente, The New York Times había publicado una serie de artículos después del hecho diciendo que las cabezas explosivas que hicieron el daño provenían de una base del ejército sirio, a algo como nueve kilómetros de distancia. Y en esos días, hubo una serie de analistas, un grupo del MIT [Massachusetts Institute of Technology], dirigido por Ted Postol, quien solía ser asesor científico del CNO, el jefe de operaciones navales, claramente alguien con muchos antecedentes y sin prejuicios. Hizo una serie de estudios con su equipo que concluyeron que las cabezas explosivas probablemente no volaron más de uno o máximo dos kilómetros. Y ahora sabemos del informe de la ONU – un hombre llamado Ake Sellstrom, quien condujo la investigación de la ONU, llegó a la misma conclusión: Esos misiles no fueron disparados a más de una milla [1,6 kilómetros].

Por la secuencia que vimos, eran de fabricación casera. No se ajustaban a la nomenclatura de las armas conocidas. Y pienso que tenemos una excelente idea de lo que los sirios tienen en términos de cabezas explosivas. Tienen una serie de cabezas explosivas que pueden transportar armas químicas, y conocemos las dimensiones de todas. Y ninguna de esas armas corresponde a ellas. Y por lo tanto, existe un informe de la ONU. Existe ese informe independiente diciendo que no volaron más de uno o dos kilómetros. Y por lo tanto, no sé porqué estamos hablando de cohetes de lanzamiento múltiple. Se trata de armas de fabricación casera. Y parece ser evidente para la mayoría de los observadores -como digo, incluso para el equipo de la ONU que hizo el informe final – la ONU, debido a cualesquiera reglas que tienen, no pudo decir quién disparó qué cohete. Solo pudieron describir las armas sin jamás expresar una opinión. Pero yo puedo decirle, cito a alguien de dentro de esa unidad de investigación quien fue muy claro al decir que las armas disparadas eran de fabricación casera y no del ejército sirio. Es algo que se pregunta y se responde; son los argumentos que continúan. Supongo que se trata de un blog. No conozco el blog.

AMY GOODMAN: ¿Y el interés de Turquía, si así fuera, al empujar la línea roja y apoyar un ataque que fuera atribuido a Asad – su interés en lograr que EE.UU. atacara Siria?

SEYMOUR HERSH: Oh, Dios mío, era totalmente de gran interés, porque Erdogan, el primer ministro de Turquía, ha invertido un enorme esfuerzo y fondos, y otros, incluyendo su servicio de inteligencia – él y Bachar están en desacuerdo. Quiere que se vaya. Y está atacando constantemente, apoyando a las facciones más radicales en ese país. Y también, tengo que decir que también apoya a las facciones seculares, la gente que quiere seriamente derrocar a Bachar y no quiere ver un régimen yihadista; solo quieren ver un gobierno que no sea controlado por una familia, ¿sabe? Pero no cabe duda de que Turquía ha invertido mucho en esto. Y la cosa va mal. Es muy obvio ahora que el ejército sirio va ganando y es esencialmente – en lo esencial la guerra se ha acabado. En términos de librarse de Bachar, ya no es un hecho consumado. Va a haber algún puesto avanzado, tal vez, en áreas cerca de Turquía donde habrá diversas facciones. Estarán permanentemente bajo presión del ejército sirio. Pero, esencialmente, estamos ante una carta perdida. No nos gusta admitirlo, pero así es. Bachar ha resistido.

AMY GOODMAN: Seymour Hersh, quiero agradecerle que haya estado con nosotros.

Aquí hay un enlace a su artículo en London Review of Books, titulado «The Red Line and the Rat Line».

 

Fuente: http://www.democracynow.org/2014/4/7/sy_hersh_reveals_potential_turkish_role#