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El pueblo palestino y Mandela

Fuentes: Rebelión

¿Qué de común tiene el Pueblo de Palestina y Mandela? Pienso que Palestina y Mandela tienen una cosa de fondo muy particular y en común, que efectivamente pueden descomponerse en pequeñas cosas, no por pequeñas, sino para reconocer algunos eventos que faciliten comprender lo que tienen de común y de fondo. Para acercarnos a este […]

¿Qué de común tiene el Pueblo de Palestina y Mandela? Pienso que Palestina y Mandela tienen una cosa de fondo muy particular y en común, que efectivamente pueden descomponerse en pequeñas cosas, no por pequeñas, sino para reconocer algunos eventos que faciliten comprender lo que tienen de común y de fondo.

Para acercarnos a este punto común de fondo, se tiene una montaña inmensa de acontecimientos históricos de gran sentido, pero para no complicar este intento de explicación del elemento común, acudo a utilizar dos o tres de los hechos más recientes que seguramente aún están muy fresco en la memoria de todo ser humano. El Mundial de Fútbol, el cumpleaños 92 de Mandela y la situación que conocimos por el ataque del estado de israel (con minúscula) a la flotilla que llevaba alimentos al pueblo de Palestina, son hechos suficientes para ver lo que tienen de común y de fondo.

En el mundial de fútbol no costó mucho observar y sentir el inmenso cariño que los pueblos del mundo sienten por Mandela. En la culminación de este evento; el mundo vio la figura de Mandela cruzar el campo de fútbol y alzar su brazo para saludar a los pueblos. Una sonrisa franca de abuelo y luchador penetró supongo el corazón de todos los que de alguna manera nos identificamos con su lucha y con sus casi 30 años de encarcelamiento en una pequeña prisión. Ver esa figura ya golpeada por los años y las violaciones de sus más elementales derechos, nos hizo emocionar, pero no dejó de asomar en nuestra memoria una reflexión a través de la cual, se muestra como el poder mediático mundial se aprovecha hasta de esa fortaleza humana que los combatió sin dar ningún detalle sobre la lucha y vigencia histórica de esa figura.

Inmediatamente después, vimos una parte importante del poder político mundial (incluyendo a la Hillary la Clinton) saludar «emocionadamente» los 92 años de Mandela y de ofrecerle lindos calificativos. Ese poder, que durante muchos años se desentendió de la suerte de Mandela y su justa lucha contra una de las manifestaciones racistas más brutales, «celebró» sus 92 años y estuvo «muy feliz» porque Mandela no se quedó en el camino en su lucha. Los que ayer se propusieron mantenerlo en prisión y calificarlo de terrorista se dedicaron a «celebrar» a lo grande ese momento. Así visto en sus 92 años, Mandela se queda simplemente como su figura de estadista y sin lucha. Un Berlusconi cualquiera.

Conocemos la lucha del pueblo palestino; sabemos también de las constantes violaciones al derecho a la vida que el estado de Israel produce para aniquilar la lucha de este hermoso pueblo. Conocimos del suceso que planifico y ejecutó recientemente ese estado criminal de Israel para impedir que un barco cargado de alimentos llegara a su destino. Pero este hecho fue una noticia restringida porque ese poder mundial pretendió bloquearla. Hubo casi una cesura a este y otros muchos actos genocida del estado de Israel por parte de los medios y el poder que ayer silenció, encarceló y calificó a Mandela de terrorista.

Estos tres eventos muestran o permiten ver el fondo de un mundo y un poder mediático y político que es una gran mierda, pero con total capacidad de mantener a la humanidad bajo los efectos de su droga inmovilizadora y que no le permite entender la capacidad de muerte de ese poder. Si no acaba con tos los que resisten, dice sentirse feliz por la vida del que resistió y se mantiene de pie.

Yasser Arafat y otros tantos líderes palestinos, también son una manera de ser Mandela, pero sin la suerte de éste último. Es el mismo mundo y poder con un estado de Israel construyendo su holocausto frente a las aparentes «condenas» de ese poder que ayer estuvo del otro lado de la lucha que emprendió Mandela para erradicar el apartheid. Hoy dicen «celebrar» la inmensidad histórica de esa figura, pero ahora tenemos al pueblo de Palestina que representa la misma lucha que ayer emprendió Mandela con su pueblo. La misma lucha frente a un mundo con muchos «líderes» mundiales hipócritas y podridos.


 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.