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El rabino Ovadia Yosef y Karl Marx

Fuentes: Tlaxcala

Traducido por Manuel Talens

Si los gentiles no son capaces de encontrar una finalidad en la vida, el viejo rabino sefardita Ovadia Yosef puede ayudarlos. En el sermón que pronunció el pasado sábado, Yosef reveló que la única finalidad de los gentiles en la vida es servir a los judíos. «Los gentiles nacieron únicamente para servirnos. Sin eso, no tienen nada que hacer en el mundo.» El rabino fue también lo suficiente amable como para encomendarles tareas precisas. «¿Qué harán los gentiles? Trabajar, arar la tierra y recoger las cosechas. Nosotros, como hacen los amos, estaremos sentados y comeremos. Para eso fueron creados los gentiles.»

Creo que ya va siendo hora de que los amigos de Israel en la política occidental -el AIPAC y los amigos conservadores del sionismo- empiecen a enterarse de que su papel en nuestro universo sionizado desempeña una función trascendental: están ahí para «ayudar» a que nuestros políticos se enteren de «que fueron creados para servir a los judíos», como ha dicho el rabino jefe con tanta elocuencia. Sin embargo, el sermón de Yosef tiene un significado mucho más siniestro: según él, los gentiles trabajarán duro, ararán y cosecharán mientras que el judío permanecerá sentado como todo amo que se precie. Con sólo unas pocas palabras, Yosef acaba de poner de manifiesto la profundidad del desprecio judaico por el mundo del trabajo. Se trata de una muestra devastadora de la alienación judaica con respecto a la condición y a la experiencia de los seres humanos. De manera inequívoca, Yosef describe una clara dicotomía: los judíos son la raza de los amos y los gentiles la fuerza de trabajo; los gentiles están ahí para sudar y afanarse, mientras que los judíos «se sientan» y «comen». He aquí el retrato perfecto de las relaciones intrínsecas entre el judaísmo y el capitalismo. Pero el rabino no ha inventado nada, su sermón del sábado me suena bastante familiar. En Sobre la cuestión judía, Karl Marx identificó aspectos de la ideología judaica en el corazón del capitalismo: «Tan pronto logre la sociedad acabar con la esencia empírica del judaísmo , con la usura y con sus premisas, será imposible el judío, porque su conciencia carecerá ya de objeto». Marx era un humanista y quería creer que la humanidad (tanto los judíos como los demás) podrían superar esta tendencia a la explotación. Muchos sionistas iniciales también estaban convencidos de que en Sión los judíos podrían liberarse a sí mismos y convertirse en una nación como las demás a través de la productividad y el trabajo. Todo hace suponer que al rabino Ovadia Yosef no le interesan ni Marx ni algunos de los ideales del sueño sionista inicial: es lo suficientemente atrevido (¿o estará loco?) como para dejar bien claro cuál es el vínculo inherente entre la cultura judía y el Capital.

Lo único que ahora queda por saber es durante cuánto tiempo el resto de la humanidad tolerará este tipo de arrogancia rabínica.


Gracias a: Tlaxcala Fuente: http://www.gilad.co.uk/writings/gilad-atzmon-from-rabbi-yosef-to-marx.html Fecha de publicación del artículo original: 20/10/2010 URL de este artículo en Tlaxcala: http://www.tlaxcala-int.org/article.asp?reference=2032