Traducido del inglés para Rebelión por Sara Plaza.
Ciudad de Gaza, Franja de Gaza- Los gazatíes están presentando cada vez más denuncias ante los servicios de seguridad de Gaza por los chantajes de que son objeto por parte de los servicios de seguridad e inteligencia israelíes. Israel está intentado reclutar nuevos espías palestinos aprovechándose de su necesidad de trabajo, dinero, tratamiento médico o movilidad.
Está en marcha una guerra de seguridad latente entre el Shin Bet y los servicios de seguridad de Gaza. Según el coronel Mohammed Abu Harbeed, especialista en seguridad de la información del Ministerio del Interior de Gaza, el primero tiene los medios para reclutar gazatíes que recojan información sobre todo lo que ocurre en la Franja de Gaza, mientras que los segundos tratan de frustrar dichos intentos.
Abu Harbeed manifestó a Al-Monitor: «En 2014 el 70-80% de los ciudadanos que atravesaron el puesto de control de Erez -bajo la supervisión de Israel- fueron objeto del intento de reclutamiento por parte de Israel». Dijo que entre ellos había comerciantes, enfermos, gazatíes que viajaban por placer y estudiantes que estaban estudiando en universidades extranjeras.
Y añadió: «Según las denuncias presentadas por estos ciudadanos, los funcionarios del Shin Bet les han pedido que consigan información sobre la sede de los servicios de seguridad de Gaza, que vigilen los movimientos de determinadas personas y que ayuden al ejército israelí a recoger información sobre ciudadanos comunes facilitándole informes sobre su vida privada. Es decir, estos funcionarios están presionando a la gente para que espíe en su nombre».
El padre de un niño de siete años que cruzó a través de Erez para acudir con él al hospital israelí donde recibía quimioterapia fue chantajeado por un funcionario israelí. Este hombre dijo a Al-Monitor: «Tenía que conseguir el tratamiento que mi hijo necesita contra el cáncer en un hospital israelí, hace ahora casi seis meses. Pero el funcionario israelí me hizo una oferta: [financiación para] el tratamiento a cambio de espiar [para Israel]. Rechacé la oferta, y por ese motivo me denegó el permiso de entrada. Así que tuvimos que regresar a Gaza».
El Centro Al Mezan para los Derechos Humanos, con sede en Gaza, reveló en septiembre de 2013 que las autoridades israelíes «continúan explotando la necesidad de los gazatíes de viajar a Cisjordania e Israel para recibir tratamiento médico, los detienen o los presionan y les dan a elegir entre espiar o regresar a Gaza, donde podrían morir».
A los gazatíes que han sido sometidos a estas prácticas por parte de Israel se los anima a ponerse en contacto con el aparato de seguridad interna del Ministerio del Interior -un organismo civil establecido por Hamas después de que esta organización se hiciera con el poder en Gaza en junio de 2007- para que sus casos sean atendidos.
Abu Asem, miembro del aparato de seguridad interna que no quiso revelar su nombre completo, explicó a Al-Monitor que el miedo a ser acusados de espionaje o de traición a la patria hace que los ciudadanos chantajeados por los funcionarios israelíes se pongan e contacto con dicho aparato.
«La comunidad está colaborando con nosotros. Nos proporcionan información sin miedo porque saben que vamos a protegerlos […] No quieren verse involucrados en espionaje», dijo.
Y añadió: «La extorsión y la explotación de ciudadanos necesitados representa un 25% de los casos relacionados con funcionarios israelíes que intentan reclutar nuevos colaboradores y espías. Otros métodos incluyen amenazas, persuasión e incentivos». Indicó que esto no solo pasa en el control de Erez, sino que también se valen de Internet y del teléfono móvil.
Abu Asem mencionó una denuncia que gestionó él mismo de un comerciante gazatí que viajó de Gaza a Cisjordania vía Erez: «Un comerciante de cuarenta y tantos años sufrió cuantiosas pérdidas económicas. Mientras estaba en el control de Erez un funcionario israelí le habló de la posibilidad de obtener apoyo económico e importantes beneficios fiscales a cambio de información sobre la sede de los servicios de seguridad de Gaza».
Dijo que el comerciante formalizó la denuncia y que los servicios de seguridad le brindaron apoyo moral y psicológico para que no fuese presa de este tipo de prácticas por parte de Israel.
La Red Euromediterránea de Derechos Humanos (EMHRN, por sus siglas en inglés) afirmó en un comunicado del 12 de abril que las autoridades israelíes limitaban deliberadamente el número de palestinos que podían cruzar por Erez humillándoles, amenazándolos con detenerlos o denegándoles el permiso de entrada.
En Al-Majd, una página web de seguridad cercana a las brigadas Izz ad-Din al-Qassam, el brazo armado de Hamas, el 17 de abril se citaba una fuente de seguridad según la cual el «Shin Bet está haciendo ofertas atractivas para atraer a los gazatíes a trabajar para él aprovechándose de las pobres condiciones económicas. […] Los ciudadanos dijeron que el Shin Bet se puso en contacto con ellos por teléfono y les ofreció ayuda económica y saldar sus deudas ante la difícil situación económica, a cambio de información sobre la resistencia». La misma fuente indicaba que algunos funcionarios israelíes se presentaron con sus propios nombres, mientras que otros lo hicieron con seudónimos.
Con el fin de sensibilizar a los gazatíes, Al-Majd publica las denuncias que llegan a la sede de los servicios de seguridad sobre los métodos utilizados por los funcionarios israelíes para chantajear a los ciudadanos. También da consejos sobre cómo actuar en estas circunstancias.
La página web hace recomendaciones sobre cómo utilizar Internet y las redes sociales: borrar seguidores sospechosos en Twitter y amigos a los que uno no conoce, no responder a correos electrónicos sospechosos, evitar conversaciones en las redes sociales (sobre el trabajo de resistencia) y no abrir mensajes de remitentes desconocidos.
Además, ofrece sugerencias para quienes tengan que atravesar Erez: «Si estás preocupado por algo no intentes atravesar pasos controlados por la ocupación. La compostura y la calma son tus armas frente a los intentos de engaño del enemigo. No te asustes de las amenazas [de los funcionarios del Shin Bet] pues no son más que señales de debilidad. El funcionario de inteligencia intentará intimidarte con información precisa sobre tu entorno para hacerte sentir que lo saben todo; no respondas a eso y da solo respuestas breves».
Según Abu Harbeed, los funcionarios israelíes están tratando de explotar las necesidades de los ciudadanos y de obligarlos a trabajar «por el interés común», tal y como señalan los informantes, es decir: «¿Qué tienes para ofrecernos a cambio de nuestra oferta?». Harbeed dijo que los funcionarios están apuntando a los pobres y a los más necesitados para aumentar sus posibilidades de encontrar a alguien deseoso de cooperar.
También afirmó que los servicios de seguridad de Gaza están perfectamente al tanto de los métodos que emplea Israel para comprometer a los ciudadanos y añadió: «Hemos divido los grupos que son blanco de la ocupación en varias categorías: los que lo son en Erez o en la línea fronteriza, los pescadores, quienes trabajan en el extranjero y los que lo son por teléfono o a través de Internet, que en total suponen el 60% de los intentos [de chantaje] llevados a cabo por la ocupación».
Sobre el número de denuncias que llegan a los servicios de seguridad de Gaza, Abu Harbeed afirmó: «Son numerosas y continuas. Sin embargo, el asunto más destacado es que todas las víctimas de la explotación israelí son personas que están necesitadas de ayuda humanitaria«.
Rasha Abou Jalal es escritora y periodista freelance en Gaza. Está especializada en temas políticos y en cuestiones sociales y humanitarias relacionadas con la actualidad.