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Entrevista a Ahmed Hassan, protagonista de la película The Square sobre la revolución

«El régimen utiliza cualquier medio para destruir la revolución»

Fuentes: Rebelión

Tuve la oportunidad de hablar con Ahmed Hassan en El Cairo. Ahmed y sus compañeros grabaron una película-documental sobre la revolución egipcia que ha ganado varios premios y está nominada a los Oscar (http://thesquarefilm.com/). Hablamos sobre el estado actual de Egipto y la revolución, en un clima de violencia constante; apenas una hora antes de […]

Tuve la oportunidad de hablar con Ahmed Hassan en El Cairo. Ahmed y sus compañeros grabaron una película-documental sobre la revolución egipcia que ha ganado varios premios y está nominada a los Oscar (http://thesquarefilm.com/). Hablamos sobre el estado actual de Egipto y la revolución, en un clima de violencia constante; apenas una hora antes de realizar esta entrevista una mujer fue asesinada en el centro del Cairo. (http://egyptianstreets.com/2015/01/24/she-wanted-to-place-a-wreath-of-flowers-at-tahrir-square-and-was-shot-dead/)

-Me llamo Ahmed Hassan y soy cineasta. Soy uno de los que estuvieron en la plaza Tahrir; soy revolucionario, y mi revolución es mi vida, toda mi vida. Todos aquellos que fueron a la plaza Tahrir y lucharon por la revolución, luchaban por cambiar el país.

-¿Que paso hace cuatro años? ¿Por qué la gente se levantó contra el régimen?

-La gente no tenía trabajo, no tenía nada que comer; el régimen lo robaba todo, la tierra, el trabajo…. El 1% del país tenía todo y el 99% restante no tenía nada; un 45% de la población vivía en la miseria, cobraban un dólar al día. Las causas de la revolución fueron la economía desastrosa, la educación inexistente, la sanidad, el ejército… este es el problema, porque vivíamos en un régimen militar desde hace 60 años. No podíamos vivir, tener esperanzas, lo habíamos perdimos todo. Así que los trabajadores empezaron a hacer grandes huelgas en el 2008, la gente se movía de aquí para allá, la situación cada día era peor y peor; entonces hubo elecciones parlamentarias, y el partido del régimen sacó un 99% de los escaños en el Parlamento. La gente decía, ¿qué es esta locura? En ese momento el régimen tenía todo el poder y pensaban que nadie les podría parar. Pero la nueva generación tiene la tecnología, las redes sociales y empezaron a utilizarlas para organizarse y bajar a las calles. Después de que Khaled Saeed muriera… (http://en.wikipedia.org/wiki/Death_of_Khaled_Mohamed_Saeed) mucha gente murió, pero empezaron a pensar qué podían hacer. No tenían nada, así que empezaron a buscarse en internet y se encontraron. Todos aquellos que fueron a la plaza Tahrir buscaban a alguien que fuese como ellos; lo habían buscado antes en la escuela, en el barrio, en el mercado, en el trabajo, pero no lo habían encontrado. Y el 25 de enero en la plaza Tahrir finalmente nos encontramos, con la misma mentalidad, el mismo sueño.

La gente piensa que después de 4 años la revolución se ha perdido, que lo hemos perdido todo. Pero la revolución sigue con la misma esperanza, porque el revolucionario sabe que no es cosa de un día o dos. Todo revolucionario tiene una luz en su interior, y empieza a construir su idea, su mentalidad. La revolución continúa con los revolucionarios. Tratamos de cambiar a la gente, esta es nuestra tarea principal, porque si la gente no cambia nada puede cambiar en este país. El pueblo ha aprendido mucho estos años, pero los medios de comunicación, el viejo régimen, los jueces, la policía y también los islamistas tienen mucho poder. Luchamos contra todos ellos. Dicen que después de 4 años la revolución ha fracasado, pero yo no lo creo; el primer éxito de la revolución es haber hecho que el pueblo egipcio no confíe en los islamistas; solo teníamos dos opciones entre las que elegir, el viejo régimen y una vida tranquila, o los islamistas. Pero nos traicionaron, soñaban con el poder. Nosotros les ayudamos, tomaron el poder y nos mostraron como eran realmente, y nos traicionaron.

-¿Crees que es posible un Egipto sin gobierno militar?

-Por supuesto, si la revolución triunfa tendremos un gobierno sin militares, es nuestro sueño.

-¿Qué opina la gente de los barrios y la gente del campo?

-El problema es que la gente no tiene educación. Solo tratan de encontrar un trabajo, algo para comer, para sobrevivir. Y los medios y la prensa les han hecho pensar que la revolución es peligrosa para ellos. Han aprendido mucho durante estos años, pero no nos los hemos ganado. El régimen empezó a decir que la revolución trataba de dividir al pueblo, y así lograron dividir a los revolucionarios en diferentes partidos y movimientos. Pero sabemos que la gente pobre es inteligente, y creemos en ellos. Ahora supone un problema el precio de los productos básicos. La gente pobre votó por los Hermanos Musulmanes para que resolviesen estos problemas, pero no lo hicieron, así que la gente de los barrios salió a luchar contra ellos.

En el campo pasa lo mismo, el problema es la educación, que es muy deficiente. Los medios lavan el cerebro de la gente, tratan de controlarlos; y el gobierno hizo muchas promesas y no ha cumplido ninguna.

-En la película mostráis un punto de vista muy real y directo sobre la situación en 2011 y los momentos posteriores; hay un personaje que pertenece a los Hermanos Musulmanes y se ve la relación de los distintos grupos que participaron en la revolución. ¿Es posible una unión entre los Hermanos Musulmanes, los revolucionarios, los coptos y otros sectores de la sociedad?

-Para mí es imposible permitir que los Hermanos Musulmanes marchen de nuevo en las plazas después del gobierno de Mursi. Pero Mehdi, el personaje de la película, estaba en shock, a veces venia con nosotros, otras veces iba con los Hermanos Musulmanes; yo trataba de darle una oportunidad, para ver cómo actuaría en una situación difícil, y siempre acababa yéndose con su gente de los Hermanos Musulmanes; y esto era un problema para mí. Pero a nivel humano es una buena persona.

Si te refieres a si es posible una unión entre Hermanos Musulmanes, revolucionarios y la gente normal, creo que es posible sólo si las personas se pertenecen primero a sí mismas, y no a los Hermanos Musulmanes o a otras organizaciones. Si a nivel humano quieren cambiar, sí es posible una unión. También tenemos que diferenciar entre la gente muy politizada y la gente de base. Si entienden que no todo es religión, que han sido utilizados como herramienta política, la unión es posible, fácilmente. No tienen que cambiar su forma de pensar, solo deben pensar por sí mismos.

-¿En algún momento de la revolución hubo un enfrentamiento real entre coptos y musulmanes?

-En el alto Egipto sí que hubo algunos incidentes: los salafistas quemaron una iglesia en Beni Suef (http://www.dailynewsegypt.com/2012/10/28/angry-mob-bars-church-goers-in-beni-suef/). Pero no son musulmanes, son salafistas. Piensan que están más cerca de dios, que un ángel vino del cielo a decirles que eran los elegidos y muchas cosas estúpidas. Y actualmente apoyan al ISIS. Nosotros rechazamos esto. Los salafistas solo piensan en sí mismos. Recuerdo una vez, en la provincia de Beni Suef, en un pueblo muy pequeño, expulsaron a los coptos diciéndoles: «si no os gusta este país, iros a América». Pero los coptos dijeron: «¿por qué tenemos que irnos? Este también es nuestro país, jamás abandonaremos nuestras casas». El Gobierno contribuyó a estas dificultades. A la policía no le gustan los coptos; trabaja con los islamistas, y saben cuándo usarlos y cuándo rechazarlos. Los líderes de los Hermanos Musulmanes y los salafistas trabajan con los servicios de inteligencia. Por ejemplo, ¿cuántos Hermanos Musulmanes murieron cuando comenzó la revolución? Hubo cientos de revolucionarios que murieron, pero de ellos apenas 10 ó 20. Mucha gente murió por un sueño.

-¿Crees que la llegada al poder de los Hermanos Musulmanes fue una estrategia del ejército para dividir a la gente?

-El ejército prometió a los Hermanos Musulmanes que se sentarían al mando, pero el ejército sabía ya en qué momento caerían. Las calles estaban muy agitadas, y el ejército dio sólo dos opciones al pueblo egipcio: el antiguo régimen o el nuevo régimen apoyado sobre el antiguo régimen. Los Hermanos Musulmanes sólo se unieron a la revolución después de los 18 primeros días, cuando Mubarak dejó el poder, cuando ya todo el mundo había muerto. El régimen aprobó una nueva ley de partidos para que los Hermanos Musulmanes pudieran constituirse en uno. Estos empezaron a apoyar al régimen y al gobierno de Ahmed Nazif y su represión. La policía empezó a matar gente con permiso del gobierno, en jornadas como la del 9 de marzo. Hubo momentos muy difíciles, mucha gente murió. Y los Hermanos Musulmanes dijeron que la gente que moría en las calles no eran revolucionarios. Los hechos de Maspiro (http://en.wikipedia.org/wiki/Maspero_demonstrations), el edificio de la televisión pública… después de aquello hubo mucha violencia en las calles. En la calle Mohamed Mahmoud nos enfrentamos a la policía durante 6 días (http://en.wikipedia.org/wiki/Mohamed_Mahmoud_Graffiti). Y entonces, en las elecciones, los revolucionarios apoyaron a los Hermanos Musulmanes para que ganara el pueblo. No todos los revolucionarios, siendo franco, yo no les voté, no he votado en toda mi vida. La gente les votó para ver cómo eran realmente, y tuvimos éxito, porque cuando descubrieron cómo eran realmente, dejaron de apoyarles. Entonces se produjo el golpe de estado (http://es.wikipedia.org/wiki/Golpe_de_Estado_en_Egipto_de_2013).

-¿Piensas que la elección de Mohammed Mursi fue democrática o hubo fraude electoral?

-Los revolucionarios decimos que la democracia no es solo votar. Los Hermanos Musulmanes resultaron elegidos en las urnas, pero fallaron en su gestión, y la gente salió a las calles a decir no a la venta de gas y electricidad a Israel. Así que el pueblo egipcio nunca ha tenido democracia, no saben lo que es. ¿Cómo podemos tener democracia sin justicia? Ese es el primer paso. El ejército hizo un trato con los Hermanos Musulmanes, les dieron mucho dinero. Salieron de las urnas, pero al mismo tiempo estaban destrozando el país. Así que los revolucionarios y la gente que no estaba de acuerdo con los Hermanos Musulmanes salieron a la calle para echarlos. Mursi dijo en un discurso que si le dejábamos estar los últimos 6 mees de la legislatura se iría y no volvería a presentarse, pero la gente dijo no, se acabó. Que le jodan a la democracia si una sola persona muere. En democracia la vida es lo primero, si alguien muere, no es democracia.

-¿El régimen de Al-sisi puede ser comparado en represión al de Mubarak o Mursi?

-Ahora quizá es peor, porque saben que es la etapa final. Antes usaron a los islamistas, dijeron que vendrían a matarte, a obligar a tu madre a llevar hiyab, que nos harían vivir como en Afganistán, utilizaban estas palabras para asustar al pueblo; ahora es peor porque el régimen tiene mucho miedo, hay muchos espías. Hace una hora han matado a una chica, aquí, a pocos metros de donde hablamos, era de un partido socialista. Ha sucedido en la plaza Talaat Harb. Asi que el régimen utiliza cualquier medio para destruir la revolución.

Ahora la represión es más fuerte porque es la última opción que tienen. Esta vez, si fracasan, el pueblo realmente va a ganar, la revolución va a vencer.

-¿En qué régimen se sintió más tranquila la gente de Egipto?

-Los revolucionarios se sintieron más tranquilos con los Hermanos Musulmanes porque sabíamos cómo eran, sabíamos lo que iban a hacer y no les teníamos miedo. EL ministro de interior durante la época de Mursi es el mismo que ahora con Al-sisi, es el mismo régimen. Los Hermanos Musulmanes son como marionetas. Pero descubrimos en el último momento que al ejército no le gustaban. Hay tres facciones en la revolución: el antiguo régimen y los militares, los Hermanos Musulmanes, y los revolucionarios. Siempre somos nosotros los que ponemos la sangre. Hasta ahora los hermanos musulmanes no se pueden calificar de revolucionarios. Y el ejercito dice que son pro-revolución, y yo digo, que os jodan, habéis traicionado la revolución. Siempre lo digo, han traicionado la revolución, y no me detienen, porque tienen miedo.

-¿Cuál es la razón de la inmovilidad social actual?

-El régimen y Al-sisi tratan de frenar a la gente, impedirles salir a la calle con su ley de protestas. Te pueden caer 15 años de cárcel. La policía, el ejército, los servicios de inteligencia, la seguridad nacional están en todas partes y pueden arrestarte en un sitio o en otro. Ahora es peor que con Mubarak, porque encarcelan a gente solo por publicar fotos en Facebook. Yo estuve detenido en 2011, porque hablé con unos periodistas y me acusaban de espionaje. Yo decía que sí, soy un espía de la Casa Blanca, que llamasen a Obama y le preguntasen. No era por ser valiente, simplemente no tenía nada que perder, si me querían llevar a la cárcel, que me llevasen… hablaría con los presos y empezaríamos a movernos. Es lo que pasa actualmente en las cárceles egipcias, muchos de mis amigos están condenados a 15 años, pero saldrán.

Así que la gente no se mueve por muchas razones, tenemos la ley de protestas, pero eso no asusta a los revolucionarios. También la gente necesita descansar. Y el régimen está asustado, porque piensan que estamos trabajando en la sombra, pero no nos ven. Pero la gente está esperando, oyendo y viendo lo que sucede.

-Dentro del ejercito, ¿sabes si hay gente que se oponga al gobierno militar o hable de democracia?

-Tenemos el sueño de ver las instituciones limpias. En el ejército los altos oficiales son corruptos, y cuando asciendes a oficial te lavan el cerebro para que apoyes el régimen. Pero la nueva generación, los chavales de 18, han visto muchas cosas duras, y ahora están en el ejército por el servicio obligatorio, y esta generación puede hacer algo. Ellos estaban en las calles durante la revolución y muchos de ellos murieron. En los próximos 10 años creo que cambiarán muchas cosas en el país.

Y la revolución continúa. El 25 de enero es su aniversario. La gente se va llenando de odio, de ira y desesperanza, por la corrupción y la violencia. Seguimos luchando. Ahora vivimos momentos difíciles, pero seguimos siendo optimistas.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.