Recomiendo:
0

El Sol, como un pepino

Fuentes: Rebelión

Hoy [por ayer] es el primero de junio de 2011, décimo día de la Revolución de Madrid. La Asamblea General de Sol, constituida ayer desde las 8.30 p.m., consensuó una reestructuración del campamento antes del próximo jueves, sin llegar a un acuerdo sobre la naturaleza de dichos cambios. El sentir general quedó reflejado en la […]

Hoy [por ayer] es el primero de junio de 2011, décimo día de la Revolución de Madrid.

La Asamblea General de Sol, constituida ayer desde las 8.30 p.m., consensuó una reestructuración del campamento antes del próximo jueves, sin llegar a un acuerdo sobre la naturaleza de dichos cambios. El sentir general quedó reflejado en la intervención de uno de los delegados de la Comisión de Infraestructuras, que consideró delante de la Asamblea que el Campamento resultaba un «lastre» para el Movimiento, puesto que los debates sobre el mantenimiento del propio cámping ocupaban la mayor parte del tiempo de las asambleas, mientras que las propuestas políticas de las comisiones de trabajo, que debían ser prioritarias, quedaban relegadas a un segundo plano. Este razonamiento fue ovacionado por los asistentes. Sin embargo, el sentido de responsabilidad de los campistas de Madrid hacia los compañeros que están empezando a asentarse en otras ciudades del mundo (Ronda, París, Donosti, Toulouse, Atenas), obliga a una solución intermedia. Entre las propuestas de consenso está la construcción, con parte del material de la actual infraestructura o con palés llegados de fuera, de un punto de información permanente, un barracón para que duerma y trabaje dentro un contingente simbólico de permanencia, o una especie de monumento de «arte efímero» que se quede allí, con altavoces y todo, y sirva de referencia para futuras movilizaciones. En cualquier caso, parece que todos estamos de acuerdo en que lo que quede de nosotros sobre la superficie de Sol, tras la migración a los barrios, será intocable, de modo que si alguien osa retirarlo, allí estaremos todos para defenderlo.

La Asamblea General de ayer por la tarde noche en Sol fue multitudinaria. Los fantasmas del día anterior sobre el pinchazo del globo se desvanecieron ipso facto, al vernos junto a toda esa multitud sentada en medio de la Plaza. Sin embargo, la salud de la asamblea en cuanto al número de asistentes genera un hecho que nos parece preocupante y que queríamos dejar reflejado aquí, por si sirve para algo. Se trata de la excesiva presencia de periodistas, que nos inquieta, nos mueve un poco al recelo y, por qué no decirlo, a la histeria. Y es que anoche había cubriendo la Asamblea General de Sol ni se sabe las cámaras de televisiones públicas y privadas, no sé cuántos reporteros de radio que reproducían cada cosa que decíamos al segundo, y un montón de plumillas que revoloteaban en los márgenes del círculo explicando por el teléfono móvil cada uno de los acuerdos que alcanzaban los asambleados. En estas condiciones, la sombra del Gran Hermano se nos hace cada más alargada, hasta el punto de que observamos que afecta ya un poco a las intervenciones de algunos de los valientes campistas. Y lo que es peor, el festín mediático además convoca a visitantes menos recomendables.

Este redactor voluntario, autogestionado y en todo momento revocable descubrió anoche junto a la boca principal del metro de Sol a una pareja de policías nacionales uniformados, un poco panzones y con aspecto de no tener muchas luces (luces de Sol, me refiero), portando una vistosas libretitas rojas donde iban apuntando las cosas que decían los asambleístas. Nos parece un gesto muy inteligente y muy gañán al mismo tiempo. La intención de quien los ordenó ir ahí era avispada: transmitir al público de los márgenes de la ciudad Sol la sensación «democrática» de que ellos también tenían derecho a copietear lo que se estaba diciendo. Lo gañán: que se crean que no sabemos que, mientras aquellos dos pobres agentes garabateaban en sus agendas, media plantilla del CNI estaba conectada desde sus casas al «livestream» de Acampadasol, y que un buen puñado de policías secretas estaba todavía infiltrado en la asamblea, tal y como ha hecho desde la primera noche.

En fin. Mientras la Asamblea General dirimía las cuestiones de mantenimiento del cámping, en las plazas aledañas continuaron las asambleas de los grupos de trabajo. La impresión generalizada es muy buena. El contacto diario durante más de una semana, los hombros arrimados al fuego mágico prendido en Sol, ha generado una complicidad sana entre los participantes de las distintas comisiones, que han ido limando sus diferencias ideológicas y ahora se limitan, por lo general, a pequeñas discusiones, casi filológicas, sobre términos importantes de los respectivos acuerdos, de los textos de sus manifiestos. Se diría que los más «radicales» han cedido a la exigencia de los «reformistas» de presentar una Carta a los Reyes Magos el día en que levantemos el campamento. Esa concesión se ha debido, en buena medida, a la constatación por parte de los primeros, los que lo quieren todo, de que los miembros del «ala reformista» tienen una determinación clara y valiente de seguir movilizándose y radicalizar así sus protestas en caso de que sus exigencias básicas sean ignoradas por quienes nos gobiernan.

En tercer lugar, en el extrarradio de Sol, en las barriadas de Madrid, ya se han visto sentadas las primeras comisiones, preparando la importantísima segunda cita de la asamblea general de barrios y municipios del próximo sábado a las 12. Los puntos de información se van consolidando en las plazas de los suburbios de Sol, y las propuestas de los vecinos empiezan a llenar los sacos de nuestras esperanzas. En una asamblea de la Comisión de Información, preparatoria para la asamblea general de uno de los barrios del Distrito Centro de Madrid, pudimos observar que el perfil de los que más están trabajando ahora en hace llegar el Movimiento a los vecindarios es un poco distinto al de los que se lo curran a diario en Sol. Son, por lo general, jóvenes en la treintena, con trabajos técnicos, españoles, con una preocupación principal, de momento: atraer a otros sectores de la población, léase jubilados, migrantes, desempleados. Les sobran las ganas, pero quizás les falte la rabia de los universitarios indignados, o la desesperación de los adultos en paro, o el miedo a soñar de los migrantes. Pertenecen, muy probablemente, al grueso de los participantes originarios del Movimiento Democracia Real Ya, que se desvinculó hace días de la Acampada Sol con el objetivo de centrarse más y mejor en los barrios. Entre los defectos que humildemente nos atrevemos a señalarles, está la pretensión de seguir difundiendo el manifiesto primigenio de Democracia Real Ya, obviando todo el trabajo que se ha hecho estas dos últimas semanas en las comisiones de trabajo de la Acampada Sol. Y quizá mucho más importante que eso, les criticamos su obsesión por formar subcomisiones y grupos de trabajo, que pueden hacer perder fuerza al Movimiento en los barrios. En sus esquemas mentales, en su manía por hacer parcelitas temáticas y clasificarlo todo, nos parece encontrar resabios de esa educación excesivamente dirigida a la especialización profesional que hay en España, y de esas ventanas de Windows que a muchos nos adormecen la creatividad en nuestros puestos de trabajo diarios, tan sofisticados como inútiles.

También, hay que decirlo, encontramos en los promotores de la campaña Tomalosbarrios síntomas de ese individualismo ferozmente anárquico y peleón de este pueblo nuestro, y eso, si se canaliza en colectivo, puede ser un golpe estupendo. Nos gustaría avisarles de que lo que tenemos entre manos es una revolución en pos de un cambio social efectivo, no un trabajo en grupo para una asignatura de la universidad o un informe de auditoría para la empresa. La creación de muchas comisiones de trabajo puede desinflarnos. En cambio, el éxito de acciones directas que afecten de lleno a nuestros vecinos de toda la vida (paralización de algún desahucio, detención de una redada racista, ocupación de una empresa donde se vaya a perpetrar un ERE) puede hacernos ganar muchas adhesiones y muchas fuerzas. Para ello nos parece imprescindible unificar las que tenemos ahora, no dispersarlas; pensar que todavía somos pocos los reunidos en el barrio, y que en cambio las necesidades de nuestros convecinos son perentorias, y a veces muy dramáticas.

Hay un dato que hoy mismo nos ha parecido esperanzador. El grupo de Facebook que representa la voz de Democracia real ya publicó a medianoche un «post» en el que manifestaba su apoyo a una acción concreta que la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Barcelona va a realizar mañana jueves:

La Plataforma de Afectados por la Hipoteca hace un llamamiento a parar un nuevo desahucio, esta vez en Montcada i Reixac, Barcelona. Convocatoria este mismo jueves 2 de Junio a las 8:30h en c/ Duque de Tetuán número 3 de Montcada i Reixac. (Desde Barcelona, Renfe desde Passeig de Gracia, parad Montcada) Más info en el enlace. ¡¡Entre tod@s podemos pararlo!!

http://afectadosporlahipoteca.wordpress.com/2011/05/31/convocatoria-stop-desahucios-2-de-junio-tods-a-montcada/

Por último, queríamos fijarnos hoy en otro hecho notable que está sucediendo en el extrarradio de Sol, y que nos convoca el miedo. Después de un par de semanas de evidente letargo, las patrullas de policía nacional y municipal están volviendo a ocupar de forma escandalosa las calles y las plazas de nuestra ciudad. Ayer mismo, en menos de ocho horas, vimos una redada racista en la Glorieta de Embajadores, una requisa a unos chicos que estaban tomando el fresco en un parque de Méndez Álvaro, un control de filiación por parte de la Policía Municipal en el mismísimo arranque de la calle Carretas, una detención y registro de varias personas en la calle de la Fe, dos tríos de policías nacionales en los trenes de cercanías de las líneas Atocha-Parla y Móstoles/El Soto-Humanes, respectivamente. Nuestros informantes nos cuentan que las sirenas no dejaron de sonar por diversas zonas de Madrid hasta el amanecer y que las estampidas de coches patrulla persiguiendo fanstasmas en la noche les interrumpieron a todos el sueño.

Frente a ese terrorismo psicológico, el Movimiento parece estar rearmándose con acciones esporádicas y sorpresivas fuera del recinto de Sol. El sábado fue una concentración nocturna y silenciosa, organizada por la propia Asamblea de Sol, frente a la Embajada de Francia en Madrid, en repulsa por la actuación lacrimógena y brutal de la Gendarmería contra nuestros compañeros en la Plaza de la Bastilla. El domingo fue una manifestación frente a la Embajada de Siria en el Paseo de Recoletos, organizada en las redes sociales por el Grupo de Apoyo a la Revolución de los Pueblos Árabes y el colectivo migrante sirio en Madrid, para denunciar las últimas masacres de civiles en las ciudades de Homs, Rastan, Talbiseh y Teir Maaleh, y la connivencia de los funcionarios de la diplomacia siria con las autoridades españolas, que en vez de cancelar relaciones y mandar a paseo a los asesinos, han reforzado la vigilancia policial a la puerta las 24 horas del día, para que nadie pueda expresar allí su duelo públicamente. El lunes fue una acción de boicot bien ruidosa contra la presencia de Emilio Botín en la Universidad pública Carlos III en Getafe, organizada por el Sindicato de Enseñanza de la CNT de Madrid y el colectivo estudiantil Juventud sin futuro:

http://www.nuevoorden.es/2011/concentracion-silenciosa-frente-a-la-embajada-de-francia-en-madrid-tras-la-actuacion-de-la-policia-en-paris/

http://www.youtube.com/watch?v=gNI3lgz1CYo

http://www.publico.es/dinero/379226/universitarios-protestan-contra-botin-por-ser-un-beneficiario-de-la-crisis

En el ámbito internacional, y corríjannos si nos equivocamos, tenemos la sensación de que el Sol cada vez gira más en torno al mundo. Ese movimiento paradójico, anticopernicano, se reflejó hace poco, no sólo en las mencionadas plazas de Toulouse y París, sino en sitios más apartados:

– En la plaza Syntagma, en Atenas, 50.000 personas se reunieron ayer enfrente del Parlamento, avanzando pacíficamente y de a poquitos hasta bloquear la salida de sus diputados. El espíritu de Sol, en su traslación a la Península griega, y contraviniendo las teorías heliocéntricas que siempre nos enseñaron, logró a buen seguro generar más canguelo en los culpables de la crisis de aquel país que todos los cócteles molotov que se lanzaron a las puertas del mismo Parlamento Griego durante las 11 huelgas generales desde el pasado año.

http://www.kaosenlared.net/noticia/grecia-50-mil-personas-bloquean-salidas-parlamento-frente-plaza-syntag

– En Alemania, con la llamada crisis de los pepinos. La canciller Angela Merkel, sin querer queriendo, ha estado reproduciendo estos días el mismo discurso reaccionario de su homóloga Esperanza Aguirre y sus medios afines (con Intereconomía a la cabeza), o del conseller de interior Felipe Puig, al respecto de los indignados que acampan. Los pepinos españoles, como los que duermen en el Sol, eran un foco de infecciones, un nido de liendres que hacía falta higienizar. Al ser además ecológicos y venir de Almería, se intentaron presentar a la opinión pública como unas hortalizas un poco jipis, provistas de rastas sucísimas, que había que desalojar de inmediato de Europa por ser una fuente de suciedad y peste. Este mensaje, poco a poco neutralizado por la potencia imprevisible del Movimiento de Sol, se viene a sumar a la campaña orquestada desde hace tiempo por los gobernantes de los países nórdicos y Centroeuropa presentando a los trabajadores mediterráneos como sujetos poco productivos, vagos y generadores de deudas públicas:

http://www.youtube.com/watch?v=nx9lzd-TSfs

En el horizonte, está en juego el intento de presentar a la Vieja Europa como un territorio partido entre los que producen y los que se reproducen como conejos, entre los trabajadores serios y los que se pasan el rato haciendo «raves» festivas en el espacio común europeo. No se preocupen, la gente en Alemania y en Suecia tampoco es tonta. Se seguirán comiendo a los pepinos españoles, que están más sanos que nunca. Viajan a la velocidad de la luz, y son más raudos que los mensajes apocalípticos de quienes nos gobiernan. El Movimiento, dentro de poco, también les acabará simpatizando.

– Los nervios del rey Juan Carlos. Después de su recepción a un grupo de empresarios madrileños en el Palacio de la Zarzuela ayer, el monarca español respondió soliviantado a la pregunta de una periodista acerca de su estado de salud: «Fatal, fatal, fatal. Lo que os gusta es matarme y ponerme un pino en la tripa. Eso es lo que hacéis la prensa.» El rey estaba nerviosito ayer: se creía que los periodistas deseaban verlo morir.

Los niños de padres indolentes, que se pasan horas jugando con videojuegos bélicos o viendo series de dibujos violentos, suelen despertarse en medio de la noche con pesadillas. Gritan, se creen que un soldado con metralleta, o un vampiro bicéfalo, ha entrado en su alcoba para matarlos. Hasta que no les encienden la luz no se les pasa. Al rey de España, muy probablemente, lo que le ocurrió ayer por la noche es que le llamó por teléfono su amigo Mohamed VI para contarle una cosa:

– El domingo vi en los dibujos animados que un grupo muy grande de gente salía a protestar en las calles de mi ciudad Casablanca. Incluso llevaban pancartas de Game over! con mi foto. Tuve que accionar el comando «Represión» de la consola para que se callaran. Hubo sangre, cabezas rotas, señoras que cargaban niños apaleadas, y niños que lloraban desconsolados buscando a sus madres.

https://www.facebook.com/video/video.php?v=1697327846844&oid=275173484418&comments

A la mañana siguiente, delante de los periodistas, el rey Juan Carlos de Borbón tuvo pesadillas.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.