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En respuesta a Antxon Olabe en El País

El TAV, ¿tren de la libertad?

Fuentes: Rebelión

En un reciente articulo de opinión, Antxon Olabe, articulista habitual de El País para los temas medio ambientales, da constancia de su dolor por el reciente fallecimiento del cantautor vasco Mikel Laboa, y su indignación por el asesinato por parte de ETA del empresario Inaxio Uria, a la vez que ensalza las -supuestas- virtudes del […]

En un reciente articulo de opinión, Antxon Olabe, articulista habitual de El País para los temas medio ambientales, da constancia de su dolor por el reciente fallecimiento del cantautor vasco Mikel Laboa, y su indignación por el asesinato por parte de ETA del empresario Inaxio Uria, a la vez que ensalza las -supuestas- virtudes del TAV para salir de la saturación que sufre el transporte por carretera, para terminar concluyendo, que desde el 3 de diciembre la Y Vasca se ha convertido en el Tren de la Libertad, símbolo de ciudadanía y democracia.

Tal articulo es bastante demagógico, en primer lugar, por entrelazar, lo que la perdida Mikel Laboa ha supuesto para varias generaciones vascas y el asesinato de un empresario por parte de ETA, con la defensa de un proyecto tan cuestionado y cuestionable como es la Y Vasca. Y digo esto, porque si bien estoy seguro que Mikel habría lamentado y condenado el asesinato de Uria en el ámbito en que el se solía manifestar en esos casos -que no era el de los medios de comunicación, sino sus amigos y allegados-, no creo que eso le llevase a apoyar el TAV ¿Acaso sabe A. Olabe que pensaba Mikel Laboa sobre la Y Vasca? ¿Se lo pregunto alguna vez? Me temo que si lo hubiese hecho, habría sido más precavido a la hora de escribir su articulo.

Vayamos al fondo de la cuestión.

En primer lugar. La saturación de la red de trasporte de pasajeros y mercancías. Acuerdo total en que hay que traspasar al ferrocarril el mayor numero posible de viajeros y mercancías, y que ello requiere mejora sustancial del conjunto de la red ferroviaria; solo que tal medida por si misma será insuficiente si no se logra una progresiva limitación-desaceleración del transporte, producto globalización insostenible que obliga a un incesante ir y venir de personas y mercancías. ¿Mas que tipo de red ferroviaria, es la que hay que potenciar? La plataforma por el Tren Social de Euskal Herria, donde están la mayoría sindical vasca, una parte de los partidos políticos y muchos movimientos sociales, hace tiempo que elaboro y presento un proyecto alternativo que no recibiendo (desde el GV) mas que la callada por respuesta.

Desde dicha plataforma (diferente a la de Elkarlana centrada en la movilización y oposición al TAV) se rechaza la Y Vasca, por su inmenso coste económico que de seguro repercutirá negativamente en temas sociales; su poca utilidad social y beneficio sobre todo para elites viajeras y empresas constructoras; su terrible impacto medio ambiental en una orografía tan montañosa como es la vasca; y escasa utilidad para dar salida a los problemas de trasporte que acogotan nuestra geografía (por cierto, quienes mas defienden el TAV, no lo plantean como alternativa a las carreteras, las cuales siguen creciendo de forma exponencial, como son la Super Sur de Bilbao, el nuevo cinturón de Donostia, el corredor del Urumea, y el Super Puesto de Pasaia). Es curioso también, que quienes eliminaron buena parte de la antigua red de cercanías, sean ahora los adalides del TREN.

Coincido mas con Ecologistas en Acción cuando denuncian la «falacia del supuesto desarrollo asociado a estas infraestructuras, ya que, si todas las inversiones realizadas en trenes de alta velocidad se hubiesen repartido por la red de ferrocarril existente, las mejoras de velocidad y de los servicios, por ejemplo en cercanías, favorecerían a muchas más personas y tendrían mucho menos impacto. 1

En segundo lugar, sobre democracia y participación ciudadana. Mucha cara hace falta tener, para convertir tal proyecto en icono de autodeterminación ciudadana y la democracia, cuando no se ha querido realizar ningún debate social, limitándolo solo al espacio institucional absolutamente cerrado a los movimientos sociales2; cuando la información ha sido sustituida por la pura propaganda a costa del erario publico; cuando se sabe que allí donde se ha informado bien y la gente -la ciudadanía – puede pronunciarse, es mayor la oposición al TAV.

Y en tercer lugar, basta ya de frentes políticos que polarizan y engullen los movimientos sociales. Solo nos faltaba quedar atrapados en una dinámica frentista, donde los unos se agrupen en torno al eslogan, «Contra ETA, tod@as a favor del TAV», y los otros, » Por la independencia, contra la imposición, todos contra el TAV». Donde los unos, con Garzón como martillo de herejes y disidentes nos metan dentro del llamado «entramado», y por tanto criminalizando toda la oposición al TAV; y por otro, con ETA como vanguardia y azote de los enemigos de la Madre Tierra (como si entre los partidarios del TAV no hubiera independentistas, lo mismo que hay contrarios al TAV que no son independentistas), dejando cadáveres a pie de obra o de domicilio particular.

El TAV en absoluto es símbolo o icono de ciudadanía, democracia, y mucho menos de sostenibilidad, sino todo lo contrario, y tenemos toda la legitimidad del mundo para luchar por que no se lleve a cabo. Reafirmo lo dicho recientemente con otros colegas3: Nuestras armas son la razón y la fuerza de nuestras convicciones así como la adhesión de miles de ciudadanos expresada en múltiples formas en los últimos 15 años. Paralizar el TAV y fomentar el debate social en torno a este proyecto depende de la sociedad vasca, de las dinámicas populares que seamos capaces de generar desde el movimiento de oposición al proyecto, y no del supuesto papel de garante de las reivindicaciones populares de una organización armada.

Lo dije en un reciente articulo refiriéndome a la intervención de ETA: De tales -supuestos- amigos nos libre Dios, que de los enemigos ya nos libraremos -por lo menos lo intentaremos- nosotr@s. Pues, ahora otro tanto, respecto a los ecologistas pro-TAV. 

Joxe Iriarte, Bikila. Miembro de Zutik y de Elkarlana.

Notas:

1 «Uno de los últimos episodios de esta transformación está ocurriendo en Galicia. Allí, el 70% de las estaciones de ferrocarril del denominado Eje Atlántico habrán sido eliminadas para 2012, lo que supondrá la desaparición de los servicios y vías tradicionales y afectará a más de 230.000 personas. La Plataforma Salva o tren denuncia que no se ha previsto una alternativa viable ecológica y socialmente responsable. Esta plataforma fue constituida el 28 de marzo por varias asociaciones de todo el territorio gallego, a partir de las movilizaciones realizadas por la Coordinadora en defensa del tren regional ‘Portas non pode perde-lo tren’, creada como respuesta a la eliminación del tramo entre Portela y Vilagarcía de Arousa -que conlleva el cierre de la estación de Portas- con la entrada en funcionamiento del tramo de tren de alta velocidad denominado Variante de Portas». Articulo de Julio Rojo (Diagonal)

2 Cabe la legitima objeción de que las instituciones son lugares donde se ejerce la soberanía ciudadana, pero también, el que estas se cierran a cal y canto a la intervención de la sociedad civil fuera del momento electoral. Es lo que ocurre en la CAV A pesar de que en otros temas se reivindique desde el Gobierno Vasco el derecho a decidir y se apele a la ciudadanía a ejercerlo, curiosamente, en este tema oponentes acérrimos como son gobierno central y autónomo coinciden en impedir que las poblaciones afectadas se pronuncien mediante referéndums.

3 Ver la carta abierta contra el asesinato de I. Uria, firmada por cinco integrantes de Elkarlana: Queremos manifestar nuestro rechazo.