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El último día de cada día

Fuentes: Rebelión

Antes de salir de Nablus dimos una vuelta por la ciudad vieja, la tercera ciudad mas antigua del mundo, que deberia estar protegida por la UNESCO, pero que como el resto de las ciudades palestinas está sencillamente a merced  de las políticas de ocupación israeli.Esa tarde íbamos paseando por la ciudad vieja de Nablus, uno de los […]

Antes de salir de Nablus dimos una vuelta por la ciudad vieja, la tercera ciudad mas antigua del mundo, que deberia estar protegida por la UNESCO, pero que como el resto de las ciudades palestinas está sencillamente a merced  de las políticas de ocupación israeli.

Esa tarde íbamos paseando por la ciudad vieja de Nablus, uno de los lugares del mundo con mayor densidad de edificios historicos, segun nuestros guias, e indudablemente uno de los más bellos.

Cuando llegamos a la plaza de las cerezas empece a contarles a los y las brigadistas uno de los hechos mas luctuosos que tuvieron lugar al principio de la segunda Intifada.  Y es que en 2002 Nablus sufrio un periodo de incursiones militares israelies, mas dramatico y tragico incluso que el de Jenin, aunque menos conocido sencillamente porque hubo menos bajas de soldados israelies, es decir, una vez mas la cobertura mediatica se rige por el patron del «dolor israeli», minimizando, cuando no ignorando el sufrimiento palestino.

Les estaba contando como hasta la segunda Intifada, el ejercito israeli nunca se habia atrevido a entrar en la ciudad vieja. Desde luego, cuando caminas por sus intrincadas callejuelas, subiendo y bajando rampas, escaleras, doblanco recodos, agachandote para no dejar tu frente estampada contra uno de los tantisimos arcos que enlazan y protregen la ciudad convirtiendola en un hermoso laberinto de espacios indescriptibles e inimaginables, lo entiendes.

Sin embargo Sharon en 2000 dio la orden de entrar en la ciudad vieja utilizando todo el poderio militar que fuera necesario. Los bulldozers y tanques hicieron su aparicion en el corazon de Nablus, asi como las pintadas de los soldados en las paredes centenarias dejando consignas y signos indescifrables que cual simbolos fasacistas ensuciban e insultaban a aquellas paredes llenas de historia, sabiduria y belleza.

En una de sus brutales incursiones los bulldozers derribaron una casa con toda la familia en su interior y pasaron desde la parte posterior de la casa, por encima de los escombros de las casas y de las personas que alli habitaban para acceder a la calle paralela, que daba a la plaza, donde se estaba librando una batalla entre la resistencia palestina y las fuerzas de ocupacion.

De repente cuando les iba a enseñar la placa conmemorativa que pusieron en la pared de enfrente de la casa demolida, vi justo al lado otra placa conmemorativa, reciente, con la foto de un joven, un conocido, un amigo, una persona con la que comparti animadas charlas en el hotel Al Yasmeen al que acudia de cuando en cuando con sus compañeros para descansar y planificar nuevas acciones de resistencia.

Se llamaba Fati, tenia dos hijas y estaba en la treintena, le asesinó un francotirador de un tiro en el pecho, justo en el mismo lugar del impune asesinato familiar.

Fati pertenecia a uno de los grupos de la resistencia, habia decidido dedicar su vida a luchar contra la ilegal e inmoral ocupacion que Israel desde su inicio practica sobre la poblacion palestina. Habia optado por luchar defendiendo su tierra, defendiendo a sus amigos, defendiendo a su familia, defendiendo Palestina por medio de las armas y es que como el me dijo una vez :»No me gustan las armas, preferiria estar en una playa descansando y conociendo chicas bonitas, pero como voy a permitir que Israel destruya nuestras casas, nos robe nuestra tierra, nos elimine lentamente. ¿Y como vamos a repeler una incursion israeli, con piedras? Las piedras hicieron daño en la primera intifada porque los medios de comunicacion estaban presentes, pero durante esta segunda intifada en los periodos de incursiones no habia medios de comunicacion en las calles, el ejercito israeli, solo les dejaba acceder a los escenarios de las matanzas cuando ya habian ocurrido y en ocasiones habian eliminado algunos de los rastros de su barbarie. Estaban solos, no habian fuerzas de interposicion internacional, nada. ¿Qué les iban a detener, tirandoles flores?» Como el decia, la lucha armada no fue su eleccion, fue su obligacion y se habia convertido en su vida.

Se me hizo un nudo en la garganta, no lo podia creer.

Eso me hizo recordar la volatilidad humana, me hizo recordar que como dice mi amigo Sameh, tambien de Nablus, aqui hay que vivir cada dia como si fuera el ultimo de tu vida, concepto sabio donde los haya y que si ademas eres palestino o iraqui lo entiendes mucho mejor. Y hablo de la comprension no con la cabeza, sino con el corazon, me refiero no a una idea, sino a una realidad, a una practica diaria, a una filosofia de vida, sabia, pero en este caso impuesta.

Me hizo recordar que cada vez que me despido de la buena gente de aqui, puede ser que no vuelva a verla mas, o bien porque la detengan o bien porque la asesinen.

Me gustaria hacer algo en su memoria, en memoria de todas las personas que han perdido su vida defendiendo su tierra, su derecho a vivir en paz, dignamente, que han perdido su vida resistiendo, en la mayor parte de los casos, solo con su presencia, con su existencia, con su persistencia y no se me ha ocurrido nada mejor que compartir su historia.