La periodista palestina Maram Salem fue despedida de la Red Deutsche Welle bajo la acusación de discurso antisemita, debido a publicaciones en que tan sólo criticó la duplicidad de criterios, en Europa, en la aplicación de la libertad de opinión y expresión. La periodista no ha divulgado cualquier contenido relativo a antisemitismo, contrariamente a las alegaciones formuladas por la comisión nada imparcial que ha conducido las investigaciones sobre las cuestiones racistas. La comisión estuvo distante de la objetividad en la apuración de los hechos, especialmente porque uno de sus miembros es israelí, lo que puso la investigación en un contexto de desconocimiento de la especificidad histórica de la causa palestina y la naturaleza del conflicto entre palestinos e israelíes, lo que ha sido confirmado por la periodista Maram Salem en comunicado a la prensa, en que observó que la red Deutsche Welle se había apropiado de criterios peculiares sobre este conflicto.
La decisión de dimisión sin justa causa a que ha sido sometida la periodista falsamente acusada de antisemitismo constituye un punto de vergüenza en la historia de la red de comunicación social alemana «Deutsche Welle”, conocida como DW, que la pone en la categoría de los defensores de un régimen de apartheid e limpieza étnica que comete crímenes contra la humanidad. En el caso del pueblo y territorio palestino, esos crímenes de persecución y apartheid, conforme confirmado por el informe de la Amnistía Internacional y, anteriormente, por el informe de Human Rights Watch, contradicen la esencia del derecho de la Unión Europea y el derecho alemán, que garantizan la libertad de opinión y expresión, como valor moral, jurídico y profesional supremo, esencia del “cuarto poder” en cualquier país democrático del mundo.
La red alemana cayó en un atolladero de desinformación practicada por los lobbies sionistas en Alemania, que miran voces libres que apoyan al pueblo palestino y sus justas reivindicaciones, garantizadas por el derecho internacional.
Por lo tanto, la media palestina y árabe, y todos los profesionales de media, europeos e internacionales, defensores de la libertad de prensa y la libertad de opinión y expresión, deben levantar sus voces en alto en solidaridad a la periodista palestina Maram Salem, y condenar las abusivas medidas que pavimentan el reiterado camino de la desinformación mediática, con el objetivo de ocultar la realidad de los crímenes que el pueblo palestino sufre todos los días, en manos del último régimen de apartheid en la Tierra.
Saher Madkour* es periodista y corresponsal en Gaza de la Alianza RECOs y Movimiento Mujeres por la p@Z!
Carta de la periodista Maram Salem:
“! En mi defensa!”
«Acabo de ser informada de que fui demitida do mi empleo en Deutsche Welle, después que un periodista de Alemania ha publicado reportaje en que me acusa y acusa otros colegas de antisemitismo y de ser anti-Israel, basado en posts que hemos publicado en nuestras cuentas personales en Facebook.
En mi caso, mi post no tenía la expresión, explícita ni implícita, de antisemitismo y no mencionaba Israel de ninguna manera. Solamente hablaba de la libertad de expresión en Europa. Traducido del árabe, mi postaje dice lo siguiente:
«La
libertad de expresión en Europa no pasa de ilusión. Muchas líneas rojas
serían ultrapasadas, caso habláramos de la libertad de expresión. Los
artificios que usamos (como codificar ciertas palabras) no tiene en
vista esconder del Facebook nuestros mensajes, sino impedir que la
traducción automática exponga lo que decimos a algunas personas, que
siempre buscan, monitorean y nos persiguen para que seamos demitidos de
nuestros trabajos o deportados del país”.
Por este medio,
manifiesto mis preocupaciones de que las medidas arbitrarias tomadas en
contra de mi persona hayan sido resultado de conflictos internos de
intereses de trabajo y de rumores deshonestos en que me enredaron, y por
los que fui transformada en chivo expiatorio, lo que ha servido para
Deutsche Welle encontrar una salida, en su esfuerzo para escapar de la
crisis que enfrenta actualmente.
¿Cómo
es posible que una empresa internacional de media, que por suposición
clamaría por las libertades, haya expulsado una funcionaria por criticar
la libertad de expresión en Europa?
El proceso de investigación
tampoco fue objetivo, pues una persona israelí fue contratada para el
comité de investigación externa. Además, las preguntas han sido
racistas, discriminatorias y me han hecho objeto de acusación solamente
por mi identidad de palestina.
Todo ha ocurrido sin cualquier
consideración por la particularidad histórica del conflicto entre
palestinos e israelís y por la dinámica de poder del conflicto, que
sigue. En ese caso, la Deutsche Welle se ha considerado la única parte a
establecer criterios para la “verdad sobre el conflicto”, y sobre quién
estaría cierto en él. Eso, irónicamente, a pesar de toda la comunidad
árabe e internacional no haber logrado resolver la crisis entre las dos
partes ¡que ya se arrastra por más de 70 años!
En la
investigación interna, el jurado me hizo una pregunta sorprendente, que
solamente se esperaría del aparato de seguridad al servicio de una
dictadura: “ ¿Cómo podrías escribir que no hay libertad, en cuanto
trabaja para Deutsche Welle»?
Esa pregunta es parecida a lo que
preguntan los oficiales de las fuerzas de seguridad: “¿Cómo te atreves a
hablar de falta de libertad en este país?”
Los
resultados de la investigación en Deutsche Welle han probado que la
mera identidad palestina es usada como si fuese suficiente para acusar a
cualquier persona como antisemita. Por eso, declaro aquí y ahora, que
Deutsche Welle de volvió responsable por mi salud mental, psicológica y
física durante el proceso de investigación y el período siguiente. Y por
cualquiera consecuencia que advenga, relacionadas a mi futuro
profesional y mi carrera.
He venido para Alemania para salvar mi
libertad, que siempre ha sido mi arma más fuerte. Ya he enfrentado
varios intentos de opresión y varias amenazas en mi país, y siempre
pensé que trabajar con una emisora de media internacional, que siempre
habló de libertades, sería diferente. Estaba comprobadamente equivocada.
La media no es realmente libre. Y admite que una periodista sea
perseguida públicamente solamente por decir: “aquí no hay libertad de
expresión”.
Deutsche Welle ha cancelado mi libertad de expresión – ¡si acaso todavía hubiese alguna!
Mis
queridos amigos, siempre me he visto sola frente a mis
violaciones/servicios sociales, de derechos humanos y políticos. De esa
vez ¡los necesito! Lo que está sucediendo ahora es ataque flagrante a la
libertad de expresión, a los periodistas, y a mí sólo por ser
palestina.
Del fondo de mi corazón, espero que este postaje no encuentre, como respuesta, el silencio de ustedes.
#InSupportOfMaram #لا_لفصل_موظفي_الدويتشه_فيله
¡Ser palestino no es ser antisemita!
Traducción: Beatriz Cannabrava, Diálogos der Sul