Traducido del inglés para Rebelión por J. M.
Vínculos estrechos significa que se está educando a los alumnos israelíes para que sean «buenos soldados» en lugar de buenos ciudadanos
Se ha alentado a cerca de 300 escuelas a participar en un programa conjunto del ministerio de educación y las fuerzas armadas de Israel llamado «Ruta de Valores» (AFP)
HAIFA – La tarea para los alumnos israelíes: frustrar un ataque terrorista inminente en su escuela. Pero si quieren tener éxito primero deben encontrar las pistas que utilizan, palabras claves que han aprendido en árabe.
Los programas de lecciones de árabe para los escolares judíos de Israel tienen un enfoque extraño.
Los matriculados en el idioma rara vez pueden mantener una conversación en árabe. Y casi ninguno de los cientos de maestros que introducen a los niños judíos en la segunda lengua de Israel tiene esa lengua materna, a pesar de que uno de cada cinco habitantes del país pertenece a la minoría palestina.
La razón, dice Yonatan Mendel, un investigador del Instituto Van Leer de Jerusalén, es que la enseñanza de la lengua árabe en las escuelas judías de Israel está determinada casi exclusivamente por las necesidades del ejército israelí.
Recientes investigaciones de Mendel muestran que los oficiales de una unidad de inteligencia militar llamada Telem diseñan gran parte del plan de estudios de lengua árabe. «Su participación es lo que podría denominarse un ‘secreto a voces’ en Israel», dijo a Middle East Eye.
«Los militares son parte integrante del sistema educativo. El objetivo de la enseñanza de árabe es educar a los niños para que sean útiles en el sistema militar, capacitarlos para convertirlos en oficiales de inteligencia».
Telem es una rama de la Unidad 8200. Decenas de sus oficiales firmaron una carta el año pasado donde revelan que su trabajo consistía en hurgar en la vida sexual, problemas de dinero y enfermedades de los palestinos. La información ayudaba a la «persecución política», «reclutamiento de colaboradores» y «empujar a partes de la sociedad palestina contra sí misma», señalaron los oficiales.
Mendel dijo que se enseñaba el idioma árabe «sin sentimiento», un objetivo establecido en los primeros años del Estado.
«El temor era que si los estudiantes tenían una buena relación con el lenguaje y verían a los árabes como amigos potenciales podrían cruzar al otro lado, de manera que no sería de ninguna utilidad para el sistema de seguridad israelí. Esa fue la razón por la cual el ámbito de los estudios árabes se hizo libre de árabes».
Oficiales en el aula
La enseñanza de la lengua árabe es sólo una de las formas en que el ejército mete la mano en las aulas israelíes, según han contado profesores y expertos en educación a Middle East Eye.
Y muchos temen que la situación no hará sino empeorar con el nuevo ministro de Educación, Naftali Bennett, quien encabeza el partido Hogar Judío, situado en la extrema derecha del movimiento de los colonos.
La mayoría de los niños judíos de Israel están sujetos a un servicio militar cuando finalizan la escuela secundaria a los 17 años. Los varones suelen cumplir tres años y las mujeres dos.
Sin embargo el ejército y los últimos gobiernos de derecha de Benjamin Netanyahu se han preocupado por el creciente número que buscan exenciones, por lo general por razones médicas, psicológicas o religiosas.
Se ha alentado a cerca de 300 escuelas a participar en un programa conjunto del ministerio de educación y el ejército llamado «Ruta de los Valores», cuyo objetivo oficial es «fortalecer los vínculos y la cooperación entre las escuelas y el ejército».
En la práctica, dicen los maestros, los oficiales de ejército han hecho visitas regulares a las escuelas, así como viajes de estudio recíprocos a las bases militares para los niños, como una forma de alentarlos a alistarse cuando terminen su ciclo lectivo.
Aunque lo que ocurre durante las visitas raramente se publicita, los medios de comunicación israelíes informaron en 2011 de que en una simulación de ejercicios de tiro los alumnos tuvieron que disparar sus armas a blancos que llevaban kufiya o el tocado tradicional árabe.
«El militarismo está en todos los aspectos de nuestra sociedad, por lo que no es sorprendente que sea predominante en las escuelas también», dijo Amit Shilo, activista de New Profile, organización que se opone a la influencia del ejército en la vida pública israelí.
«Nos enseñan que la violencia es la primera y la mejor solución para cada problema y que es la manera de resolver nuestro conflicto con nuestros vecinos».
El miedo al despido
Middle East Eye ha tenido que ocultar las identidades de los profesores que hablaron, ya que el ministerio de Educación requiere la aprobación previa de las entrevistas con los medios de comunicación.
La mayoría de los maestros estaban preocupados de que pudieran despedirlos si los ven criticar la política oficial.
Todos los profesores señalaron que las escuelas han estado bajo una creciente presión para que participen activamente en el programa del ejército.
Cada escuela está clasificada ahora anualmente por el ministerio de Educación no sólo por su excelencia académica, sino también por el éxito del proyecto entre los alumnos y los porcentajes con los que supuestamente se beneficiarán las unidades de élite, especialmente en funciones de combate o de inteligencia.
Las escuelas con mayor índice de aprobación del proyecto pueden optar a financiación adicional, dijeron los maestros.
Ofer, un profesor de historia en el centro del país, dijo: «Cuando se trata de trabajo con los alumnos mayores, tú debes aceptar como maestro que el ejército vaya a estar dentro de la escuela y en el aula. Todo el tiempo se prepara a los estudiantes para el servicio militar obligatorio.
«El ejército se trata como algo sagrado. No hay manera de hablar contra el ejército en ningún momento».
Rachel Erhard, profesora de educación en la universidad de Tel Aviv, advirtió recientemente de que las escuelas de Israel están en riesgo de llegar a ser como las de Esparta, la ciudad en la antigua Grecia que fueron famosas por la capacitación de sus jóvenes desde una edad temprana para ser guerreros.
Acoso público
Hay presiones adicionales sobre los directores, cuentan los maestros.
Zeev Dagani, director de una escuela líder en Tel Aviv, que optó por salirse del programa en su lanzamiento en 2010, se enfrentó a amenazas de muerte y fue citado ante una comisión parlamentaria para explicar sus acciones.
El acoso público de los profesores que se oponen a la militarización del sistema educativo de Israes, o que son simplemente activistas fuera del aula en la oposición a la ocupación, ha continuado.
Adam Verete, un profesor de filosofía judía en una escuela en Tivon, cerca de Haifa, fue despedido el año pasado después de que organizara un debate en clase sobre si el ejército israelí podría afirmar justificadamente que es el ejército más moral del mundo.
Cuando comenzó este mes el nuevo ciclo lectivo, padres y alcaldes lanzaron campañas de alto perfil contra dos maestros por sus puntos de vista contra la ocupación.
Avital Benshalom, que acababa de asumir su nuevo cargo de director de la Escuela de las Artes en Ashkelon, se vio obligado a emitir una disculpa por firmar una petición hace 13 años apoyando a soldados que se negaron a servir.
Herzl Schubert, un profesor de historia, de manera similar se encontró frente a una tormenta de protestas después de que le filmasen participando en una manifestación en Cisjordania en apoyo de la aldea palestina de Nabi Saleh durante las vacaciones de verano.
Cabe destacar que ni Bennett ni el primer ministro Benjamin Netanyahu intervinieron para apoyar el derecho de los dos maestros a la libre expresión.
Representaciones racistas
Los maestros y expertos en educación que hablaron con Middle East Eye dijeron que tales incidentes habían creado un clima de temor con la intención de intimidar a otros profesores.
Neve, un profesor de historia en una escuela cerca de Tel Aviv, dijo: «Los maestros tienen miedo de hablar. La presión proviene no sólo del ministerio de Educación, sino de los alumnos y los padres también. Los directores tienen miedo de que algo malo va a pasar a la reputación de la escuela».
El ministerio de Educación se negó a responder a las acusaciones.
Los maestros y expertos en educación señalan ejemplos de colusión entre las escuelas y el ejército israelí en todos los aspectos del sistema educativo.
Nurit Peled-Elhanan, profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, dijo que su estudio sobre los libros de texto israelíes mostraron que las representaciones de los árabes y los palestinos eran «racistas, tanto verbal como visualmente».
«Son necesarios para legitimar un Estado judío, la historia de las masacres de los árabes, la discriminación contra los ciudadanos palestinos y la ausencia de derechos humanos en los territorios de ocupación», dijo.
«El objetivo es formar buenos soldados que están dispuestos a torturar y matar y todavía piensan que están haciendo lo mejor para la nación».
Estudios separados de mapas en los libros de texto han mostrado que las tres cuartas partes no indican la Línea Verde que separa Israel de los territorios palestinos ocupados, lo que está en consonancia con la idea de la derecha del Gran Israel.
Revital, una profesora de lengua árabe, dijo que los planes de las lecciones del ejército eran populares entre los alumnos. «Yo no los apruebo, pero a los estudiantes les gustan. Celebran y se ríen cuando matan a los terroristas».
Revital dijo que había sido amonestada por decir lo que piensa en la clase y ahora era mucho más cautelosa.
«Uno termina dudando antes de decir cualquier cosa que no es lo que todo el mundo está diciendo. Me encuentro dudando mucho más que hace 20 años. Hay mucho más fascismo y racismo en torno a la sociedad en general «, dijo.
Estudios sobre el Holocausto
Algunos de los estrechos vínculos entre el ejército israelí y el sistema educativo son bien conocidos.
Los fondos del ministerio de educación financian varias escuelas de prestigio, como el Reali en Haifa, cuyos estudiantes combinan la educación con la formación militar como cadetes.
Ofer dijo que muchos profesores y directores de alto nivel fueron reclutados directamente del ejército, cuando se retiraron a los 45 años. «Luego pasan a una segunda carrera para inculcar ‘valores sionistas’ a los estudiantes «, dijo.
Pero los ejemplos de la educación abiertamente militarizada tienden a eclipsar la ingeniería más sutil del plan de estudios de las escuelas normales, se quejan los maestros.
Hay especial preocupación por el énfasis en el plan de estudios sobre el Holocausto, incluyendo una decisión del año pasado de ampliar los estudios obligatorios del Holocausto para todas las edades, incluidos los jardines de infancia.
A raíz de las objeciones del pequeño partido de izquierda Meretz, el entonces ministro de Educación Shai Piron instituyó que para entrar en los jardines de infancia, los soldados no deben llevar armas de fuego en el salón de clases, para garantizar la seguridad de los niños.
Sin embargo Tamar Zandberg, legisladora de Meretz, observó que los soldados uniformados, en principio, no deben estar en los jardines de infancia.
«La gente ve la inserción del ejército en el sistema educativo como algo natural, y es hora de que el sistema educativo internalice el hecho de que su lugar es educar en los valores cívicos», dijo.
Neve dijo que los estudiantes ya no aprenden acerca de los derechos humanos o los valores universales en las clases de historia.
«Ahora está todo basado en la historia judía y el Holocausto está en el centro de la misma.
«Cuando llevamos a los niños a los campamentos de muertes en Polonia, el mensaje es que todo el mundo está contra los judíos y tenemos que luchar por nuestra supervivencia. Están llenos de miedo.
«La conclusión más destacable es que si hubiéramos tenido un ejército entonces el Holocausto podría haber sido detenido y el pueblo judío salvado».
Atmósfera de miedo
Los maestros dijeron que una atmósfera de miedo y sentimiento de victimización domina las aulas y esto se traduce en una joven generación aún más derechista que sus padres.
David, que enseña ciencias de la computación en una escuela de Galilea, dijo: «Tienes que vigilarte a ti mismo todo el tiempo, porque los alumnos son cada vez más nacionalistas y más religiosos. La sociedad, los medios de comunicación y el sistema educativo se están moviendo a la derecha».
Una encuesta de 2010 mostró que el 56 % de los alumnos judíos creían que sus compañeros ciudadanos palestinos deben ser despojados de los votos, y el 21 % pensaba que era legítimo gritar «muerte a los árabes».
Las materias que se han vuelto especialmente vulnerables por la promoción de los valores militares, de acuerdo con los profesores, son el árabe, la historia y la educación cívica.
Naftali Bennett trajo un nuevo jefe de educación cívica en julio. Asaf Malach es un aliado político que cree que no se debe permitir que los palestinos tengan un estado.
Un plan de lección de historia propuesto el año pasado, poco después de un ataque de 51 días de Israel contra Gaza, que dejó al menos 500 niños palestinos muertos, animó a los alumnos a ser «combatientes judíos» y decía que debían verse reflejados en la figura bíblica de Josué.
Pero Revital dijo que la mayoría de los profesores no estaban preocupados por estos acontecimientos. «De los 100 profesores de mi escuela tal vez dos o tres piensan como yo. El resto cree que es importante que el ejército esté en la escuela».
Entre ellos está Amit, profesor de judaísmo en el centro de Israel. Dijo que «invitar a los soldados al aula no se trata sólo de alentar a los estudiantes a alistarse, sino que a nosotros nos permite hablar sobre el valor de la solidaridad y de la contribución que cada persona puede hacer a la sociedad».
«Nuestro trabajo es prepararlos para los retos del futuro y eso incluye el ejército. No podemos ignorar la realidad de que vivimos en un país donde hay soldados en todas partes».
Neve, sin embargo, dijo que la esperanza de poner fin a los conflictos de Israel en la región depende de volver traer un nuevo carácter civil en las escuelas.
«Si nuestros estudiantes no aprenden sobre la historia de los demás, sobre los palestinos, entonces ¿cómo pueden desarrollar empatía por ellos? Sin ella, no puede haber esperanza de paz».