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Crónicas desde Palestina

En la franja de Gaza

Fuentes: Rebelión

Crónica desde Gaza (Sábado 21 de agosto) Contra todo pronóstico pudimos entrar en Gaza sin ningún problema. Una compañera de Ramala comentó que quizá fuera para compensar el tiroteo que realizaron los soldados israelíes, hace unos días, contra el vicecónsul español. En fin, fuera como fuese, la cuestión es que entramos y ni siquiera nos […]

Crónica desde Gaza (Sábado 21 de agosto)
Contra todo pronóstico pudimos entrar en Gaza sin ningún problema. Una compañera de Ramala comentó que quizá fuera para compensar el tiroteo que realizaron los soldados israelíes, hace unos días, contra el vicecónsul español. En fin, fuera como fuese, la cuestión es que entramos y ni siquiera nos miraron las mochilas.
La franja de Gaza tiene una superficie de 45 km. de largo por 8 km de ancho. Es decir, 365 km cuadrados en donde viven 1.200.000 palestinos y palestinas. Pero a pesar de ser territorio palestino, el 22% de la superficie fue confiscada por el gobierno israelí para construir colonias, en concreto 22. Otro porcentaje similar, corresponde a expropiaciones para que el ejército pueda defender a estos colonos que, curiosamente, no viven allí. Según nos contaron en el centro de DDHH de Gaza, la mayoría de las colonias (como ocurre en Cisjordania) están vacías.
Actualmente se está llevando a cabo la mayor expropiación de tierras palestinas desde el año 1948. Con el pretexto de la seguridad, el muro está siendo construido por el interior de la línea verde (que es la línea de separacion que la ONU estableció cuando hizo la partición del territorio palestino). Cuando se termine este primer trazado del muro, Israel se habrá apropiado de más del 22% de las tierras de Cisjordania. Y cuando acaben el segundo trazado -que corre paralelo al primero por el valle del Jordán- se habrán apropiado de más del 50% del terreno de la actual Cisjordania, donde estarán incluidas, «casualmente», las tierras de labranza y los pozos de agua.
En el caso de la franja de Gaza nos encontramos con la siguiente situacion: en el 44% del territorio palestino (160 km. cuadrados), viven 6000 judíos, entre colonos y militares. En el 56 % restante (205 km. cuadrados) viven 1.200.000 palestinos. ¡La mayor densidad de población del mundo!
El 60% de los palestinas tienen menos de 18 años. El 80% de la población vive bajo el umbral de la pobreza. El paro es superior al 60%. Un colono israelí consume 45 veces más agua que un palestino.
En Gaza, el 80 % de la población palestina vive en campos de refugiados. Existen 8, y el más grande es el de Jabalia con 3 km. cuadrados y 100.000 habitantes. Durante los tres primeros años de Intifada les derrumbaron 2.150 casas. En la actualidad, la cifra llega ya a 4.300, este último año está siendo el peor con diferencia, desde que se inició la Intifada en Gaza. Por si esto fuera poco, el ejército israelí ha dividido el territorio en tres zonas, que separa e incomunica de vez en cuando, con el único objetivo de impedir la movilidad de sus habitantes y hacer sus vidas más difíciles. Una forma mas de castigo colectivo.
Llegamos a Beit Hanoun (zona Norte). Un panorama desolador: casas reducidas a escombros; carreteras cortadas por montones de tierra, piedras y basura; arboles arrancados de cuajo, palmeras, limoneros, naranjos, olivos; cosechas secas, tierras aridas, sistemas de regadio destrozados y arrancados. Allá donde mires sólo puedes ver desolación y destrucción, a pesar de que puede adivinarse que es una tierra rica y fértil.
El domingo (22 de agosto) nos llevaron a Rafah (junto con Khan Yunis los dos campos de refugiados de la zona Sur, que más brutalmente han sufrido la ocupacion este año). Sólo este año 2.500 habitantes del campo se han quedado sin casa porque el ejército les ha derribado sus casas. Sólo este año ha habido 450 martires. Sólo en este campo de refugiados el ejército israelí ha destruido más de 400 casas, ha confiscado miles de hectáreas, ha destruido múltiples cultivos.
Hace dos meses hubo una manifestación infantil en favor de la paz, y el salvaje ejército apareció con helicópteros Apache y comenzaron a dispar a los que allí se encontraban. Asesinaron a 65 niños y niñas. En su particular guerra contra la infancia, los israelíes establecen checkpoints, cierres de zonas, toques de queda, tratando de evitar que puedan hacer vida normal, jugar o ir a la escuela. En lo que va de año los niños y niñas palestinos sólo han podido ir unos dos/tres días por semana de media a clase. Y es que el gobierno israelí sabe que los palestisnos cuentan con una de las principales armas de liberación de los pueblos: la educacion. De hecho, en 2002 la UNESCO en su informe anual, dictaminó que Palestina era el país con mayor índice de alfabetización del mundo. Por eso para el gobierno de Israel una de sus prioridades es la destrucción de centros escolares, universidades, archivos historicos, cierres temporales de centros educativos…