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La reconciliación nacional palestina

Entre el éxito y el fracaso

Fuentes: Al Ahram Weekly

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

Desde su oficina en el modesto edificio del ministerio de asuntos exteriores en la calle Al-Nasr, que conecta el distrito Al-Rimal con el de Al-Sheij Radwan en el norte de Ciudad de Gaza, Ghazi Hamad, el subsecretario de asuntos exteriores del gobierno de Ismail Haniyeh, continúa llamando a los dirigentes de Hamas y Fatah. Hamad confía en que el próximo encuentro del 24 de noviembre en El Cairo entre el presidente de la AP, Mahmud Abbas, y el jefe del politburó de Hamas, Jaled Meshaal, sea un éxito. Sabe que la reunión tiene que estar muy bien preparada, sobre todo en lo referente a los principales puntos de las conversaciones. Por esta razón, Hamad pasa todo su tiempo dialogando con ambas partes y cuenta con muchos amigos entre los dirigentes de Fatah.

«No hay duda de que ambas partes son conscientes de que han llegado a un callejón sin salida y que es imposible que el statu quo continúe», dijo Hamad a Al Ahram Weekly. «Poner en marcha el acuerdo de reconciliación es vital tanto para Hamas como para Fatah, porque si continuamos así lo que va a conseguirse es el colapso para siempre de toda la causa nacional palestina. Esta es la razón de que debamos trabajar con toda la seriedad posible. Está clarísimo que la agenda política de Abbas ha fracasado y que no tiene sentido continuar con ella porque Israel se niega a cumplir los requisitos más mínimos para poder alcanzar un acuerdo político del conflicto y prosigue con sus políticas de judaización y colonización. Mientras tanto, la administración estadounidense continúa apoyando sin pudor alguno al gobierno de Netanyahu. Al mismo tiempo, ningún gobierno de la Franja de Gaza puede conseguir legitimidad internacional sin la unidad nacional».

Sin embargo, a pesar de todos los argumentos de Hamad, parece que la agenda de la reunión no está aún decidida. Esto plantea dudas sobre si el programado encuentro tendrá éxito o se convertirá en otro más entre Abbas y Meshaal que no produce resultados tangibles. La preocupación por el posible fracaso ha hecho que los mediadores egipcios intensifiquen sus reuniones con representantes de Hamas y Fatah para tratar de garantizar una reunión fructífera.

Fuentes diversas le comunicaron al Weekly que altos funcionarios de la agencia de inteligencia y del ministerio de asuntos exteriores de Egipto se habían reunido en El Cairo en varias ocasiones con dirigentes de los dos grupos para discutir las vías de aplicación del acuerdo de reconciliación firmado en esa ciudad hace siete meses. Esas fuentes dijeron que estas conversaciones tienen como objetivo prioritario instar a ambos grupos a ponerse de acuerdo en quién será el primer ministro que forme el próximo gabinete de transición, ya que Abbas insiste en elegir al actual primer ministro, Salam Fayyad, a quien Hamas rechaza. Las fuentes continuaron explicando que los encuentros han fracasado hasta ahora porque Hamas sigue negándose al nombramiento de Fayyad y no hay indicios de que Abbas esté dispuesto a cambiar de opinión.

Dichas fuentes dijeron también al Weekly que hay un canal directo y permanente de comunicación entre el jefe adjunto del politburó de Hamas, Musa Abu Marzuq, y Azzam Al-Ahmed, miembro del Comité Central de Fatah, con objeto de llegar a un acuerdo sobre la agenda de la inminente reunión.

Durante las entrevistas telefónicas con las partes y con fuentes palestinas independientes acerca de los esfuerzos de mediación entre Fatah y Hamas, todos estuvieron de acuerdo en que la reunión entre Meshaal y Abbas iba a decidir las posibilidades de éxito o fracaso de la reconciliación. Dijeron que las perspectivas de éxito son grandes si los dos hombres acuerdan una estrategia de trabajo nacionalista global que no solo ponga en marcha el acuerdo de reconciliación sino que vaya más allá intentando concertar las actuales opciones políticas referidas al futuro de las negociaciones, al enfrentamiento con Israel, a los mecanismos de resistencia en la próxima fase, poniendo al servicio de la causa palestina los cambios recientes experimentados en el mundo árabe.

Las fuentes añadieron que hay círculos dentro de Fatah y Hamas centrados en discutir estas cuestiones para llegar a un acuerdo sobre las mismas, en la creencia de que ambas partes deben ponerse de acuerdo para revisar la decisión de negociar con Israel así como sobre mantener operativas la Autoridad Palestina (AP) y sus agencias de seguridad. También deben considerar las actividades de la resistencia en cuanto a objetivos, medios y cuándo y dónde conviene actuar. Añadieron que se está presionando a los dirigentes de ambos grupos para que demuestren liderazgo y acuerden revisar realmente la plataforma de cada facción para garantizar los intereses del pueblo palestino y de su causa.

A pesar de esta visión optimista, las fuentes revelaron que son realmente una minoría los dirigentes de Fatah y Hamas que esperan que la reunión sea un éxito y que la mayoría, en ambos grupos, no prevé ningún avance real. Muchos en Hamas creen que la reunión fracasará si Abbas solo se muestra interesado en discutir sobre las elecciones presidenciales y legislativas e ignorar las otras cuestiones recogidas en el acuerdo de reconciliación. Por otra parte, fuentes de Fatah aseguraron que si Hamas insiste en abandonar las negociaciones con Israel definitivamente y anular los acuerdos firmados entre la OLP e Israel, esto echaría a perder sin duda la reunión antes de que empiece.

Las fuentes añadieron que altos funcionarios de Hamas y Fatah se sienten molestos por las recientes declaraciones de Abbas urgiendo a celebrar elecciones presidenciales y parlamentarias, ya que Hamas cree que defender las elecciones y hacer caso omiso de otros aspectos del acuerdo de reconciliación nacional solo tiene como objetivo eliminar a Hamas de la arena política. Una creencia común entre los dirigentes de Hamas, añaden las fuentes, es que a pesar del tono muy crítico de Abbas hacia Israel, especialmente después de ir a la ONU para solicitar la incorporación a la misma de un estado palestino y de la imposibilidad de relanzar las negociaciones por la persistencia de Tel Aviv en seguir construyendo asentamientos, Abbas sigue valorando su relación y su papel con Washington. Según las fuentes, es por esa razón que sigue dudando en tomar una decisión acerca de la reconciliación nacional, y la opinión general entre algunos dirigentes de Hamas es que a Abbas le preocupa el hecho de que si cumple el acuerdo de reconciliación eso acabe liquidando todos los vínculos entre él y EEUU, algo que trata de evitar.

Las fuentes dijeron que Hamas cree que la escalada de las declaraciones de Abbas en los medios contra Israel es contraria a las actuaciones de la AP sobre el terreno, especialmente si prosigue cooperando con el ejército ocupante en asuntos de seguridad, deteniendo a activistas políticos de Hamas y el gobierno de Fayyad en Ramala sigue negándose a conceder pasaportes a muchos ciudadanos palestinos que viven en Gaza bajo el pretexto de sus vínculos con Hamas o porque trabajan en instituciones y agencias de seguridad afiliadas al gobierno de Haniyeh.

Por otra parte, fuentes cercanas a Abbas creen que, a la luz del acuerdo de canje de prisioneros entre Hamas e Israel, Hamas está adoptando una posición más de línea dura respecto al acuerdo de conciliación porque los dirigentes del grupo creen que dicho canje de prisioneros ha incrementado mucho su popularidad. Las fuentes advirtieron que la próxima reunión corre el riesgo de fracasar si no hay ningún acuerdo sobre la agenda pero también si no se llega a un terreno común antes de que empiecen las conversaciones, por lo que es esencial que la reunión entre ambos grupos esté precedida de un acuerdo preliminar sobre las cuestiones a discutir. Esto requeriría de reuniones intensas entre representantes de las dos partes para asegurar el éxito.

Meshaal expresó claramente la posición de Hamas en varias declaraciones que hacían un llamamiento a «reorganizar la casa palestina y acordar una agenda nacional para la siguiente fase». En un discurso vía telefónica en una ceremonia en honor de un dirigente de la Hermandad Musulmana el pasado domingo en Gaza, dijo: «A través de la reconciliación palestina, Hamas trata de reorganizar el hogar palestino mediante un acuerdo sobre una agenda nacional que refleje las lecciones aprendidas en el pasado, que defienda nuestros derechos y principios nacionales. Somos conscientes de que la victoria de la causa palestina depende de la resistencia; los principios de nuestro movimiento abogan por la reconciliación, por reestructurar el hogar palestino y acabar con la división. Estamos abriendo nuestros corazones y mentes a nuestros hermanos en Fatah y en todas las facciones, y diciéndoles que vengan a nosotros después de que todas las puertas se hayan cerrado y todas las apuestas se hayan perdido, porque todo lo que nos queda son nuestros esfuerzos y nuestras armas, ya que resulta obvio que ni los estadounidenses ni todos esos que quieren que negociemos harán nada bueno por nosotros».

La única esperanza de que las dos partes cumplan el acuerdo de reconciliación es el hecho de que la Primavera Árabe ha socavado su dependencia de los pesos pesados de la región. A pesar de las apariencias, Hamas ha comprendido que su margen de flexibilidad se ha reducido tras la erupción de la revolución siria y la parcialidad de Irán y Hizbullah ante el régimen sirio, mientras que las bases populares de Hamas y de la Hermandad Musulmana defienden en general la revolución. Lo mismo se aplica al liderazgo de la AP, que lamenta el derrocamiento de algunos gobernantes, especialmente el de Hosni Mubarak, quien solía apoyarles en su confrontación con Hamas.

Saleh Al-Naami es periodista, vive en Gaza, es experto en los asuntos sobre Palestina e Israel y corresponsal del periódico panárabe Al-Sharq Al-Awsat, que se elabora en Londres.

Fuente: http://weekly.ahram.org.eg/2011/1072/re12.htm