Alberto Arce parte este viernes para Egipto junto a Julio Rodríguez (presidente federal de Paz Ahora), Rajab Miri (refugiado palestino de Gaza y delegado de Paz Ahora en Canarias), Ana Gómez (responsable de la Oficina federal de Paz Ahora) y otros activistas de este colectivo con el objetivo de unirse al convoy británico «Viva Palestina» […]
Alberto Arce parte este viernes para Egipto junto a Julio Rodríguez (presidente federal de Paz Ahora), Rajab Miri (refugiado palestino de Gaza y delegado de Paz Ahora en Canarias), Ana Gómez (responsable de la Oficina federal de Paz Ahora) y otros activistas de este colectivo con el objetivo de unirse al convoy británico «Viva Palestina» coordinado por el diputado de Respect, George Galloway. El convoy compuesto por más de 100 camiones de ayuda humanitaria partió hace semanas de Gran Bretaña y atravesó Francia y el Estado español. Tras embarcar y cruzar el Estrecho, el convoy ha llegado a Egipto por la costa norteafricana y espera entrar en Gaza este domingo.
La onG Paz Ahora ha fletado tres camiones cargados con más de 72 toneladas de alimentos y medicamentos que se han unido al convoy junto a este grupo de activistas. Parte de la carga ha sido donada por la Asociación Hispano-Palestina «Jerusalén», por la Fundación «Araguaney» de Amistad con Palestina, Ecologistas en Acción, «Patio de las Maravillas» y otras entidades.
Javier García: ¿Que sientes y que esperas ante la posibilidad de volver a entrar en Gaza?
Alberto Arce: Cuando los bombardeos terminaron, cerraron en falso una situación: la que generaba atención en los medios de comunicación extranjeros, que inmediatamente pasaron a otro tema. Es importante recordar que desde junio de 2006 Gaza está sometida a un bloqueo total por parte de Israel y que ese bloqueo continúa a día de hoy. Que un millón y medio de personas vivan encerradas en la Franja debería constituir un escándalo, debería provocar una reacción en la Comunidad Internacional, no debería aceptarse como un hecho consumado al que responder únicamente desde lo humanitario. Allí no ha habido un terremoto. Si la población está privada de sus necesidades básicas es debido al bloqueo israelí. Uno no va a Gaza a buscar la noticia sino en el marco de un compromiso firme con la realidad de quienes allí viven y la voluntad de contribuir a que esa realidad se conozca.
¿Qué opinas sobre la reciente visita de Hilary Clinton a Israel?
Ha insistido en garantizar la seguridad de Israel, sin insistir en que el camino más justo para eso es garantizar al mismo tiempo la de la población palestina. Si no se mencionan la ocupación ni el bloqueo, si no se abre una vía de interlocución con quién controla la Franja de Gaza, sus matices respecto a la colonización de Cisjordania, meramente declarativos pero que no conllevan medidas de retorsión legal paralelas, son un gran teatro.
¿Qué cambiará con Netanyanhu al frente del Gobierno israelí?
Nada. Lo que aquí se llama «sector centrista del gobierno», Livni y Barak, son quienes han desatado la campaña contra Gaza. Netanyahu y Liebermann los acusaban de blandos. Con estas personas en el gobierno se abre un escenerio peligroso con líderes israelíes que no quieren oír hablar de un estado palestino y que, sobre todo, están dispuestos a desarrollar acciones contra la población palestina que vive dentro del estado de Israel. Si nadie les indica el camino de la legalidad internacional, la violencia campará a sus anchas y el sufrimiento de la población ocupada aumentará aún más.
¿Hay posibilidades reales para reestablecer la unidad de los palestinos frente a la ocupación?
Probablemente, si no se condicionase desde el exterior la resolución de sus problemas internos, sería más fácil. Si no se hablase de gestionar la reconstrucción a través de una entidad que en Gaza no tiene representación, si alguien se sentase a hablar con el gobierno de facto de la Franja, si permitiesen a sus líderes viajar a Europa, si se exigiesen responsabilidades a quienes en nombre de los palestinos juegan con Israel hace tiempo en un proceso de paz que sólo es proceso, pero no es de paz, sería más fácil apoyar un proceso político real, que surgiese desde dentro. El presidente palestino Abu Mazen terminó su mandato el pasado 9 de enero. Es importante que se celebran elecciones para resolver la anormalidad de la fractura entre Gaza y Cisjordania. Es importante que se abran los pasos a Gaza para que así Hamas pueda respirar junto a su población y comiencen a valorar que es más rentable la vía negociada que la de los cohetes Qassam. Es muy complejo. No se puede reducir la explicación a veinte líneas.
En la reciente cumbre de la reconstrucción de Gaza los países participantes han puesto como condición que Hamás no gestione los fondos, ¿qué opinas sobre esto?
Que la comunidad internacional trate de gestionar la ayuda que los palestinos, lamentablemente necesitan debido al bloqueo israelí es, más o menos, como pedirle al Barça y al Madrid que juegen y que el resultado del partido se decida en el estadio del Sevilla. El emperador está desnudo y siguen relacionándose con él como si estuviese vestido. La ayuda humanitaria es necesaria, pero esa necesidad surge de un hecho político modificable: el comportamiento del ejército israelí bloqueando Gaza. Esa es la cuestión a resolver. Hablan sobre las nubes cuando en realidad hace sol, derivan la solución al problema palestino cada vez más lejos de sus causas. No están más que empeorando la situación continuamente. Negándose a aceptar la realidad de que los palestinos eligieron a un gobierno de manera democrática, algo que nuestros socios en la región como Egipto, Jordania, Siria o Arabia Saudí no han hecho nunca. El Rey de España se abraza con el rey de Arabia Saudí y nadie pone en cuestión su integrismo, su régimen feudal o que las mujeres no puedan siquiera conducir un coche en su país.
Para terminar, Alberto, la pregunta obligada en este tipo de entrevistas. Un estado, dos estados, una federación, ninguno…¿qué opinas?
Que los palestinos, el día que termine la ocupación de su territorio, tendrán un interesante debate por delante sobre cómo constituir su forma de estado y de gobierno y asistiré como curioso espectador al mismo. Son ellos quienes deben decidir y son demasiadas las veces en que desde el extranjero surgen oráculos que tratan de aconsejarles sobre algo que sólo les compete a ellos y ellas.
Gracias, Alberto, suerte y buen viaje.