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El proceso de normalización de Israel, potencia ocupante, avanza

España hace maniobras militares, dentro de la OTAN, con Israel, potencia ocupante y pirata

Fuentes: Rebelión

España ha participado en las maniobras militares denominadas Sabre Strike que se celebraron en la primera quincena de junio del año pasado en el Báltico, contiguo a la frontera rusa, junto con 19 países de la OTAN y, por primera vez, en estos ejercicios militares ha participado el ejército de ocupación de Israel, según ha […]

España ha participado en las maniobras militares denominadas Sabre Strike que se celebraron en la primera quincena de junio del año pasado en el Báltico, contiguo a la frontera rusa, junto con 19 países de la OTAN y, por primera vez, en estos ejercicios militares ha participado el ejército de ocupación de Israel, según ha confirmado el gobierno en respuesta a una pregunta parlamentaria del diputado Miguel Ángel Bustamante de Unidos Podemos.

No es la primera vez que militares españoles participan con unidades israelíes en maniobras militares. Así, hay constancia que España también participó en el año 2006 en unas maniobras de la OTAN, que incluían desembarcos de tropas en playas, meses antes de que Israel invadiese El Líbano.

Los expertos de esos temas dicen que las maniobras militares contribuyen a la estabilidad y a la paz. Pero, más parecen entrenamientos de ocupación y agresión. En todo caso, esa es la práctica del ejército de ocupación israelí y de algunos de los países que conforman esa estructura militar.

Este sería el caso, cuando un mes más tarde de esas maniobras, el 29 de julio, la armada israelí abordaba y secuestraba en aguas internacionales al barco noruego Al Awda (El Retorno, haciendo referencia al derecho al retorno de los refugiados) y a los integrantes de la Flotilla de la Libertad.

Los gobiernos de esos países de la OTAN y de la Unión Europea que han asumido labores contra la piratería en Somalia y de control en el Mediterráneo no dijeron nada o, peor, se congratularon de que las fuerzas armadas israelíes fueran comedidas en el abordaje, aunque hubiera personas con costillas rotas y magulladuras y los bienes personales, el material sanitario que llevaba el barco, junto con el propio barco, un pesquero que también iba a ser donado a los gazatíes, robados. Y todavía, en febrero de 2019 no devueltos.

La premeditación israelí del asalto era conocida. No sólo por experiencias anteriores, también el matón del embajador en las Naciones Unidas, Danny Danon, ya lo había anunciado días antes. Y, ¿el segundo asalto al barco sueco Freedom el día 3 de agosto? Pues más de lo mismo. Un asalto pirata en las costas somalíes no se hubiera consentido. Aquí, ni el ministro Borrell, ni la vicepresidenta Mogherini de la Comisión Europea se dieron por enterados.

Esta última, meses después, contesta a los eurodiputados Ángela Vallina y Javier Couso de la Izquierda Unitaria Europea (GUE) que «como ya se sugirió en 2016, una flotilla no es la respuesta adecuada para la situación humanitaria en Gaza, al poner en riesgo la seguridad de sus participantes y por su potencial para que la situación empeore. Abordar la grave situación humanitaria y socioeconómica de la Franja de Gaza es una prioridad inmediata para la UE. (…) la UE seguirá reclamando un cambio fundamental de la situación, que incluya el fin del bloqueo y la apertura total de los pasos fronterizos, sin olvidar las preocupaciones de Israel en materia de seguridad».

Desde la UE hay llamadas de atención frente a leyes húngaras y polacas, pero se mira a otro lado a la institucionalización del apartheid, como es la ley Estado Nación Judío, que se dan los sionistas israelíes. Los embajadores de los países de la UE sitos en Jerusalén Este y Ramala enésimamente lo reflejan en su último informe al Servicio Exterior en Bruselas, pero sin que tenga repercusión. Se sanciona a Rusia por el conflicto con Ucrania, pero no al ocupante israelí. La navegación pacífica, por aguas internacionales, y acceder a la palestina Gaza no es defendida. Se hacen maniobras militares con la potencia ocupante y pirata. Se refuerzan los convenios con Israel y no se aplica, en la práctica, restricciones aduaneras a los productos de las colonias sionistas; y el sistema judicial israelí al servicio de la ocupación, y no de los Convenios de Ginebra y del derecho internacional, es respetado por España y la UE.

Por último, el gobierno español aprueba la venta de armas a Arabia Saudí y sigue vendiendo artilugios a Israel. Ante el escándalo de la razón de Estado, el gobierno hace unas declaraciones políticas de tal vez, es posible, quizá España reconocerá algún día a Palestina. Borrell dixit, casi contemporáneamente al ultimatun de 8 días al gobierno de Venezuela.

Las declaraciones de Borrell sobre el reconocimiento de Palestina son un a distracción ante los hechos del día a día de la normalización española, europea e internacional con la potencia ocupante. El ‘colegueo` de las conjuntas maniobras militares «con la intención de establecer puentes y fomentar la confianza para facilitar la creación de un marco de seguridad y estabilidad», en palabras justificadoras del gobierno español.son ¿para facilitar la ocupación, la colonización, expulsar a los palestinos de su tierra, robar el gas de Gaza y bloquear a sus habitantes por tierra, mar y aire?

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.