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Fanfarria y gatitos en las bodas de plata de General Motors de Zaragoza

Fuentes: Rebelión

Los medios informativos de Zaragoza se han volcado en informar sobre la celebración de las bodas de plata de la factoría de la General Motors en Zaragoza. El Heraldo nos obsequia el día 5 con un suplemento de ocho páginas dedicado al evento, con muchas fotos, un aluvión de cifras sobre inversiones y volúmenes de […]

Los medios informativos de Zaragoza se han volcado en informar sobre la celebración de las bodas de plata de la factoría de la General Motors en Zaragoza. El Heraldo nos obsequia el día 5 con un suplemento de ocho páginas dedicado al evento, con muchas fotos, un aluvión de cifras sobre inversiones y volúmenes de producción y una entrevista con Perez Bayona, presiente de la Compañía en España. Y el día siguiente, el de la fiesta, nos informan con grandes titulares tanto el Heraldo como El Periódico de Aragón dándonos la lista de los personajes importantes que estaban presentes y de sus declaraciones. Además, el Periódico de Aragón le dedica el Editorial y algunas reseñas y comentarios de sus periodistas.

La fiesta quedó deslucida por la presencia de buena parte de los trabajadores (en total son 227) que tienen su futuro en el alero ante los planes de la empresa de contratar con otras empresas algunos departamentos de la fábrica, concretamente, el Taller Central de Mantenimiento y la Planta de Aguas y Energía.. Los trabajadores del turno de tarde vinieron a la fábrica una horas antes de la entrada y, con gritos y abucheos, les amenizaron la fiesta a los asistentes, la plana mayor de la GM. Allí estaban el presidente de la compañía, Rick Wagoner, el de las plantas europeas, Foster, el de España, Bayona, y Marcelino Iglesias, el ministro de Industria Joan Clos y el embajador norteamericano.

Como nota folclórica, no podía faltar un representante del aparato de CC OO en Aragón, Julián Buey y otro del de UGT, Julián Lóriz, a pesar de que los delegados de ambos sindicatos en la fábrica, que no asistieron, habían encabezado una concentración de los afectados en la Plaza de España el sábado pasado, con una gran pancarta que rezaba «Nosotros no tenemos nada que celebrar». Pero, amigo, como ya se sienten una institución más de este Estado, los jerifaltes del sindicato no dudan en dejar en ridículo a sus fieles delegados sindicales, que, lejos de enfadarse, aceptan con gusto el papel que se les asigna en esta comedia que esos sindicatos están representando en todo el país.

El suplemento de 8 páginas del Heraldo del domingo ignora prácticamente el conflicto actual y se dedica a engrandecer el papel jugado por la planta de la GM en Aragón, con un historial completo de la producción en estos 25 años, y una mareante catarata de datos y cifras (evolución anual del volumen de producción por modelos, del de ventas, de las inversiones, de la red de empresas que se ha creado en Aragón para suministrar componentes y de los índices de exportación).

Hay otros datos y otras cifras que se le «olvidan» al Heraldo. Por ejemplo, nada dice sobre los beneficios que ha sacado ni lo que de los mismos ha enviado a la casa matriz. Nada dice sobre el nivel de absentismo, nada dice sobre la cifra de lesionados, de operados, de accidentados ni de expedientados, castigados y despedidos o de prejubilados prácticamente forzados, que también los hay. Y, naturalmente, ninguna cifra sobre los salarios que esos ejecutivos se ponen a sí mismos. Todo es bueno y bonito. A tono con ello, en la entrevista a Perez Bayona no hay ni una sola pregunta que le pueda poner en cualquier aprieto, por leve que sea.

Sobre los trabajadores estas líneas: «La Cámara de Comercio de Zaragoza señala la aplicación de los avanzados sistemas de gestión de calidad, la formación de profesionales de primer nivel y las técnicas mas innovadoras en logística, salud laboral, ergonomía y medio ambiente.». Y estas otras: «Otro de los factores clave que inclinaron la balanza a favor de Aragón cuando la multinacional se planteó su instalación en España para fabricar el Corsa fue el capital humano, dada su preparación y competitividad. La importante demanda de empleo derivada del establecimiento de la factoría encontró su respuesta en la cualificación de la población activa aragonesa».

Es decir, antes de empezar ya conocía ese capital humano y por eso la puso. Esta estupidez tiene su significado: Pasarle la mano por la cabeza al gatito para que ronronee de satisfacción y nos corresponda pasando el lomo por nuestra pierna. Tal es el concepto que tienen de los trabajadores.

Como todo es bueno y bonito, también tiene que ser barato, para cumplir el dicho. Así es que todas las declaraciones de los manager en la fiesta, aparecen una y otra vez los apelos a reducir costos, mejorar la competitividad, etc, adobado con las alusiones al entorno duro y difícil, etc. etc. Y Buey y Lóriz, encantados de conocerlos.