Felipe González y Miguel Ángel Moratinos discreparon ayer en Sevilla sobre el conflicto palestino-israelí en presencia del embajador de Israel, Víctor Harel, que reaccionó con dureza ante las declaraciones del ex presidente de gobierno. En su intervención en el seminario España-Israel, veinte años y cuatro meses después, organizado para conmemorar el establecimiento de relaciones diplomáticas […]
Felipe González y Miguel Ángel Moratinos discreparon ayer en Sevilla sobre el conflicto palestino-israelí en presencia del embajador de Israel, Víctor Harel, que reaccionó con dureza ante las declaraciones del ex presidente de gobierno. En su intervención en el seminario España-Israel, veinte años y cuatro meses después, organizado para conmemorar el establecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países, González, a pregunta de este periodista, afirmó que «hay que hablar con Hamas». Harel mostró entonces abiertamente su disgusto y, ya en ausencia de González, el ministro español de Asuntos Exteriores rechazó las declaraciones del ex presidente.
González analizó en una conferencia el contexto histórico en el que su Gobierno decidió, hace veinte años, establecer relaciones diplomáticas con Israel. «El acuerdo se firmó el 17 de enero (1986), una vez superada la fecha del ingreso de España (1 de enero) en la Unión Europea; la fecha elegida no fue capricho, sino la voluntad de reafirmar la autonomía de España», dijo en referencia a las presiones que habrían ejercido los gobiernos comunitarios para que reconociera a Israel. Al abrirse el turno de preguntas, el ex presidente fue invitado por este corresponsal a pronunciarse sobre la posibilidad de ignorar o no a Hamas, el movimiento palestino integrista que ha formado gobierno tras obtener mayoría absoluta en las elecciones del pasado febrero.
«Creo que hay que hablar con Hamas y no se puede cortar la ayuda económica al pueblo palestino», contestó González, quien añadió: «Israel no puede actuar unilateralmente».
El embajador israelí reaccionó entonces con dureza. Harel se declaró «sorprendido» y dijo que González había ignorado que «Hamas es una organización terrorista». «Nadie en Israel, incluidos sus amigos socialistas, dicen que hay que hablar con Hamas», añadió el embajador. «Usted ha hablado. Dijo que no quería ser impertinente. Allá usted», acabó el embajador.
González replicó ratificándose en lo que había dicho, y añadió, como una banderilla de fuego, que «Hamas fue en parte una iniciativa de Israel». El ex presidente dio por zanjada la cuestión después de afirmar que está convencido de que «hay que hablar con Irán».
La polémica se reactivó una vez que el ex presidente abandonó el seminario, organizado por la Fundación Tres Culturas y la Asociación de Periodistas Europeos. Entonces intervino el ministro español de Asuntos Exteriores, que, compartiendo mesa con el embajador de Israel, se desmarcó de las declaraciones de González. «No comparto todas sus opiniones», dijo Moratinos en referencia al ex presidente. «No quiero que un gobierno radical islámico se instale en el corazón de Oriente Medio. Claro que hay que hablar con Hamas, pero con condiciones: primero tiene que renunciar a la violencia, después tiene que respetar la legalidad internacional y, finalmente tiene que reconocer a Israel», afirmó.