Traducido para Rebelión por Marwan Pérez
En una mañana de verano abrasador, los trabajadores están añadiendo filas de ladrillos de barro a la comisaría de policía que se construye en Sheikh Zayed, en el norte de Gaza.
«Empezamos a construir el 20 de junio», dice Mohammed el-Sheikh Eid, un ingeniero asesor del Ministerio del Interior de Gaza. «Dado que esta es la primera vez que hemos construido a esta escala con ladrillos de barro, no podemos calcular exactamente cuánto tiempo tardará en completarse. Tal vez otros dos meses o así».
El está seguro, sin embargo, que finalizará antes de las lluvias de invierno.
Desde que la guerra en Gaza terminó un número de casas han sido construidas con barro de dos o tres habitaciones. La nueva estación de policía en Sheikh Zayed es uno de los proyectos más grandes y más ambiciosos.
Una intrincada serie de paredes gruesas, cámaras con profundos arcos, convirtiendo en una rendición artística el anterior edificio, la comisaría de policía de cemento que fue bombardeada durante los ataques. Cuando esté terminada tendrá 550 metros cuadrados, incluyendo 7 oficinas de 3,5 m por 3,5 metros, y 8 cámaras de 3 m de ancho por 8 m de largo, con techos abovedados.
En contraste con las nuevas casas hechas con ladrillos de barro en Gaza, con sus grietas terminadas por dentro y por fuera, el diseño de la estación de policía es una réplica del elegante estilo tradicional palestino de piedra o barro: filas ordenadas de ladrillos hacen el marco de las ventanas y las puertas en unos resolutivos arcos, con bóvedas sorprendentemente suaves que rematan en salas abovedadas y pasillos. La estación de un solo piso, con sus múltiples cúpulas en la azotea, recuerda la arquitectura de las casas palestinas desde Nablus a Jerusalén.
El lugar, junto a la carretera de la costa que llega a Beit Lahia, es abierto y espacioso, teniendo un contrastante telón de fondo: bloques de apartamentos de cemento construidos mucho antes del asedio israelí en Gaza, cuando el cemento era accesible.
El ingeniero y supervisor del lugar, Sameh Al-Khalout explica a pequeña escala el proceso artesanal de construcción.
«Los ladrillos de barro toman entre una y dos semanas para formarse y secarse», dice, señalando las filas de ladrillo secados al sol. «Cada ladrillo cuesta hacerlo aproximadamente un shekel (un cuarto de dólar)».
Al-Khalout dice que el barro se trae de un área cercana a Beit Lahia, y la paja viene de los agricultores locales. «Vamos a poner esta pasta en el techo, para sellar y proteger de la lluvia».
La madera es utilizada temporalmente para andamiar los arcos de techo y ventanas hasta que se endurezca el mortero de barro. Entonces, la madera se quita y se vuelve a utilizar en otro lugar de la misma manera.
Aparte de estas tablas de madera, ningún otro material convencional ni demasiado caro se utiliza.
El cemento llega de contrabando a través de los túneles entre Egipto y Gaza, y cuesta como diez veces el precio que costaba antes del asedio. Una tonelada de cemento de los túneles sale por 3.400 shekels (850 dólares), frente a los 350 shekels que costaba antes de junio de 2007.
Husam Toubil de las Naciones Unidas para el Desarrollo afirma que Gaza requiere de 50.000 toneladas de cemento para reconstruir las casas destruidas, y 41.000 toneladas para los edificios públicos.
Al-Khalout dice que los problemas van más allá de la falta de disponibilidad de los materiales. «Para la mayoría de nuestros trabajadores, esta es su primera experiencia en la construcción con ladrillos de barro.
«Desde que tenemos que poner en la arcilla paja y grava, y la mezcla de cemento y barro, hacer los ladrillos y después construir la comisaría actual, necesitamos más trabajadores que cuando se usa cemento».
En una franja cerrada donde el desempleo se acerca al 50 por ciento y la pobreza ha alcanzado el 90 por ciento, según un informe reciente de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCATD), los trabajadores se enfrentan al calor por tener la oportunidad de ganar 40 shekels al día.
Desde que el asedio a Gaza fuese reforzado en junio de 2007, casi no hay materiales de construcción que hayan entrado, según un informe de la OCHA. En comparación con antes de los ataques, los niveles de importación eran de 7.400 camiones al mes, de enero a mayo de 2007.
Según las noticias de la Web de Naciones Unidas, 3.900 camiones entraron en Gaza desde enero a mayo de 2007. Durante el mismo período de este año, sólo seis camiones han podido entrar. Estos materiales son para proyectos de agua, de enorme necesidad y complejidad que esperan por largo tiempo.
Las autoridades israelíes dicen que la prohibición de los materiales de construcción es para evitar que Hamas haga un «doble uso» de estos artículos para actividades militares.
Sin embargo, las agencias que no son coordinadas por Hamas, escuelas y centros sanitarios se enfrentan a la mismas restricciones de importación de cemento, grava, madera, azulejos, tuberías, pintura, vidrio y barras de acero, señala el informe de la OCHA.
La técnica de ladrillos de barro, extendida más allá de los hornos de arcilla, prevalece en Gaza para la construcción de viviendas, lo que podría responder a algunas de las enormes necesidades de construcción de Gaza.
Al este de la ciudad de Gaza, en el distrito de Al-Shojayia, los ingenieros se enfrentan al desafío de construir un edificio de arcilla de varias plantas: una escuela de tres pisos para 600 niños con discapacidad está en construcción, utilizando una combinación de ladrillos de barro y los escombros de la restos de casas y edificios destruidos durante los ataques israelíes.
Según un informe del periódico The Guardian, el ingeniero Maher Al-Batroukh y los ingenieros de la Universidad experimentan con arcilla para hacer ladrillos más fuertes. Cuando se haya terminado, la escuela será aproximadamente del doble del tamaño de la comisaría de policía, con similares techos abovedados y revestimiento.
Observando el éxito de los esfuerzos de construcción de arcilla, el Ministerio de Obras Públicas de Hamas ve una alternativa en la construcción con ladrillos de barro, con planes para construir casas de varias plantas y volver a construir los edificios públicos destruidos.
Mientras que algunos están encontrando los medios para eludir la prohibición de Israel en casi todo lo necesario para reconstruir en Gaza, el asedio en curso en la Franja sigue golpeando la vida cotidiana hasta tal punto que las últimas notas de las Naciones Unidas informan que las fronteras cerradas y los retrasos en la entrada de mercancías está devastando la vida y causando un gradual sub-desarrollo.
El informe de la OCHA cita el daño a la educación, incluyendo el hacinamiento debido a que las escuelas fueron destruidas o dañadas, y el rechazo o retraso a la entrada de materiales escolares.
En una declaración del 2009 Agosto, Maxwell Gaylard, Coordinador de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas para el territorio palestino ocupado, señaló que el «deterioro y descomposición del agua y saneamientos en Gaza está agravando una ya severa y prolongada negación de la dignidad humana en la Franja de Gaza».
Gaylard, junto con la Asociación de Agencias de Desarrollo Internacional (AIDA), señala que el rechazo de Israel a la entrada de equipo y suministros necesarios para la construcción, mantenimiento y operación de instalaciones de agua y saneamiento desde junio de 2007 ha llevado a «la degradación progresiva de estos servicios esenciales».
Después de la destrucción de los ataques israelíes, la declaración dice que los servicios de agua y saneamiento de Gaza están al «borde del colapso», señalando que los suministros escasos permitidos no son «ni de lejos suficientes para restablecer el agua en pleno funcionamiento del sistema de saneamiento».
Alrededor del 60 por ciento de la población no tiene acceso permanente al agua, señala el comunicado. Alrededor de 10.000 personas en Gaza no tienen acceso a la red de agua en absoluto. Esto, combinado con el 50-80 millones de litros de agua sin tratar y las parcialmente tratadas aguas residuales que se vierten a diario desde enero de 2008, agrava la crisis de agua y saneamiento.
Aunque algunas personas con recursos han construido casas a pesar de la prohibición de cemento, estos distintos informes destacan que los múltiples problemas creados por el asedio y los ataques israelíes en Gaza son demasiados para ser resueltos por la improvisación y el barro.
El Centro Palestino para los Derechos Humanos (CPDH) informa que 60 comisarías de policía fueron destruidas o dañadas durante el invierno 2008-2009 por los ataques israelíes en Gaza.
El informe de agosto de 2009 de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) dice que más de 6.400 casas fueron destruidas o gravemente dañadas, y más de 52.000 sufrieron daños menores de los bombardeos durante la guerra de invierno de Israel en Gaza.
El informe de la OCHA dice que el constante asedio israelí en Gaza ha impedido la reconstrucción o reparación de 13.900 viviendas, incluyendo aproximadamente 2.700 casas dañadas o destruidas en anteriores operaciones militares israelíes y de 3.000 viviendas destinadas a reemplazar las inadecuadas viviendas de los campamentos de refugiados repletos de gente.
Más de 20.000 palestinos permanecen desplazados en Gaza, y aproximadamente 100 familias aún viven en carpas de emergencia proporcionadas por los organismos de ayuda.
El CPDH informa también que 215 fábricas y 700 empresas privadas, 17 universidades o centros de formación superior, 15 hospitales y 43 centros de salud, y 58 mezquitas fueron destruidas o dañadas durante los ataques. Las Naciones Unidas dice que 298 escuelas fueron destruidas o dañadas.
Todos ellos esperan la reconstrucción, como lo hace la destruida economía de Gaza.
Fuente: http://www.ipsnews.net/news.
Para ver las fotos de las construcciones con ladrillos de barro
http://ingaza.wordpress.com/