Traducido para Rebelión por Susana Merino.
Para comprender la escalada de Gaza, es necesario recordar algunos datos de este territorio (360 km2 con más de un millón y medio de habitantes, es decir, más de 4.500 de habitantes por km2, lo que lo que lo convierte en uno de los lugares del planeta con mayor densidad de población) ocupado desde 1967 por Israel. Aunque se haya retirado su ejército, sus accesos se hallan permanentemente controlados por Israel; la misma circulación por esta estrecha franja de tierra es limitada y el bloqueo instalado desde hace años se mantiene: para las Naciones Unidas, Gaza es un territorio ocupado.
Los datos que se consignan a continuación han sido proporcionados por la Oficina de las Naciones Unidas para la coordinación de los temas humanitarios en los territorios palestinos (OCHA o Pt) en un documento de junio de 2012 titulado «Cinco años de bloqueo: la situación humanitaria en la Franja de Gaza».
A partir de junio de 2007 el gobierno israelí decidió intensificar el bloqueo de este territorio, sin embargo ya, severamente controlado.
El 34% de la población (la mitad jóvenes) se halla desempleada.
El 80% de la población depende de la ayuda alimentaria.
El PIB por habitante era un 17% menor, en términos constantes, que el del 2005.
En 2011 salía de Gaza un camión diario transportando productos para la exportación, es decir un 3% menos que en 2005.
El 35% de las tierras cultivables y el 85% de las aguas pesqueras son parcial o totalmente inaccesibles para los gazatíes debido a las restricciones impuestas por los israelíes.
El 85% de las escuelas tienen que funcionar en doble turno -mañana y tarde- debido a la sobrepoblación.
Cualquier guerra viene acompañada de una intensa propaganda y el gobierno israelí ha demostrado ser un maestro en la materia. Ya a partir de la ofensiva de diciembre 2008-enero 2009, se manifestó un desencadenamiento mediático (Marie Benilde, «Gaza, plomo fundido en las cabezas»). Algunos intelectuales franceses, entre ellos el indescriptible Bernard Henri-Levi, contribuyeron a esta desinformación.
El hombre asesinado por Israel, Ahmed Jabari, era el jefe del ala militar de Hamás. Muchos medios lo presentan como un «terrorista» responsable de todos los ataques a Israel. Sin embargo la realidad dista mucho de ese retrato, más allá del propio uso del término «terrorismo», particularmente ambiguo. Una vez más ha sido un periodista israelí, Aluf Benn, quien ha destacado «Israel mata un subcontratista en Gaza» Haaretz, 15 de noviembre de 2012.
«Ahmed Jabari era un contratista encargado de mantener la seguridad israelí en la franja de Gaza. Esta denominación parecerá sin duda absurda a todos aquéllos que en el curso de las últimas horas han recibido la información de que Jabari era un «archi-terrorista», el jefe de los terroristas o sea nuestro Bin Laden.
La realidad es que durante estos últimos cinco años y medio, Israel ha exigido a Hamás que respete la tregua en el sur y el control sobre numerosas bandas armadas en la Franja de Gaza. El hombre a quien se confió esta tarea era Ahmed Jabari».
Basta con observar los gráficos publicados por el ministerio de Asuntos Exteriores israelí sobre los disparos de misiles («Las violaciones palestinas del alto el fuego desde que acabó la Operación Plomo Fundido» del 14 de noviembre de 2012) para darse cuenta de que en términos generales, la tregua se estaba respetando perfectamente. La interrumpieron los ataques del ejército israelí los días7 y 8 de octubre de 2012 y después los de los días 13 y 14 de octubre, provocando desde entonces una escalada sin tregua. Y en vísperas del asesinato de Jabari acababa de finalizar para Egipto, lo que confirma el testimonio del militante por la paz Gershon Baskin, consignado en Haaretz: «El activista israelí por la paz y líder de Hamás Jabari fue asesinado mientras se mantenían conversaciones sobre una tregua prolongada», 15 de noviembre.
Cada escalada se produce a continuación de asesinatos centrados en militantes palestinos en Gaza. Estas ejecuciones extrajudiciales son ya una práctica antigua del gobierno israelí (a la que desde hace mucho se alían los EE.UU.) ¿Habló usted de terrorismo? (leer «De Gaza a Madrid, el asesinato selectivo de Salah Shehadeh», de Sharon Weill, Le Monde diplomatique, setiembre de 2009).
El escenario de 2009 fue exactamente el mismo. Mientras en el lado palestino se respetaba la tregua («List of Palestinian rocket attacks on Israel 2008» Wikipedia), el asesinato de siete militantes palestinos, en noviembre, desembocó en una escalada y en la operación «Plomo Fundido».
Sobre las violaciones del alto el fuego por arte de Israel en los últimos años se puede leer a Adam Horowitz «Two new resources. Timeline of Israeli escalation in Gaza and Israel’s history of breaking ceasefires» (Mondoweiss, 14 de noviembre de 2012)».
Por otra parte es difícil hablar de un enfrentamiento entre ambas partes: los F16 israelíes y los misiles palestinos no son armas equivalentes. El balance humano después de la tregua de enero de 2009 que siguió a la operación «Plomo Fundido]» lo confirma.
La organización israelí de defensa de los derechos humanos B’Tselem muestra la cuenta de los palestinos y de los israelíes muertos en Gaza entre el 19 de enero de 2009 y el 30 de septiembre de 2012 (Fatalities alter operation «Cast lead») 271 palestinos (entre ellos 30 niños) contra 4 israelíes.
Las cifras hablan por sí solas.
Fuente: http://blog.mondediplo.net/2012-11-15-Gaza-assassinats-et-desinformation
rCR