Israel no cumple con los estándares del Derecho Internacional, sin embargo los altavoces que tiene, multinacionales de la información, 5 dominantes en todos los medios del mundo, de los que 4 son sus dueños son financieros sionazis, no dejan ningún espacio a las causas de la guerra que mantiene contra el Pueblo Palestino y el […]
Israel no cumple con los estándares del Derecho Internacional, sin embargo los altavoces que tiene, multinacionales de la información, 5 dominantes en todos los medios del mundo, de los que 4 son sus dueños son financieros sionazis, no dejan ningún espacio a las causas de la guerra que mantiene contra el Pueblo Palestino y el resto de los Pueblos de Oriente Próximo. Su objetivo es la recolonización con el imperio estadounidense y las potencias europeas, construidas o levantadas con el petróleo robado en esos territorios en el pasado.
Pero sabiendo que puede ocurrir que nos perdamos cuando por esos medios nos dan como de gratis información de cada uno de los acontecimientos, trágicos y criminales, actos que lleva a cabo el ente israelí en su acoso al pueblo palestino desde 1948, prefiero entrar hoy al conocimiento concreto de las dificultades que encuentra un refugiado tan sólo para salir de Gaza, poniendo por delante datos que deben conocerse y se encuentran al alcance de cualquiera, los traigo aquí desde Wikipedia, datos que no se pueden negar, que por científicos y sucintos no puede ningún medio sionazi falsificarlos, ni siquiera los niegan en la tal Wikipedia.
Conviene, por otro lado, que los tengamos presentes como condiciones sociales, políticas y militares cuando nos hablan de Gaza, son las condiciones creadas por Israel para acabar con el Pueblo Palestino.
Gaza, o Franja de Gaza, está enclavada en Oriente Próximo y forma parte de Palestina, pero el ejército de ocupación ha fragmentado el país y ha aislado éste territorio. Con lo que se da a conocer como Israel, Gaza tiene 51 kilómetros de frontera, y otros 11 kilómetros con Egipto. El territorio es administrado por Hamas desde 2007, y desde entonces la población de Gaza sufre un terrible bloqueo, ilegal en todas las instancias internacionales,y considerado un acto de guerra, un genocidio, por el sufrimiento que causa a la población. Dispone de tan sólo 360 kilómetros cuadrados. Tiene 41 kilómetros de largo por entre 6 y 12 de ancho. Como parte de la presión que Israel realiza contra Gaza ha impuesto una franja de 500 metros de ancho en territorio gazati a lo largo de la frontera, lo que hacen 29 kilómetros cuadrados, más del 28% del territorio, con lo que trata de impedir que la población se aproxime al territorios israelí o los territorios ocupados por el sionismo.
Gaza, con el 2,33% de crecimiento demográfico en 2017, es la trigésima primera entidad política en subida poblacional. En 2017 contaba con 1.943.000 habitantes, lo que supone unos 4.167 habitantes por kilómetro cuadrado. Población que, a causa del brutal bloqueo por tierra, mar y aire, ya calificado de acto genocida, la población se encuentra desabastecida de todo cuanto es necesario para la supervivencia: no hay apenas agua potable, ni alimentos, ni medicamentos, ni electricidad, ni combustible, ni …. A lo que acompaña un nivel de desempleo que sobrepasa el 80% de la población, un 90% de ella sobre vive con las ayudas a los refugiados, hay enfermedades infantiles curables en occidente y que allí son insuperables, mutilaciones constantes causadas por las heridas que dejan los disparos y las explosiones de las tropas sionazis, a lo que se suman las enfermedades y mutilaciones provenientes de las tres guerras que Israel ha explotado para someter a estos extremos al pueblo de Gaza. Entre otras consecuencias se producen trastornos psíquicos que multiplican los suicidios entre jóvenes y mayores que ven que su vida en la cárcel que es Gaza se ahoga: pobreza, pobreza y pobreza extrema. Esas condiciones han hecho declarar a la inmensa mayoría de los gobiernos del mundo que Gaza permanece bajo ocupación israelí, incumpliendo además todas sus obligaciones para que la población no se vea castigada, cuando además el ejército israelí se reserva el derecho de asaltar Gaza si le interesa. La tierra de Gaza contaminada, las aguas subterráneas contaminadas, la costa de Gaza contaminada, y sobrevolando de manera continua aviones de vigilancia y bombardeo que mantienen la tensión entre la población cuya única vía de abastecimiento, más allá de las migajas que dejan los que ejercen el bloqueo, son los túneles escavados en el subsuelo por los que consiguen alcanzar algún alimento a precios desorbitados. La ONU se ha pronunciado declarando que en el año 2020 Gaza, bajo esas condiciones, resultará inhabitable.
¿Es una tragedia humanitaria? ¿Dónde están las denuncias y la presión sobre el ente neocolonial? ¿Dónde la preparación del asalto al ente sionazi por parte de los gobiernos europeos, la suspensión de relaciones políticas, económicas, militares? Después de que los gobiernos antes colonialistas se retirasen físicamente de los países que explotaban y condenasen el colonialismo como tal, han ido bordeando los límites legales y ahora no cumplen con sus obligaciones y protegen o exculpan al invasor, creado para la tarea neocolonial, tendiéndole encima una capa inocente que los medios de propaganda la convierten en imagen de estado, aunque sólo sea un seudo estado, desde el primer día de su creación sucio de sangre por los crímenes de genocidio cometidos, y que en toda su trayectoria le colocan, como decía al principio, fuera de todos los estándares del Derecho Internacional, Derecho que por su propia esencia de humanidad tan sólo le interesa destruirlo.
Después de la guerra que declaró a Gaza en 2014, tanto las organizaciones internacionales, como los gobernantes palestinos y hasta el mismo régimen israelí, todos prometieron ayudar a Gaza en la reconstrucción de los edificios derribados, de las infraestructuras, de sus medios de trabajo, de sus escuelas, universidades, hospitales, potabilizadoras, canalizaciones, su agricultura, su pesca, hasta su aeropuerto fue destruido, y todo lo demás, todo destruido por los sionazis. Pero lo cierto es que han venido otras invasiones, agresiones, actuaciones criminales y Gaza, el pueblo de Gaza, ha visto como se han destruido más y más sus viviendas, sus espacios de convivencia, su territorio.
Hoy, haciendo una entrevista, nos hemos encontrado el mismo drama sin solución humanitaria. La pregunta, hay que hacerla mil veces, no se debe olvidar, salta de una a otra persona: ¿quién es el causante?. Otras preguntas que salen de lo más profundo, ¿alguien se imagina en Europa vivir en ciudades sin luz eléctrica?, ¿con frigoríficos que se convierten en armarios de ropa?, ¿con la comida pudriéndose, leche, huevos, algo de fruta , pescado, …?
Israel impide la entrada a Gaza a las organizaciones internacionales para que presten cualquier tipo de ayuda. Hoy Amane, la organización a la que pertenezco, cuenta con la presencia de una persona de Gaza que ha podido salir después de 3 años de estar intentándolo. Queremos que sea partícipe de nuestros mejores deseos, y tras hacérselo saber, dialogamos con ella:
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¿Cómo ha sido la salida?
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La salida ha estado llena de problemas que en muchos momentos creímos no tendrían solución. Gaza está herida por todos los costados. Presente la documentación a la parte palestina de Ramalla y a la de Gaza a través de oficinas abiertas, siempre controladas en gaza por Hamas. La principal salida para cualquiera , en Gaza, es el paso de Rafah. Para salir por Rafah había presentado hace tres años la documentación, y sólo recibí promesas y promesas sin ningún resultado. Me llamaban algunos conocidos de esta administración para que les pagase un soborno, 400 dólares para agilizar mi salida. Yo sabía que el paso es una tortura, una humillación que dura 3, 4 días, con muchos controles palestinos y egipcios, hasta 25 controles; el trato es inhumano, en los puntos de descanso no hay agua potable, ni baño, ni sitio en el que sentarse, y el registro tanto físico como de equipaje es continuo. Te confiscan lo que les apetece de tus pertenencias, y en ocasiones te sacan del lugar para colocar a otra persona que ha pagado el soborno, y así me ocurrió.
Yo, como muchos, ya me había desesperado por la vida que llevamos en Gaza, y sólo pensar que iba a tener que enfrentarme a ello me hacía desesperar. Desde hace 5 años estoy parado, me quedaba en casa, sin poder trabajar de nada, no encontraba trabajo de contable, ni para limpiar cualquier cosa, …
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¿Pero finalmente cruzaste por Erez?
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Salir por el paso de Erez te cuesta 400 dólares, después tramitaciones para la oficina donde dejas la solicitud, impuestos para la Autoridad Palestina, la israelí y la autoridad jordana, tres permisos. Por fin conseguí el permiso de salida por el paso de Erez. Me llamaron de la oficina para decirme que el equipaje debía tener características determinadas y que no puede llevarse ni siquiera una botella de agua. La noche anterior a la salida no dormí, llevaba muchos meses esperando esta oportunidad. Para coger subir al autobús había que estar a las 5 de la madrugada. Finalmente a las 8 me dejaron en el control de Hamas. Debí contestar una batería de preguntas absurdas: ¿a dónde vas?. ¿por qué?, … A las 10 llegué al paso de Eres controlado por Israel, me volvieron a registrar todo, escanearon el pasaporte, me quitaron todo lo que no era ropa, cualquier objeto, y se lo quedan. Me dejaron pasar advirtiéndome de malas maneras que lo hacían porque tenía una invitación desde Europa, y para dejarme salir me hicieron un documento en el que se me advertía que no puedo volver en un año, si no aceptas esa condición te obligan a volver a la cárcel que hoy es Gaza. Tres horas después estaba en el control de la Autoridad Palestina, es un control rutinario para pagar impuestos, se supone que llegas ya más que registrado y bien limpio. Después de dos horas accedí al control jordano, y allí no puedes creer que no haya ninguna atención, si te creías libre tendrás que rebajar como puedas tus pulsaciones, te revisan otra vez la documentación y el equipaje como si fueses alguien de quien se sospecha, y has pasado control tras control, superado entonces te avisan de que sólo te dan 4 días para estar en Jordania. En total he tenido que gastar 500 dólares en transporte y otro tanto en impuestos para todos los controles. (El dinero fue recogido entre gente solidaria de Amane).
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¿Qué podemos esperar de Gaza?
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La gente ve, con un gran dolor, lo que pasa, los bombardeos de Israel, el aislamiento desde Egipto, la falta de agua, de alimentos, de medicinas, de luz eléctrica, de todo. Recibe por un lado y por otro presiones, amenazas, mira con desacuerdo la suspensión de los sueldos de la autoridad Palestina ha acabado produciendo una ola de suicidios por la desesperación en la que se vive, hay un sentimiento grande de fracaso personal y también se siente colectivamente. La gente sabe que el enemigo es Israel y que es Israel el responsable de lo que ocurre, por eso se está dispuesto a dar la vida por romper el bloqueo, por tener libertad. Pero creo que hace falta una única voz palestina, una voz unida, eso hace falta para vencer los obstáculos que encontramos.
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¿Qué dice la gente del poder de Hamas?
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La gente lo asume, pero hay miedo a la represión, y hay otro miedo que se presenta, el de la falta de una solución inmediata, ¿para cuándo?. La gente desconfía, se ve desprotegida, le cuesta mucho decir la verdad, tiene miedo, Hamas ejerce un gran poder sobre la población, pero también hay un gran rechazo a las medidas de la Autoridad Palestina. No se puede seguir así, tendrían que dejar de utilizar a una parte del pueblo para arrojarla contra la otra parte, tendrían que resolver los problemas a nivel político, abrir paso a la unidad, a una sola dirección. A diario leemos allí declaraciones de ayuda, pero la realidad es que somos refugiados, y ya estamos viendo que hace EEUU, sólo quiere asfixiarnos para que su socio Israel se haga con Oriente Medio. Los dos nos quieren pobres, quieren que suframos, quieren que el mundo se olvide de nosotros, y allí la gente, presa en Gaza, aguanta, resiste, y necesita que el resto de la gente del mundo se una y luche con ella.
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Desde Amane te deseamos la mejor estancia entre nosotros que seguimos junto al Pueblo Palestino.
Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: «Gaza 51 días», «Palestina. Crónicas de vida y Resistencia», «Dietario de Crisis», «Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero», y «Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios». Presidente de la Asociación Europea de Cooperación Internacional y Estudios Sociales AMANE. Miembro de la Comisión Europea de Apoyo a los Prisioneros Palestinos.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.