Israel reaccionó enérgicamente ayer por la noticia de que Gran Bretaña había emitido una orden de detención contra la ex ministra de Exteriores Tzipi Livni, advirtiendo que la medida tomada por un tribunal de Londres amenazaba las relaciones bilaterales, y proclamando que a no ser que Gran Bretaña cambiara la ley, pondría fin a las […]
Israel reaccionó enérgicamente ayer por la noticia de que Gran Bretaña había emitido una orden de detención contra la ex ministra de Exteriores Tzipi Livni, advirtiendo que la medida tomada por un tribunal de Londres amenazaba las relaciones bilaterales, y proclamando que a no ser que Gran Bretaña cambiara la ley, pondría fin a las visitas oficiales a ese país. El primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que la medida era «un absurdo». Mientras tanto, un incómodo Foreign Office se distanció de la acción legal, diciendo que «los líderes de Israel necesitan poder viajar al Reino Unido para tener conversaciones con el gobierno británico» por el bien de las relaciones entre los dos países.
Pero el embajador británico en Jerusalén, Tom Phillips, recibió una reprimenda de los altos funcionarios israelíes. Naor Gilon, vicedirector de la división europea, le dijo a Phillips que «si esto persiste la situación nos obligaría a considerar si los funcionarios deberían ir a Gran Bretaña o no». Según una declaración, Uzi Arad, un asistente de Netanyahu, le exigió al gobierno británico que tomara una acción parlamentaria para «actuar contra este fenómeno inmoral».
La llamada al embajador fue hecha después de que el Ministerio de Exteriores israelí confirmaba que una orden de detención sin precedentes había sido emitida por un tribunal de Londres contra Livni el sábado a instancias de activistas pro palestinos, acusándola de ser responsable de supuestos crímenes de guerra durante la devastadora Operación Plomo Fundido en Gaza, el invierno pasado. Livni dijo ayer que los querellantes habían «abusado» del tribunal. «Este es un juicio contra cualquier democracia que lucha contra el terrorismo», le dijo a la BBC.
El ministerio dijo que la orden fue cancelada más tarde, después de que los funcionarios supieron que Livni, líder del partido Kadima de la oposición, no estaba en Gran Bretaña, como había planeado estar originalmente. En su oficina dijeron que su ausencia no estaba relacionada con la orden de captura. Un funcionario israelí que pidió permanecer en el anonimato dijo que las preocupaciones de Israel sobre la jurisdicción universal habían sido tratadas con Downing Street por Ariel Sharon y Ehud Olmert cuando ellos fueron primeros ministros, y que Netanyahu también discutió el asunto con Gordon Brown. El funcionario dijo que Israel estaba «descontento porque esto no se había solucionado».
La orden de arresto contra Livni llega dos meses después de que un abogado intentara que se emitiera una orden de arresto contra el ministro de Defensa, Ehud Barak, cuando estaba de visita en Gran Bretaña. Otros funcionarios israelíes se han enfrentado a acciones similares en el pasado. «Con un pequeño cambio en la legislación, el tema podría por lo menos ser controlado, si no borrado totalmente del mapa», dijo Yuli Edelstein, el ministro de Información israelí. «De manera que creo que ya es hora de que el Parlamento británico haga algo con eso.» Una declaración de la cancillería israelí advirtió que Gran Bretaña no podría «cumplir un rol activo en el proceso de paz» si los líderes israelíes no podían visitar Gran Bretaña. Pero Zahava Galon, una ex miembro del Parlamento del partido liberal Meretz, dijo que la orden de arresto «debiera ser un luz roja para los dirigentes políticos ejecutivos». Añadió: «Antes de embarcarse en aventuras militares, deberían saber que pueden tener consecuencias a nivel internacional y que pueden pagarlas ellos mismos». Livni fue dura antes y durante la guerra, que la mayoría de los israelíes considera que fue una justificada respuesta a los disparos de cohetes de Hamas. Una política ejecutiva clave en el proceso apoyó la operación durante todo el tiempo. Dos semanas después del comienzo de la guerra dijo por la radio pública que Israel deliberadamente se «estaba enloqueciendo». «Le tenemos que demostrar a Hamas que hemos cambiado la ecuación», dijo. «Israel no es un país sobre el que se pueden lanzar cohetes y no va a responder. Es un país que cuando se dispara sobre sus ciudadanos responde volviéndose loco y esto es bueno.»
Livni no se inmutó por la noticia de la orden de arresto. «Desde mi punto de vista volvería a tomar las mismas decisiones, una por una», dijo en un discurso ante el Instituto para la Investigación de la Seguridad Nacional.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.