Con motivo de la conmemoración del día de la tierra, los militantes y simpatizantes del FPLP (Frente Popular de Liberación Palestina) en España, convocaron un acto que tuvo lugar el día 30 en la sede de la Comunidad Hispano Palestina Jerusalen en Madrid
-¿Palestinos? No sé lo que es eso, declaró en una oportunidad la ex primer ministro de Israel, Golda Meir. […]
Desde hace un cuarto de siglo la política oficial del Estado de Israel consiste en simular que los palestinos son jordanos, egipcios, sirios o libaneses que se han vuelto locos y dicen que son palestinos, pero además pretenden volver a las tierras de las que se fueron voluntariamente en 1948, o que les fueron quitadas no tan voluntariamente en las guerras de 1956 y 1967. Como no pueden, se vuelcan al terrorismo. Son en definitiva terroristas árabes.
Es inútil que en el Medio Oriente estos argumentos hayan sido desmantelados, reducidos a su última inconsecuencia. Israel es Occidente y en Occidente la mentira circula como verdad hasta el día en que se vuelve militarmente insostenible.
Rodolfo Walsh
Estas palabras que escribiera Walsh en 1974 son la mejor síntesis del conflicto palestino-israelí y anticipaban lo que en 1976 acabaría por convertirse en símbolo de la lucha del pueblo palestino: la lucha por la tierra; es decir, la resistencia a la ocupación, a la confiscación y la judaización de los territorios árabes. El 30 de marzo es para el pueblo palestino, esté donde esté -en los territorios ocupados en 1948, en Gaza, en Cisjorania o en la diáspora-, el día de la unidad. Ese día se conmemora el inicio de la entifada nacional que arrancó a partir de una huelga general y se expresó en cientos de manifestaciones en todas las ciudades y aldeas de la Palestina ocupada.
La conmemoración del 30 de marzo es una de las conmemoraciones de mayor relevancia para los palestinos porque, al conmemorarse el levantamiento popular, simbólicamente actúa como elemento unificador de las divergencias políticas y partidarias. Ese día en las distintas partes del mundo es posible encontrar actos conjuntos en los que las distintas organizaciones palestinas aparcan sus diferencias y se plantean una reflexión sobre el futuro, sobre las estrategias de lucha, sobre los ejes de cualquier negociación posible, momento en que se vuelven a delimitar los márgenes del enemigo sionista y se delinea el campo de batalla. Circunstancial o no, el hecho es que el Yaum al Ard (día de la tierra) es la expresión del fracaso de la estrategia israelí consistente en desarraigar, dividir y enfrentar a los palestinos.
En Madrid, en la sede de la Comunidad Hispano-palestina Jerusalen, se conmemoró el día de la tierra con la presencia de Nasser Kafarna, miembro del Consejo Nacional palestino y militante del Frente Popular de Liberación Palestina. Junto a él, el embajador palestino, miembro de Al Fatah, militantes del Frente Democrático del FPLN y distintas organizaciones de la izquierda del Estado español.
La intervención de Nasser Kafarna tuvo un único eje central: el proyecto de Unidad Nacional en el que están trabajando todas las fuerzas palestinas, incluidas las islámicas.
No se trata de un proyecto teórico, «hace un mes el Frente Popular realizó un llamamiento al que acudieron todos los grupos políticos palestinos, todos nos sentamos a la misma mesa, incluido Hamás y Alfatha. Fue el inicio del compromiso para relanzar los acuerdos ya tomados sobre la base de tres documentos: la declaración del Cairo, el documento sobre los presos palestinos y la iniciativa egipcia».
En estos momentos hay un pequeño impasse debido a los últimos acontecimientos en Gaza pero, según Nasser, en unas pocas semanas se espera poner de nuevo en marcha el proceso. La acogida que esta iniciativa ha tenido entre la población palestina, pero también del pueblo árabe en su conjunto, ha sido excepcional, no podía ser de otro modo. «Todo el mundo quiere que se unan las fuerzas palestinas, independientemente de su credo y su planteamiento político, sobre la base de lo acordado pero también dentro del marco de la OLP reformada y democrática. Este será el marco de la unidad que allanará el camino de cara a las futuras elecciones»
Tanto el invitado del FPLN como el embajador palestino resaltaron el papel de la OLP como único representante legítimo del pueblo palestino aunque reconocieron que existen dos organizaciones islamicas que están fuera de esta organización. Sin embargo, no parecieron considerar esto como un obstáculo en el proceso de unidad ya en marcha.
En relación a la UE y su seguidismo de las políticas estadounidenses, Nasser piensa que no habrá un cambio en la política europea ya que «todos los países europeos siguen dentro del sistema capitalista y como tales están liderados por el padre capitalista: EEUU. Sólo podría pensarse en un cambio si hubiera una variación en la correlación de fuerzas a nivel internacional que obligara a este cambio. Podría pasar si la población europea, que tiene distinta sensibilidad a la estadounidense, forzara a sus gobiernos a que hicieran un cambio. La proximidad geográfica, los distintos intereses, los peligros comunes que tiene que enfrentar la UE forzaría a un cambio de política dado que Israel es responsabilidad europea, históricamente, surge de Europa, y si esta quiere convivir con los intereses de sus vecinos, en términos de igualdad y reciprocidad, tiene que desempeñar un papel diferenciado respecto de EEUU y especialmente en relación a la causa Palestina. Para garantizar la convivencia con los países de la ribera del mediterráneo es necesario una relación constructiva por parte de Europa»
Desde el 2006 en que Israel perdió la guerra con el Líbano, y en el 2008 y 2009 contra Hamás, ha habido un cambio en la ecuación del enfrentamiento con el mundo árabe. Israel ha cambiado su estrategia política y militar en la zona. En primer lugar, dice Nasser, «el gobierno israelí se va a pensar mucho cualquier enfrentamiento frontal; en segundo lugar, no puede pensar en guerras rápidas como las que llevó a cabo con anterioridad. Su estrategia pasa por la guerra en lo que ellos llaman el frente interno». Este cambio se constata con las continuas amenazas a toda la zona, el recrudecimiento de la agresividad en el interior, la continuación de la política de asedio y matanzas. De hecho, dice Naser, «estamos viendo lo que han hecho en Bilin, han transformado a este pueblo desde donde salen continuas manifestaciones pacíficas contra el muro, en una zona militar cerrada durante seis meses.»
En cuanto a la relación con otros países de la zona como Irán, piensa Nasser que es uno de los temas más complejos para desentrañar. «Después de no haber logrado sus objetivos en Líbano y Gaza, con Irán, siendo un peligro estratégico para Israel, cualquier enfrentamiento entrañaría peligros enormes que podría activar el conjunto de la región, incluso a nivel mundial. Por ello no puede arriesgarse, salvo que tuviera algo coordinado con sus aliados de EEUU y de la OTAN. Pero en caso de que Israel vea que no tiene respuesta por parte de EEUU y quiera aventurarse a una guerra, sería estúpido, pero podría entrar en juego su visión apocalíptica, quién sabe, no podría descartarse un ataque».
En estos momentos, según Nasser Kafarna, y teniendo en cuenta la experiencia de los distintos frentes latinoamericanos en su enfrentamiento a un enemigo tan poderoso, la prioridad es construir un Frente Nacional Amplio que vuelva a unir a todas las fuerzas palestinas. «No se trata de un invento palestino. Todos los pueblos dispuestos a luchar y resistir a la ocupación han creado estos frentes. Éste frente permitirá acabar con la división interna, tanto política como territorial. En estos momentos nisiquiera podemos decir que tenemos un gobierno real, mientras no consigamos esta unificación no será posible enfrentar la judaización que pretende Israel así como la limpieza étnica. Han conseguido convertir a Cisjordania en una cárcel y a Gaza en el mayor campo de concentración a cielo abierto. Ahora tenemos un gobierno en Cisjordania, otro gobierno en Ramala y otro en Gaza. Hay que luchar por un gobierno real unificado.
Estando en el escenario madrileño, Nasser no pudo evitar hacer referencia a la Conferencia de paz para oriente medio que tuvo lugar el 30 de octubre de 1991 señalando que tanto este evento como los posteriores acuerdos de Oslo mostraron una trayectoria equivocada que habría que corregir sin dilación. «Hay que lanzar un grito para corregir esa estrategia errónea. Tenemos que acordar una estrategia unificada para abordar la ocupación y hacer más eficaz la resistencia. En primer lugar acabar con la división y en segundo lugar continuar con la entifada».
Nasser señaló lo que considera los principios de unidad: Para conseguir los objetivos que se han marcado todas las fuerzas políticas palestinas que están enfrentadas es necesario esa unificación ya que no hay contradicción en estos objetivos: la liberación de palestina, el retorno de los refugiados y construir nuestro estado con su capital en Jerusalem.
Parece pues, así se manifestó en Madrid el día 30, que existe algo más que la simple voluntad de emprender un camino de unidad de las fuerzas políticas palestinas. Tal vez el próximo año, el día de la tierra deje de ser una nueva conmemoración del levantamiento del pueblo palestino en 1976 y se conmemore también la unidad de todas las fuerzas palestinas.
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