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Hiperinformación intencionada, cínicos y a propósito… la ley «Solo sí es si»

Fuentes: Rebelión

Ciertamente cuando hablo de hiperinformación me estoy refiriendo al efecto de que poco o nada ayuda a una mejor información y sobre todo a estar informado.

Y que nos debería obligar a tener que repensar muchas cosas sobre tekné y modernidad. Pero concretemos, me estoy queriendo referir a la cuestión no baladí de todo lo que viene ocurriendo respecto a la ley del “solo sí es sí”, y que tantos titulares se han venido desparramando y que para empezar me viene a la cabeza aquello de que los medios hablan de lo que a la gente le preocupa o a la gente le ocupa lo que los medios les interesa, no menor el asunto. Pero, miren por donde una de las leyes europeas más avanzadas a la hora de asumir y recoger la directriz europea salida de Estambul respecto a centrar la violencia machista en el consentimiento y de manera más amplia a como lo venía reconociendo nuestro actual código penal (el actual código penal no recogía el consentimiento…) a pesar de todo lo que podríamos devenir en definir consentimiento y explicitar una amplia ejemplificación de casos en los que el mismo no viene recogido en el código penal. Tampoco me centraré en la recurrente posibilidad de pedir responsabilidades a aquellos y aquellas que durante más de un año vieron, observaron, estudiaron… todo ello se les presuponen para eso están y al final votaron en favor de esa ley que ahora tan bien critican, pues ya se dijo que podrían en base a derecho que se dieran casos en los que algunos “presos” se beneficiaran al ser una ley que ampliaba el abanico en los delitos de violencia machista pero al unificarlo todo en un único delito podría ocurrir además de no ser una ley sobremanera punitiva.

Como digo tampoco me centraré en ello, como tampoco lo haré en la tan triste frase de la jueza hasta hace poco y ahora ministra de Justicia socialista sobre… “sería solo mostrar una heridita” y sería suficiente para… ¿para qué… para “mejor” creerla? O incluso para mostrar ¿qué mujer ha sabido “mejor” negarse a ser violada? Estas dos últimas preguntas dan hasta cierto pudor y vergüenza ajena, más eso es lo de… “una heridita”. Tampoco hablaremos sobre el más que famoso libro de Lakoff “no hables del elefante” y su ejemplificante título que, aun teniendo la intención de no querer hablar del elefante, estás hablando de él. En línea, el haber comprado el discurso a la derecha con la sencilla y oportunista verdad a medias de los “violadores que se están beneficiando”. Y es que, si bien todo lo aquí expresado hasta ahora y en menor o mayor medida conforma el devenir de la actual ley, hay algo que creo se nos viene escapando, y que tampoco voy a hablar, me estoy refiriendo al hecho de que tal vez a determinado sector de la izquierda progresista le interesa hablar del elefante (léase: violadores en la calle).

Mas lo que convendría plantearles, y vengo días planteándome es que esta situación vivida tras la ley del “solo sí es si”, configura un recordatorio, la discusión entre los propios cínicos quienes planteaban que si bien ambos (Diógenes y Sócrates) eran cínicos, uno Diógenes llevaba al extremo la doctrina cínica, vivía desnudo en un tonel, se masturbaba en público y comía carne cruda, mientras que otro, Sócrates era más comedido. Platón entonces afirmó “Tal vez Diógenes era el mismo Sócrates que se había vuelto loco”. Pero… ¿Un Sócrates loco se hubiese bebido la cicuta (discurso oficial)? La situación en la que se encuentra mediáticamente y socialmente la ley del “Solo sí es si” nos sitúa ante un Podemos que tiene que plantearse si denunciar la traición a la verdad, a la razón, y que le conduciría a un callejón sin salida o terminar aceptando la traición y la sin-razón de quienes nunca estuvieron bajo la semilla socrática y sí apostaron por mantenerse bajo la hipocresía social de encajar en todos los moldes prestablecidos, tan importante hoy, sobre todo si quieres mantenerte en el poder. Así pues, una reflexión que ayude a salir del ensimismamiento social que impide que nos desarrollemos con plenitud como seres humanos autónomos; pero… ¿interesa? Aunque solo fuera una alarma de que algo no encaja, el pensamiento cínico socrático, llevado al extremo por Diógenes (Podemos) o como estas coordenadas éticas podrían ser el aldabonazo de asumir algo más que necesario para espabilarnos. ¿Espabilarnos? Mientras hiperinformación, que siempre ayudará a la ignorancia al atontamiento… a seguir en la levedad cínica de “Solo sí es sí”.

José Turpín Saorín es antropólogo y filósofo.

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