Conmemorar el Día Mundial de Al Quds representa, no sólo elevar el nombre de Palestina y su lucha al sitial que merece, sino también develar, denunciar y combatir los intentos del régimen israelí por aniquilar al pueblo palestino. Hoy, más que nunca, se hace necesario conmemorar el Día Mundial de Al Quds, designado por el […]
Conmemorar el Día Mundial de Al Quds representa, no sólo elevar el nombre de Palestina y su lucha al sitial que merece, sino también develar, denunciar y combatir los intentos del régimen israelí por aniquilar al pueblo palestino.
Hoy, más que nunca, se hace necesario conmemorar el Día Mundial de Al Quds, designado por el fallecido Líder de la Revolución Islámica de Irán, el Imán Jomeini, para conmemorarse el último viernes del sagrado mes del Ramadán. Ese 7 de agosto del año 1979, a pocos meses del triunfo revolucionario, el Imán Jomeini afirmó: «A lo largo de todos estos años, he advertido a los musulmanes del peligro del ocupante israelí, que estos días ha intensificado sus feroces ataques a los hermanos y hermanas palestinos… Pido al común de los musulmanes del mundo y a los gobiernos islámicos que se unan para cortarle la mano al invasor y a sus partidarios, e invito al conjunto de los musulmanes del mundo a elegir como «Día de Al-Quds» el último viernes del mes bendito de Ramadán… y proclamar en manifestaciones la solidaridad internacional de los musulmanes en apoyo a los derechos legales del pueblo musulmán. A Dios altísimo le pido la victoria de los musulmanes sobre quienes lo niegan. Sea con ustedes la paz, la misericordia de Dios y sus bendiciones. Ruhollah al-Musawi al-Jomeini».
Certeras palabras del Imán Jomeini, quien describe al régimen sionista como lo que es: un ocupante, un invasor al cual es necesario frenar en su conducta criminal. Cortarle las manos a ese sionismo y sus partidarios, para que cese el crimen cotidiano, la usurpación de tierras y que impide que Palestina alcance su plena autodeterminación. Un régimen israelí dotado de una ideología colonial, racista y criminal como es el sionismo. Un sionismo equiparado con el racismo en general y con el apartheid sudafricano en particular mediante la resolución N° 3379 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, aprobada el 10 de noviembre del año 1975 por 75 votos a favor, 35 en contra y 32 abstenciones.
La Resolución N° 3379 llamó a la eliminación de esta ideología, juzgándola como una conducta centrada en la discriminación racial. Una Resolución, que debido a las presiones de Estados Unidos, aprovechando la caída del campo socialista y el lobby sionista con las principales potencias occidentales fue derogada por la Resolución N° 4668 del 16 de diciembre del año 1991. La Resolución más corta de la historia de este organismo – había que salir rápido de ese trago amargo – y que señalaba «Eliminación del racismo y la discriminación racial. La Asamblea General. Decide revocar la determinación que figura en su resolución 3379 (XXX), del 10 de noviembre de 1975. 74ª sesión plenaria 16 de diciembre». Pero bien saben los pueblos del mundo que ninguna anulación quita la esencia criminal del sionismo, como una ideología centrada en el genocidio del pueblo palestino.
Conmemorar el Día Mundial de Al Quds permite llamar a los pueblos, a las sociedades del mundo, a los gobiernos decentes, que impidan el crimen, los asesinatos, la destrucción del pueblo palestino a manos de Israel. Permite visibilizar, develar a la entidad sionista que con total impunidad asesina a hombres y mujeres palestinos, encarcela niños que en número de 400 son encerrados en cárceles sionistas, al cual hay que adicionar a 7 mil prisioneros adultos palestinos. Un régimen corrupto, servil a los intereses de occidente en Oriente medio, que apoya a grupos terroristas empeñados en desestabilizar a los países de la región. Un régimen sionista que destruye aldeas, que arrasa cultivos, cerca la Ribera Occidental con un Muro de la Vergüenza.
Una entidad criminal que bloquea la Franja de Gaza y asesina, en acciones de tiro al blanco despreciable a decenas de palestinos que se manifiestan desde el 30 de marzo pasado, en su territorio, por el derecho al retorno a la patria usurpada. Un régimen que trata de devastar todo vestigio de historia palestina y crear un relato basado en el mito histórico y religioso de seres humanos, cuyas raíces – mayoritariamente askenazi – se hunden fundamentalmente en el Kanato Jázaro del Cáucaso Norte, con emigraciones posteriores a partes del centro europeo, Rusia y Alemania y que termina consolidando un proceso de colonización de tierras palestinas desde fines del siglo XIX hasta el año 1948 cuando se crea la entidad sionista con el nombre de Israel. Ello, en el marco de un victimización que obtiene ingentes réditos hasta el día de hoy. Toda una «Industria del Holocausto» como lo describe el intelectual judío Norman Finkelstein. Acérrimo crítico del sionismo, atacado por el régimen israelí a pesar que los padres de Finkelstein fueron víctimas de campos de concentración en la Alemania nacionalsocialista. Una especie de «judío que aborrece a los judíos» como suele decir la hasbará sionista, para así desacreditarlo.
Intensificar las presiones contra el sionismo
En momentos que la ofensiva sionista por judaizar Al Quds – nombre en árabe para «la Santa» Jerusalén – se manifiesta con más violencia que nunca, es necesario que tanto la Umma, la comunidad de creyentes del islam, como las sociedades del mundo entero solidaricen con el pueblo palestino, con su lucha por la autodeterminación y la erradicación del sionismo de Oriente Medio. Y, en ese marco, es fundamental conmemorar el Día Mundial de Al-Quds porque de esa manera se mantiene vigente la problemática, la situación que vive el pueblo palestino. Recordaba, mientras escribía este artículo, las palabras de Sayyed Ali Jamenei respecto a la conmemoración del Día Mundial de Al Quds, al afirmar que la defensa de Palestina equivale a defender la verdad. La lucha contra el régimen sionista es la lucha contra la arrogancia y el imperialismo. Conmemorar el Día Mundial de Al Quds es un día crucial pues no sólo estamos defendiendo una nación oprimida y expulsada de su patria. Estamos, de hecho, luchando contra un sistema político opresivo y tiránico. Y cuanta verdad en ello cuando día a día se suman los muertos a manos de los agentes del crimen israelí.
En un artículo publicado hace un par de años sostuve una opinión que se mantiene inalterable respecto a que Las acciones israelitas de judaización del territorio palestino , son avaladas por su sistema ideológico y político, caracterizado por una derecha ultranacionalista, cada día más poderosa y cuyo objetivo es fomentar la ocupación y la aniquilación de todo aquello que no sea judío. «Por ello, no es extraño constatar que la tendencia es creer que un Estado judío debe anteceder a un estado democrático, con tendencias extremistas donde se impone la idea que los ciudadanos de origen judío deben tener más derechos que los no-judíos. Desde la proclamación del régimen de Israel, el año 1948 la política sionista ha hecho de la transformación física y demográfica de Palestina en general y Al Quds en particular su propósito político principal mediante un proceso de judaización.»
Al conmemorar el Día Mundial de Al-Quds reafirmamos el convencimiento que la lucha del pueblo palestino está más vigente que nunca. Cuando se rememora el Día Mundial de Al-Quds le decimos al mundo, con todas sus letras: La ocupación israelí de los territorios palestinos debe terminar. La presencia sionista en Oriente Medio es inaceptable. El sionismo debe desaparecer. Al conmemorar el Día Mundial de Al-Quds reivindicamos los derechos del pueblo palestino conculcados desde el año 1948 a la fecha cuando se crea la entidad israelí en tierras palestinas, regalándoles una porción mayoritaria del territorio palestino, en desmedro de millones de habitantes nativos de esta tierra. Un pueblo que tras la instauración de Israel comienzan su Nakba – su catástrofe – demográfica, política, social.
El Día Mundial de Al-Quds implica elevar la dignidad, llamar la atención. Una forma de levantar nuestras voces y exigir que se respete el prostituido derecho internacional y lo que ello implica: devolver los territorios ocupados a sus legítimos dueños, entre ellos Al-Quds, esta capital religiosa, santa para mil quinientos millones de creyentes musulmanes. Un sitio que va más allá de lo simbólico, representando el aire vital para un pueblo que ha vivido allí desde el inicio de los tiempos. Al conmemorar cada año el Día Mundial de Al Quds mantenemos vigente la memoria de miles y miles de palestinos que han muerto, precisamente, para defender sus derechos durante esta ocupación israelí de los territorios ocupados en Gaza, en Cisjordania, en Al Quds.
Defender a Al Quds como una ciudad Palestina pero que respeta el carácter sagrado para tres principales religiones monoteístas, permite mostrar también a esta urbe como un símbolo de resistencia, que a pesar de ser ocupada por decenas de miles de colonos sionistas, considerados los más extremistas dentro de la sociedad israelí, permite tener siempre presente Al-Quds en la memoria de la lucha de los pueblos del mundo y representa un llamado de atención, una luz, un norte un objetivo para todas las luchas de liberación que hay en el mundo. Es una luz de esperanza para el pueblo de Bahréin en su lucha contra el régimen de Al Jalifa, luz de esperanza para el pueblo yemení en su lucha contra la agresión de la casa Al Saud. Norte para el pueblo sirio que ha sido agredido desde marzo de 2011 por grupos terroristas takfiríes avalados por Occidente y sus socios sionistas y wahabitas.
El conmemorar el Día Mundial de Al Quds es tener presente siempre a esta ciudad en nuestra mente y en nuestros corazones. Es considerar que hay pueblos que luchan heroicamente por su libertad, que hay pueblos que tienen muy presente la dignidad, la soberanía, la necesidad de tener siempre la justicia, el respeto a la legalidad internacional por sobre todas las cosas. El tener presente el Día Mundial de Al-Quds, el conmemorarlo, difundirlo – a pesar del silencio de los medios de comunicación occidentales – salir las calles, repudiar la política racista de Israel, la ideología criminal del sionismo y dar a conocer que el pueblo palestino está más vivo que nunca, es una tarea y un deber fundamental de todos los seres humanos sin distinción de raza, nacionalidad o religión.
Intensificar las presiones mediante la campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones (Campaña BDS) permite presionar a Israel pero también mostrar a las sociedades del mundo que esta entidad flaquea, que es posible hacerla temblar, incluso con situaciones, aparentemente nimias pero que la golpean como fue la suspensión del partido que enfrentaría a la selección argentina con su similar israelí en la ciudad de Al Quds, en una clara maniobra de lavado de imagen, en el marco de la disputa del trofeo «70 Aniversario de Israel». Le dolió al sionismo la decisión de no jugar, mostró al mundo lo que Israel es: una entidad ocupante de una tierra que no le pertenece.
Tal como lo he sostenido cada vez que un nuevo año nos encuentra reviviendo el Día Mundial de Al Quds, que más temprano que tarde nos encontrará batiendo los tambores de la victoria contra el sionismo hay que tener presente, que para los pueblos del mundo, el Día Mundial de Al-Quds es un llamado, una alerta, un mensaje. Es perseguir los objetivos de justicia social, de justicia universal y, sobre todo, concretar los derechos del pueblo palestino con el logro de su plena autodeterminación. No nos está permitido olvidar la lucha de Palestina y su derecho a la libertad, como tampoco que los palestinos han sido víctimas de la traición de gobiernos árabes, que han llegado a acuerdos con la entidad sionista.
Hoy como ayer en ese 7 de agosto del año 1979, cuando el fallecido líder iraní planteó la necesidad de conmemorar el Día Mundial de Al Quds y así hacer presente el imperativo de liberar Palestina, esto no debe desaparecer del recuerdo y de la denuncia permanente. Al-Quds debe manifestarse día a día. No hay olvido ni perdón respecto a los crímenes cometidos contra el pueblo palestino. Aquellos, que en los territorios ocupados, entre ellos Al-Quds, siguen luchando deben sentir que los seres humanos dignos, justos, que creen en la libertad de los pueblos, los tiene presente y apoya.
El pueblo palestino debe estar seguro, que más temprano que tarde, el sionismo pagará cada uno de sus crímenes. Sus líderes políticos, militares, religioso, aquellos que han asesinado en su papel de colonos y miembros del ejército de ocupación, sus Ministros como Avigdor Lieberman de Asuntos Militares, Ayelet Shaked de la cartera de Justicia, Naftali Bennet de Educación, Gilad Erdan de Asuntos Interiores, que llaman a asesinar a hombres y mujeres, niños y ancianos, llegando al paroxismo de la locura criminal, como la mencionada extremista Ministra Ayelet Shaked, al vociferar que hay que asesinar a las mujeres palestinas embarazadas «que llevan serpientes en sus vientres». Esos sionistas y sus crímenes por acción, omisión o ideólogos de una política colonialista, racista y criminal pagaran cada una de las violaciones a los derechos humanos de millones de palestinos. Un Juicio para culpables de crímenes de lesa humanidad. No hay olvido ni perdón al conmemorar un nuevo Día Mundial de Al Quds.
Fuente original: https://www.hispantv.com/noticias/opinion/379383/dia-mundial-alquds-crimenes-israel-territorios-ocupados
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