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Mi nombre es Mayid y soy otro doctor sirio asesinado mientras cumplía mi deber

In Memoriam

Fuentes: Huffington Post

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.

El Dr. Mayid con su pequeño bebé

 

Mi nombre es Mohammad Mayid Bari

Mis amigos y mis pacientes me llaman Dr. Mayid

Era doctor, no terrorista

Salvaba vidas, los terroristas las quitan

Me asesinaron cuando un misil termodirigido, arrojado desde un avión de combate sirio, alcanzó mi coche

Me desangré hasta morir

Ningún servicio de emergencia pudo llegar a tiempo hasta mí

El gobierno de mi patria, tras las líneas rebeldes, no permite que actúen el Comité Internacional de la Cruz Roja ni la ONU

Ellos estaban a salvo en la capital

Dicen que tienen que acatar la burocracia del sistema

El sistema no me protege ni a mí ni a mis pacientes

No apareció información alguna sobre mi muerte

Los periodistas estaban todos en Kobani

Iba en una ambulancia, en Alepo, tratando de salvar otra vida.

Otros tres civiles murieron asesinados conmigo

Nos incorporamos a los 200.000 sirios asesinados en mi patria.

Estaba trabajando con una organización humanitaria llamada «Salvando Vidas»

«¡Qué ironía», puede que digan, pero Siria es estos días la tierra de las ironías.

Muchos de mis colegas se fueron de Alepo porque temían perder la vida.

Algunos de mis amigos fueron detenidos, torturados y asesinados sólo porque insistieron en seguir trabajando como doctores

Habían jurado dedicarse a salvar vidas

Y fueron tratados como criminales, incluso peor

Y nos dijeron que el mundo entero respetaba nuestra neutralidad

Que los Convenios de Ginebra garantizaban nuestra imparcialidad

Que ser doctor es como ser un ángel

Que te entregas para lograr la curación de tu paciente

Pero el régimen no respetó nada de eso

El mundo no se apresuró a ayudarnos

Sufrimos en silencio, al igual que mi patria

Algunos de mis amigos murieron ahogados al intentar escapar en barco hacia

una nueva tierra de esperanza

Las olas insensibles del mar Mediterráneo se los tragaron

Me quedé porque mi deber es salvar vidas

Me quedé porque si me voy, ¿quién va a quedarse?

¿Quién va a ofrecerle el consuelo de la curación a un niña sollozante arrancada de

entre los escombros de su casa destruida por una bomba de barril?

¿Quién vacunará a los niños de mi barrio para que no tengan polio o sarampión?

Todo el mundo nos ha abandonado a nuestro destino

Sólo tenemos a Dios

Él está observando a los que nos abandonaron

Me pregunto si Él está probándoles y probándonos a nosotros

No espero que nadie reaccione ante mi muerte

No confío en que nadie detenga la matanza en mi ciudad

Perdí la fe en la humanidad

Pero he vivido una vida gratificante y no lamento ni un solo minuto dedicado

a mis pacientes

Me uniré a los 560 doctores sirios asesinados por los criminales de guerra

Mis pacientes me echarán de menos, también mi mujer y mis dos pequeños

Añoraré lo que queda de mi ciudad y mi patria

Añoraré el valor de los colegas que aún siguen trabajando

Salvando vidas, como siempre

Añoraré su fe, su calidez y su buen humor

Echaré de menos el sonido de las bombas de barril

Hay tanto silencio aquí

Hace tanto frío

Está todo tan oscuro

Es todo tan poco sirio.

Rezad por mí y por mi patria

Mi nombre: Mayid Bari

Facultad de Medicina: Universidad de Alepo

Graduación: Con honores

Fecha de la muerte: 15 de octubre de 2014

Lugar de la muerte: Ciudad de Alepo, carretera de la fortaleza

Causa de la muerte: Misil termodirigido

Motivo de la muerte: Salvar vidas


El Dr. Zaher Sahloul es especialista en cuidados intensivos y presidente de la Syrian American Medical Society, SAMS.

Fuente: http://www.huffingtonpost.com/zaher-sahloul/my-name-ss-dr-majed-and-i_b_6108018.html?1415282773