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Incendios apoca-polípticos canarios

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El fuego es nuestro origen, desde las profundidades de la tierra a la superficie del océano, siendo el volcán nuestro mayor símbolo esencial, profundo, de máxima fuerza, de rebeldía y libertad; destruye pero crea al tiempo. Y el fuego, que parece no querer abandonar nuestra esencia, vuelve a formar parte de nuestra historia social más […]

El fuego es nuestro origen, desde las profundidades de la tierra a la superficie del océano, siendo el volcán nuestro mayor símbolo esencial, profundo, de máxima fuerza, de rebeldía y libertad; destruye pero crea al tiempo. Y el fuego, que parece no querer abandonar nuestra esencia, vuelve a formar parte de nuestra historia social más cercana. El parlamento sede-chicharro, El palacete obispal de Tenerife, El albergue para menores inmigrantes de Tunte (incendiado por otro demente rural ignorante, además racista insolidario), ahora estos incendios que en Gran Canaria han acabado con lo suyo más bello naturalísticamente hablando. El fuego lo purifica todo, hace el trabajo él solo, es el suceso posible más determinante. En las profecías bíblicas marca el fatal juicio sobre los pueblos y la humanidad misma.

Un ecologista o un urbanita ecológico (despectivos de los fundamentalistas rurales insolidarios) nunca hubiera prendido fuego a la cumbre. Jamás. Los «agro-rebeldes», que han hecho apología del incendiamiento ruralista de los montes, suelen ser los mismos que mantienen sus latifundillos semi-abandonados y bloqueados, esperando la utópica e hipócrita lluvia de subvenciones y ayudas institucionales; o si no que les dejen hacer y deshacer todo lo que les venga en gana para «dar vida» de nuevo a su terruño nostálgico antiguo.

Los AIDERs y símiles programillas agrorurales diversos, muchos de ellos simple flujo temporal de dineros y colocación de torpes parados campesinos, o propaganda político-mediática, nunca cambiaron dinámicas degenerativas de nuestra montaña. Los archi-demandados planes globales de dinamización económica y sostenibles para esas zonas en el fondo siempre fueron una pataleta de cuatro idealistas. Llegada una discusión el burócrata impone en la mesa que todo se soluciona con más y mejores carreteras (tunel megamillonario bajo la cumbre, sic, como el de los enfermos ego-sociales de El Hierro).

Si es en efecto cierto que J.M. Soria se marchó del Cabildo con desfalco presupuestario, abandonando el cuidado y limpieza de las zonas forestales de la cumbre que se hacía todos los años, debe ser sentado ante un banquillo también junto con el Navarro cerillero de Tejeda, me da igual que sea ahora vicepresidente regional o proponible nuevo jefe del Estado. Encima de la fantasmada mediática de la Reserva de la biosfera, categorías que nunca llegan a la acción social de base y sí enchufan a las cohortes de pelotas y partidistas. La super-banderola te la tenías que haber metido por el c… para luego lanzarte hacia el mar, y así perderte de vista por muchos años.

El enchufe-recomendismo en los parados rurales, da igual que sean sanotes lúcidos o desequilibrados conocidos, siempre me llamó la atención. En este caso es ejemplo de ello que para un importante puesto de protección de los recursos públicos, como tenía este loco incendiario de Tejeda (¿porqué pedía prudencia el tecnocratilla académica y ahora cabildicio-mandón J. Pérez respecto a él? ¿qué hay detrás de su cabreo-cerilleril que no se puede airear?), por nimia o baja que parezca esa tarea, no haya un examen-prueba no ya ético o sociológica (utopía sobre el funcionarismo), sino ni uno psicológico o emocional (además los sindicatos se opondrían felinamente. Ahor como siempre el politiquillo de turno sale diciendo que ahora se va a realizar, ¡¡pero voluntario!!. O sea más tomadura de pelo). Controles que no se dan ni durante la ¿selección?, ni por costumbre operativa durante el desempeño, por parte de los que dirigen o coordinan. Los macro-funcionarismos privatizados nepotistas de organismos fantasmo-públicos como GESPLAN (perfectos lavamanos de los políticos incompetentes canarios en el medioambiente), son lo ideal para acabar poniendo al lobo a cuidar las ovejas, sólo porque se reside por la cumbre.

Dice el burócrata político-profesional Rivero ati-barredor$ que nadie les va a encontrar buscando culpables… lógico, porque él sería uno de ellos, y peligraría su poltrona. Y el reconciliado Soria. Y los dineradores sociatas del Madril… porque si como denunció La Razón no se enviaron hidroaviones, (sólo este periódico, y se ha corrido tupido velo a posteriori. La casta política hispana es toda una), «no había ningún hidroavión del Ministerio de Medio Ambiente en todo el archipiélago canario antes de que se iniciaran los devastadores fuegos que han asolado las islas de Gran Canaria y Tenerife, y no lo hubo después de que se iniciaran las llamas, mientras, en la Península, los 20 hidroaviones de los que dispone Medio Ambiente trabajaban en incendios de bastante menor importancia», aviones que muchos echamos en falta desde los primeros días, nos encontramos con algo sin precedentes en nuestra Historia reciente. Ante unos graves sucesos contra bienes y personas, de dimensión regional, se niega la ayuda, los medios, la solidaridad territorial (que tanto apelan los madrileñistas, ¿PSOE?), el apoyo humano y material. De fondo con las peleas partitocráticas caníbales que marcan los últimos años políticos, en concreto desde el Prestige pero especialmente desde el 11-M (donde nunca se sabrá toda la verdad, no ya de fabulables conexiones etarras, sino de los reales movimientos de la inteligencia marroquí y del conocimiento de la CIA-Mosad, a la sazón se suponía que aliada de Aznarín). Nos han negado por venganza de los pactos CC-PP contra Aguilarín, y Navarra en el trasluz (luego miserada, no se sabe porque lógica institucional), la ayuda y medios en unos sucesos que podían haber sido trágicos, pero en gran cantidad de personas. Luego, al ver ZP la dimensión grave, (y no se sabe qué histerismo canaril, quizás telefoneo ultimátum al círculo Real, o al contacto de Washington; sumado al caos inmigrantil hacia la rica, y ladrona, Europa que nunca lo solucionará para no dejar de serlo), todo ha sido venir ipso-facto, tenemos el dinero disponible para (en principio, luego harán lo que les interese) suplir lo quemado, reconstruir y reforestar hasta San Borondón ( pedigüeñismo que le encanta a ATI enfermísticamente, su cáncer, para sus manejos y nepotismos). Repito, es algo sin precedentes que marca la final degeneración del sistema de élites partitocráticas de nuestro sistema político actual. ¿Algo o alguien tomará decisiones o acusará?… por El Sahara y el acuerdo tripartito nunca nadie rindió cuentas (sic, canarios solidarios), Martín Villa nunca pagó por lo de Cubillo, El GAL no llegó a sus organizadores-ideólogos, por lo de Irak no hay juicio por crímenes de guerra injusta, el Marbellazo permitido siempre parecerá inverosimil. ¿A quién le importa la continua degradación de los valores naturales e identitarios de Canarias, y ahora su destrucción?. El capital turístico ahora está en Caribe y otras costas arabiles.

No pudo haber descoordinación (grave) en el operativo, no lo repitan para quedar bien, pues hubiera sido inaceptable a todos los niveles técnico-políticos y mediáticos (y tras los cacareados planes de emergencia volcánica, Dios nos coja confesados). Lo que hubo es, como siempre, tecnocratismo de burócratas de campo. El caso más significativo, que ha trascendido, lo protagonizó un vecino de Fataga, Julián Reyes, «que se negó a abandonar el lugar durante la pasada madrugada y realizó durante toda la noche tareas de extinción en el entorno de su vivienda. Reyes logró salvar varias casas, animales y pequeños huertos, gracias a que logró burlar la vigilancia policial y permaneció en su casa a la espera de que se acercase el fuego por la montaña situada frente a su vivienda. No obstante, antes despidió a su mujer e hija, quienes se marcharon con el resto de desalojados. Cuando el fuego alcanzó el pueblo, ya había mojado los exteriores de varias viviendas y los huertos para ralentizar la acción de las llamas. Una vez que las llamas invadieron con hostilidad el pueblo Reyes logró romper las tuberías de agua para reducir el impacto de las llamas, inmerso en un intenso humo que apenas le dejaba respirar. Con la ayuda de una manguera y herramientas rurales, Reyes salvó varias viviendas del pueblo que le vio nacer, y posteriormente, tuvo que ser atendido por los equipos sanitarios de varias quemaduras tras más de quince horas de trabajo ininterrumpidas». ¿Cómo se puede prescindir (fue una tónica) de quienes mejor conocen el medio y los lugares, y los recursos de a pie? Y que quieren defenderlos sin funcionarismos, miedos personales ni excusas de comodidad. Es el cáncer de la gestión política de este sistema donde ahora Zapaterín y cía., a lo chapuza ibérico del fantasmón Al-Gore, con sus campañitas idioto-medioambientales pretenden tomarle el pelo a Gaia (símbolo además de su ideología progre natur-alucinada newage, y van contra Lovelock). Ni aquellas buenas campañas, ¿recuerdan? de: «Toodos contra el fuego…», «Cuando un bosque se quema, algo tuyo se quema (sic magos de Tejeda)», o la franquista forestalista del dibujo con cerilla encendida y «peligro de incendio» (que con lo pasado en la cumbre ahora da risa por no llorar técnocráticamente hablando), abordarían hoy la cuestión. Para guinda, viendo sus declaraciones, los bomberos del Consorcio me dieron apariencia de poco comprometidos, parece una vez más que hoy sólo hay ganas para pedir buenos sueldos y condiciones laborales funcionariales, y así tener buenos todoterrenos, poder ir mucho al gimnasio, hacer deportillos de la naturaleza o playeo, y toda la buena vida burguesa juvenil de la actual mente pos-moderna burguesa.

Más extraido de medios: «Las críticas más generalizadas de aquellos que se quedaron en los lugares de riesgo se referían a lo largo del día de hoy a la descoordinación por parte de los equipos de extinción de incendios, de quienes criticaron su desconocimiento no sólo de lugares para la extracción de aguas, sino del lugar exacto donde se ubican los pueblos.» «Es una pena que no se nos escuche como residentes de la zona, porque nosotros conocemos perfectamente los lugares claves para atajar este incendio», dijo un vecino llamado Santiago. La impotencia y falta de información desató durante el día varios enfrentamientos entre vecinos desalojados y miembros de las Fuerzas de Seguridad, uno de ellos en la carretera de acceso a Fataga, a la altura de El Lomo de Maspalomas. Y es que los vecinos hacían lo imposible por llegar a su pueblo para averiguar si el fuego había acabado con sus viviendas y pertenencias. Los más reacios a abandonar sus viviendas lamentaron el trato recibido por los miembros de la policía, a quienes reprocharon su trato hostil y vejatorio cuando les obligaron a salir. Algunos, incluso, dicen que fueron aporreados y detenidos por no abandonar el lugar de peligro, pero unos cuantos vecinos de Tunte y Fataga lograron burlar los controles y permanecieron ocultos en sus viviendas.» «El día 27 de julio, cuando las llamas empezaban a comerse árboles y matorrales, el Gobierno tenía en Tejeda, Gran Canaria, un helicóptero HK con una capacidad de 4.500 litros y en Tenerife una brigada helitransportada grande. No se había mandado aún ningún refuerzo desde la Península. Éstos eran los únicos previstos por Medio Ambiente para actuar en caso de incendio en todo el archipiélago durante el verano. Ese mismo día, en un pequeño incendio en Peque, Zamora, participaron dos hidroaviones del Gobierno sofocando las llamas. El fuego, allí, fue controlado durante ese mismo día.»

El tipo que incendió la cumbre (y los que lo hicieron en Icod, que dudo se atrapen) debería pasarse a cadena perpetua (no tendría problemas de contrato) el resto de su vida plantando árboles, a gofio (transgénico de importación, por supuesto), cebolla y lentejas. No lo hará ni treinta años. Ni veinte. Ni diez. Como mucho en unos añitos lo veremos en la calle. Ni desterrado siquiera. Ello no debe sorprender a nadie viendo lo de Dejuanachaos, o lo del taxista homicida de moto-mensajero en las Alcaravaneras que se dió a la fuga(no pisará ni un dia el talego). Quien piense que en este país se imparte algo parecido a JUSTICIA, es un idiota. Los políticos desde la transición lo han impedido por que no se quieren ellos mismos y sus compinches económicos ver ajusticiados, por todas las corruptelas, prevaricaciones y ruindades que hacen, diariamente muchos de ellos. Además hay desde el principio, como dije antes, puntos oscuros graves que afectan al Estado y sus instituciones (uno de ellos el síndrome de la colza).

Nadie dimite cuando suceden hechos graves y previsibles, incluso avisados, en este país. Hace tiempo que desapareció la vergüenza pública, y la responsabilidad política no existe de hecho. Rápidamente y durante un tiempo (como ahora) vienen las campañas de desinformación mediático-políticas sobre lo sucedido (lo que me sirvió para comprobar que los que dirigen el turismo canario, y más el miedo-ambiente institucional, son ya hoy unos lelos indocumentados). Wladimiro R.B. ha acabado de fiscal corporativo anti-sensatez popular, bien aposentado.

Iluso el loco que pensó el primer dia del fuego, que detrás de lo de la cumbre habia causas socio-políticas ruralistas. No somos capaces ni de eso (gracias a ¿Dios?). Así nos pagan a los canarios no haber continuado con el expediente descolonizador en la ONU, el no haber sido nunca terroristas sanguinarios, el desmantelar la industria pesquera, el no oponernos a la absorción y neo-colonización por la C.E.E., el no exigir una ley de residencia, el no tener una hacienda propia, el no gestionar nuestros recursos y lejano territorio archipielágico,… lo que pasa es que eso no se hizo en parte para que «nuestra» élite se llevara las prebendas, el poder y el dominio de nuestro otrora rico y bello archipiélago.

Pero todo esto son en el fondo romanticismos identitarios y naturalistas. ¿A quién le importa realmente eso? Unos viven sufriendo para llegar a fin de mes, otros venden al resto y a sí mismos por un plato de lentejas (falsas de lanzarote) y ciertas comodidades, la punta social se regodea en el lujo y ostentación sobre el resto. Antropológicamente vivimos hace tiempo en la sociedad del hormonismo existencial, del gustazo superficial: telebasura del corazón rosa, violencia por doquier en medios y el trato (permitida para que nos acostumbremos a lo que pasa en la calle y nos parezca normal), pornografías por doquier, vividorismo de corruptos y nuevos ricos, secuestros asesino-psicópatas de niños… Sólo nos queda como gris consuelo la mágica resurrección del Pinus canariensis. ¿Cuál será la sentencia a todo eso? El destino está echado.

A. Alejandro De Fez Laso.
Agro-geógrafo canario, investigador agro-ecológico.
Permacultor. Fundador de la Asamblea del Mov. Ecologista de Canarias.