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Siria

Intervención rusa y expectativa por acciones norteamericanas

Fuentes: Rebelión

Comenzada el reciente 30 de Septiembre, ya sabemos que la intervención rusa en el conflicto sirio pretende ser decisiva. Con un apoyo rotundo al gobierno de Bashar al-Assad y con la idea de acabar con el terrorismo del Estado Islámico (ISIS), representante del fundamentalismo religioso de la rama sunní del islam, Rusia no cesa el […]

Comenzada el reciente 30 de Septiembre, ya sabemos que la intervención rusa en el conflicto sirio pretende ser decisiva. Con un apoyo rotundo al gobierno de Bashar al-Assad y con la idea de acabar con el terrorismo del Estado Islámico (ISIS), representante del fundamentalismo religioso de la rama sunní del islam, Rusia no cesa el envío de tropas hacia el país de Medio Oriente. Ya sean aviones, tanques, buques de guerra situados en la ciudad portuaria de Latakia o soldados, la ayuda es efectiva y rotunda. Al soporte ruso hay que sumarle el apoyo de los aliados de Assad, hablamos de los gobiernos de Irak e Irán, y el Hezbolá libanés.

Desde el comienzo de la ofensiva rusa, combatientes fundamentalistas del ISIS tuvieron que marcharse de distintas regiones tomadas, mayormente en el norte de Siria. Se espera que los próximos objetivos a atacar sean ciudades importantes como Alepo y Palmira.

La reacción en el mundo árabe

El resto de los países árabes de la región no han pronunciado apoyo o repudio al ataque desde Moscú. Si bien cada país tiene una postura con respecto a al-Assad, aún no se han referido a lo que viene ocurriendo con los bombardeos rusos. Egipto fue el único país, desde la voz de su presidente al-Sisi, en pronunciarse y dar un apoyo total a la ofensiva militar desde el Kremlin.

La reacción norteamericana

Pero, como era de esperar, Estados Unidos no se encuentra de acuerdo con este accionar ruso. La política del presidente Barack Obama lucha contra el terrorismo también, pero pretende que al-Assad deje su cargo en manos de los «rebeldes moderados». Refiere al Ejército Libre Sirio (ESL), que pelea desde comenzado el conflicto, allá por el 2011, por derrocar al gobierno pero también combate contra el fundamentalismo islámico. Desde que la intervención extranjera se hizo visible, el país norteamericano plantea la posibilidad de proveer de armamentos a este grupo para combatir contra el accionar del gobierno sirio, ahora apoyado por el Presidente ruso, Vladímir Putin.

En las últimas horas, desde la Casa Blanca el secretario norteamericano de Estado, John Kerry, ha dicho que Rusia ha atacado objetivos del ELS, dando a entender que habrá respuesta sobre estos hechos.

Principalmente, lo que busca la potencia mundial norteamericana es evitar que Rusia «pise fuerte» en Medio Oriente, y que Obama no concluya su segundo mandato con un fracaso militar.

Situación actual

La realidad es que por primera vez desde iniciado el conflicto, los grupos salafistas están dando señales de debilitamiento y pérdida de combatientes. En menos de 15 días, Rusia ha dañado más al Estado Islámico que EE.UU. en un año. Desde el Kremlin, se dice que ya se destruyeron más de 50 objetivos terroristas.

Todos bombardean Siria, pero cada uno para sus propios intereses, lo cual hace imposible ver un futuro próspero en el país cuando la destrucción es diaria. Cada potencia tilda de terrorista y opositora a la facción que le conviene acorde a sus propios intereses, y esto complica más la situación ya que los ataques se dan desde diversos frentes.

Estados Unidos parece apegarse al plan de su eterno aliado en la región, Israel, que pretende bajo cualquier resultado desterrar a al-Assad del gobierno. Lo primordial para Israel es que Siria deje de ser un gobierno de la rama chií del islam, para poder frenar la ruta chií de la región que contiene a sus mayores enemigos. Referimos al Hezbolá en el sur del Líbano, Siria, Irak y finalmente Irán, su principal miedo en la región. Por esto mismo, Israel hará lo que sea para llegar a su objetivo, de hecho se sabe que ayudó a soldados de al-Nusra (filial de al-Qaeda en Siria). Si bien al-Qaeda representa a la rama sunnita del islam, enemigos del chií, ya se encuentran separados del ISIS, y también combaten entre ellos.

La situación actual parece revivir el viejo y eterno conflicto entre las dos potencias de la guerra fría, pero esta vez ubicado geográficamente sobre Siria, que es donde se vive la pérdida humana y material.

Tendremos que esperar por la decisión final de Obama. Recordemos que el Presidente estadounidense cerró un acuerdo nuclear histórico con Irán y pudo reestablecer relaciones diplomáticas con Cuba, lo que fue bien visto por todo el mundo. Ahora nos queda saber de qué manera enfrentará este nuevo conflicto.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.