Traducido para Rebelión por J. M. y revisado por Caty R.
Aleksander Cvetkovic, de 42 años, es sospechoso de haber participado en el asesinato de al menos 1.000 musulmanes bosnios en la granja Branjevo, cerca de la ciudad de Zvornik.
El Tribunal de Distrito de Jerusalén amplió este miércoles la prisión preventiva de un ciudadano israelí sospechoso de participar en asesinatos en masa en Bosnia, hasta que se pronuncie una decisión definitiva sobre su extradición.
Aleksander Cvetkovic, de 42 años, fue detenido por pedido del gobierno de Bosnia-Herzegovina. Es sospechoso de haber participado en el asesinato de entre 1.000 y 1.200 bosnios musulmanes en la granja Branjevo, cerca de la ciudad de Zvornik. Fue uno de una serie de asesinatos masivos de la guerra de Bosnia, que se perpetraron en un período de 10 días, y se conocen colectivamente como «la masacre de Srebrenica».
Cvetkovic negó los cargos que se le imputan y señaló que luchará contra su extradición para enfrentar cargos de genocidio en Sarajevo. Su abogado defensor, Vadim Shub, que habló después de su cliente, dijo que éste sirvió como conductor en las fuerzas serbias de Bosnia, pero que era inocente de la masacre de 1995.
«Él niega todas las acusaciones. Niega también que tomase parte en cualquier tipo de crimen de guerra. Era un soldado del ejército, pero no participó en ningún crimen», dijo el abogado Shub. Israel nunca extraditó a ciudadanos acusados de genocidio», y no creo que éste sea el caso adecuado para comenzar», dijo a Reuters.
En declaraciones a la Radio del Ejército, Shub dijo que la extradición de Cvetkovic podría abrir el camino para la persecución en el extranjero de funcionarios israelíes y personal militar acusados por activistas pro palestinos de crímenes de guerra en Cisjordania y Gaza.
«Hay una cantidad de personas en Israel, incluyendo a dirigentes políticos y militares, que temen poder encontrarse en una situación similar. Así que este asunto debe revisarse con mucho cuidado», dijo.
Según la solicitud de extradición, Cvetkovic sirvió en la décima unidad de zapadores del Ejército de la República Srpska, una fuerza combinada de Bosnia y Serbia.
El 16 de julio de 1995, el comandante de la unidad convocó a ocho soldados, incluyendo a Cvetkovic, en la ciudad de Pilica, donde iban a tomar parte en la ejecución de prisioneros musulmanes bosnios detenidos en una escuela local. Cvetkovic y los demás soldados fueron conducidos a la granja Branjevo, donde debían esperar a los prisioneros. Los prisioneros fueron llevados a la granja en autobuses, algunos de ellos esposados y con los ojos vendados. Los hicieron bajar de los autobuses en grupos de diez y puestos en fila a una corta distancia, los soldados les dispararon con armas automáticas, ametralladoras y pistolas.
Después de cada andanada de fuego, los soldados debían caminar entre los prisioneros, localizar a los supervivientes heridos y acabar con ellos. Las investigaciones bosnias afirman que en un momento Cvetkovic se ofreció a usar una ametralladora M-84 para acelerar la matanza. Según las estimaciones de soldados que participaron en la matanza y de unos pocos que sobrevivieron gracias a que fingieron que estaban muertos, la masacre se prolongó durante 10 horas.
En un juicio posterior de uno de los soldados, un testigo, dijo al tribunal que el comandante de la fuerza había ordenado a los conductores militares y a los policías presentes que mataran al menos a una persona cada uno, para que no se vieran tentados a declarar contra los soldados que llevaron a cabo la mayor parte de los asesinatos.
Cvetkovic fue interrogado anteriormente en el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, donde declaró que en ese momento él era un conductor y negó su participación en los asesinatos.
Este asesinato formó parte de la mayor masacre perpetrada en el enclave musulmán de Srebrenica, que fue declarada «zona segura» por las Naciones Unidas. Después de dos años de asedio fue invadida a principios de julio de 1995 por las fuerzas serbias al mando de Ratko Mladic.
Al tomar el control del enclave, las fuerzas serbias comenzaron sistemáticamente la erradicación de la población musulmana de Bosnia. Reunieron a las mujeres, los niños y los ancianos, los separaron de los hombres y los expulsaron a la fuerza del campamento. Los hombres, incluyendo a miles de ellos que fueron capturados mientras trataban de escapar, fueron ejecutados luego de forma masiva en varios sitios. Las estimaciones oficiales por parte de Bosnia-Herzegovina y de las Naciones Unidas determinan que el número total de personas asesinadas, oscila entre 7.000 y 8.000 personas.
Ésta fue la peor masacre en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, y causó conmoción generalizada y horror.
Cvetkovic nació en Bosnia-Herzegovina, entonces parte de Yugoslavia, en 1968. En 2006 emigró a Israel con su esposa judía y recibió la ciudadanía. Como no era residente o ciudadano de Israel cuando su supuesto crimen tuvo lugar, no podrá cumplir su tiempo de prisión en Israel en caso de ser declarado culpable en Bosnia-Herzegovina.
El proceso de extradición no tiene la intención de determinar la culpabilidad o inocencia, y por lo tanto no requiere testigos para testificar en la corte. En cambio, el tribunal considera las pruebas presentadas por la fiscalía. Si encuentra motivos para sospechar que la persona efectivamente cometió el delito en cuestión y no encuentra barreras legales para su extradición, ésta está en condiciones de aceptarse. El sospechoso puede recurrir ante el Tribunal Supremo. El proceso puede durar años. Por ejemplo, se tardaron casi tres años hasta que los hermanos Abergil fueron extraditados a los Estados Unidos este mes.
Fuente: http://www.haaretz.com/news/