En una nueva acción de desafío a los palestinos y a la comunidad internacional, Israel anunció ayer la construcción de un nuevo asentamiento judío en la Cisjordania ocupada que será el primero que se construye en esa zona partiendo de cero desde 1992, aunque desde entonces se han expandido un gran numero de colonias judías. […]
En una nueva acción de desafío a los palestinos y a la comunidad internacional, Israel anunció ayer la construcción de un nuevo asentamiento judío en la Cisjordania ocupada que será el primero que se construye en esa zona partiendo de cero desde 1992, aunque desde entonces se han expandido un gran numero de colonias judías.
La decisión la tomó el ministro de Defensa, el líder laborista Amir Peretz, quien en las reuniones que ha mantenido con mandatarios occidentales en los últimos meses había reiterado hasta la saciedad que se oponía a la construcción de más colonias judías en Cisjordania.
El nuevo asentamiento, que se denominará Maskiot, estará situado en la parte alta del río Jordán, cerca de la frontera con Jordania, y en un primer momento comprenderá 30 viviendas. Está previsto que más adelante este número se incremente hasta llegar al centenar.
El Gobierno israelí ha previsto que los primeros habitantes de Maskiot sean familias de colonos originarios del asentamiento de Shirat ha-Yam, una colonia de la franja de Gaza que fue destruida cuando Israel se retiró de esa zona en agosto de 2005. La construcción de Maskiot comenzará inmediatamente en una zona donde existió una base militar israelí integrada por soldados ultraortodoxos y que luego fue abandonada.
Reacción
Los palestinos reaccionaron con consternación mientras la comunidad occidental no ha efectuado ninguna declaración de condena, dando así vía libre a Israel para que siga construyendo en los territorios ocupados en violación de la legislación internacional. «Con esta acción ciertamente se va a destruir la atmósfera que se creó en la reunión entre Mahmud Abbas y Ehud Olmert y en la que ambos se comprometieron a muchas cosas, entre otras a no adoptar medidas unilaterales», declaró el jefe de los negociadores palestinos, Saeb Erekat, en referencia a la reunión del pasado fin de semana.
También en relación con Cisjordania, el Ejército israelí se ha ofrecido para deportar a la población palestina de dos pueblos que han quedado del lado hebreo del muro que los israelíes han construido en los últimos años dentro de Cisjordania. Cuando se construyó la muralla se hizo dejando de la parte israelí a varios pueblos palestinos. El Gobierno hebreo aseguró entonces que se iban a construir «puertas» para que los palestinos, en su mayoría campesinos, pudieran estar comunicados con los restantes pueblos de Cisjordania. Sin embargo, el Ejército se lo ha vuelto a pensar y ha decidido ahora que lo mejor es deportarlos.
El Ejército ha comunicado al Tribunal Supremo que lo que proponen es un «traslado voluntario», una expresión que acuñó el difunto ministro Rehavan Zeevi, que fue asesinado en octubre de 2001 por un comando palestino en Jerusalén.