El 27 de enero de 2025 miles de palestinos y palestinas abandonaron sus refugios temporales en el sur de Gaza y caminaron en masa hacia el norte. Cruzaron varias ciudades a lo largo del camino, una larga línea de personas a lo largo del mar Mediterráneo. Estaba claro que no era una acción espontánea porque todas esas personas parecían saber que ese era el día perfecto para regresar a sus hogares destruidos. Cámaras montadas en drones filmaron el avance y los jóvenes escalaron torres de metal para colocar banderas de Palestina, casi en señal de celebración de su histórico viaje. Hamás calificó la marcha hacia el norte de “victoria para nuestro pueblo” y de “declaración del fracaso” del intento israelí de anexionar Gaza. Un antiguo estrecho aliado del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, Itamar Ben Gvir, estuvo de acuerdo con Hamas. Dijo que la marcha hacia el norte era una ”victoria para Hamas” y una “derrota para Israel”. Al final del día, los palestinos y palestinas que habían llegado a la ciudad de Gaza encendieron el fuego de las cocinas que enviaron una señal a los satélites de que la luz (incluso generada por el fuego y no por electricidad) había regresado a la ciudad de Gaza.
Debido al acuerdo de cese al fuego, los camiones de ayuda comenzaron a entrar en Gaza en cantidades mucho mayores que antes (hasta 600 por día a mediados de febrero de 2025). La UNRWA, la Agencia de Naciones Unidas para las y los Refugiados Palestinos, abrió 37 albergues en el norte, incluidos siete en la ciudad de Gaza (uno de ellos solo para mujeres, así como unos modestos servicios mèdicos para mujeres embarazadas). El día anterior al sagrado mes islámico de Ramadán la UNRWA anunció que había comenzado a proporcionar ayuda alimentaria a unos 2 millones de palestinos y palestinas (el 90% de los que permanecen en la Franja de Gaza). “Estamos preparados para el Ramadán», me dijo por WhatsApp Ahmed al-Raqab, quien vive en la ciudad de Gaza. En el noveno mes del calendario islámico se celebra Ramadán, un mes de reflexión y oración. Los primeros diez días de Ramadán se conocen como los Días de la Misericordia (Rahmah), pero estos primeros diez días resultaron ser un calvario.
“No tenemos mucho, pero ayunaremos y luego, por la noche, compartiremos lo que tenemos para poder tener un momento memorable con nuestras familias y amigos”. Luego, más tarde, cuando cayó la noche, me escribió de nuevo solo para que me quedara tranquilo: “Aunque no quede nada, amigo mío, tenemos algo de duqqa, y vamos a soñar con sayadiyya para cuando usted coma con nosotros”. Duqqa es una deliciosa mezcla de avellanas trituradas con comino y menta, mientras que sayadiyya es pescado cocinado con chiles y se come con arroz y cebollas fritas. Incluso en medio de la nada, existe lugar para los sueños.
Pero el Ramadán comenzó con tristeza para muchos palestinos y palestinas en Gaza. Fátima al-Absi en Jabaliya no podía ir a rezar en su mezquita habitual porque fue arrasada por las bombas. “Todo ha cambiado”, dijo. “No tengo marido, ni hogar, ni comida digna ni vida digna. Su esposo fue asesinado por una bomba israelí. Su vida ha quedado reducida. Pero se rodeó de lo que quedaba de su familia en el norte de Gaza y encontró su propia manera de celebrar el Ramadán.
El 2 de marzo Israel dejó de permitir que cualquier camión de ayuda humanitaria ingresara en Gaza, con lo cual cortó los suministros (incluidos los alimentos) a los palestinos y palestinas que acababan de comenzar su mes de Ramadán. Este acto de guerra violó el acuerdo de alto al fuego. El gobierno israelí dijo que se debía a que Hamas no había liberado a los rehenes. Pero esta no es la razón exacta por la que Israel reinició sus políticas genocidas contra la comunidad palestina. Es importante recordar que apenas unos días antes de que se cortara el suministro humanitario, Israel había sido humillado por la gran marcha palestina hacia el norte. Bloquear los camiones humanitarios fue una forma de venganza contra la población palestina por estropear los planes de limpieza étnica que habían puesto en marcha los israelíes para anexionar, al menos, el norte de Gaza. Con cientos de miles de palestinos y palestinas de vuelta en el norte, sería imposible construir la Riviera del presidente estadounidense Donald Trump y los asentamientos masivos con los que habían soñado los israelíes. El castigo fue acabar con la ayuda humanitaria. El crimen fue la gran marcha palestina hacia el norte.
Pero el castigo no terminó con la suspensión de los camiones. El 11 de octubre de 2023 el gobierno israelí ordenó a la Compañía Eléctrica de Israel cortar el suministro eléctrico a Gaza y, por lo tanto, cerrar su planta de energía. Lo que sí seguía funcionando, incluso en circunstancias muy difíciles, era la planta de desalinización del Mar del Sur. Luego, el 9 de marzo de 2025, Israel anunció que cortaría cualquier energía que se había permitido hasta el momento, incluida la energía de la planta de desalinización, lo que significaba que Gaza tendria un suministro regular de agua limpia muy, muy limitado.
Entonces, como si surgieran de la nada, los ataques aéreos comenzaron a intensificarse. Un ataque el 11 de marzo mató a cinco personas en la ciudad de Gaza. En Rafah, una mujer palestina fue asesinada por un dron israelí. Se trata de la máquina de guerra israelí ansiosa de reiniciar el bombardeo y empujar a los palestinos y palestinas nuevamente hacia el sur (1).
Cortar el agua, la comida y la electricidad; los bombardeos otra vez; las amenazas de arrasar toda Gaza y empujarla hacia Egipto; la amenaza de construir resorts para los turistas de Tel Aviv y Houston: esta es la realidad para el pueblo palestino en Gaza. La escala de las acciones israelíes parece mucho mayor que el enojo por que los rehenes no han sido liberados. Claramente es una venganza por el 27 de enero.
“¿Cómo están sobreviviendo todos en esta situación?”, le pregunto a Ahmed. “Deben de estar agotados por tanta tensión”.
“Estamos bien», contestó, y luego añadió, para enfatizar o para convencerse a sí mismo, “estamos bien”.
Globetrotter y No Cold War an producido este artículo.
Nota:
(1) N. de la t: este artículo se escribió orginalmente el 13 de marzo de 2025. días antes de que la madrugada del 18 de marzo se reanudaran los mortíferos bombardeos israelíes sobre Gaza que ya han matado a más de mil personas más.
Texto original:https://znetwork.org/znetarticle/israel-inflicts-revenge-on-palestinians-for-its-own-intelligence-failure/
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