El Gobierno de Tel Aviv decidió levantar una valla de seguridad en la frontera que separa Israel y el territorio egipcio del Sinaí. La valla que fortificará la línea divisoria será construida a lo largo de 240 kilómetros y comenzará por dos secciones: una en Eilat, a orillas del mar Rojo, y otra en Nitzana, […]
El Gobierno de Tel Aviv decidió levantar una valla de seguridad en la frontera que separa Israel y el territorio egipcio del Sinaí. La valla que fortificará la línea divisoria será construida a lo largo de 240 kilómetros y comenzará por dos secciones: una en Eilat, a orillas del mar Rojo, y otra en Nitzana, en medio de la frontera entre ambos países.
El Gobierno de Olmert barajaba desde hace años este proyecto, pero ha dado el paso de llevarlo a cabo a raíz de la entrada de miles de palestinos de Gaza en el Sinaí durante los días en que el paso entre ambos territorios permaneció abierto. Israel justifica su plan para impedir toda infiltración de kamikazes palestinos desde el Sinaí.
En la misma reunión en la que se adoptó esta decisión, el primer ministro de Israel, Ehud Olmert; sus ministros de Defensa, Ehud Barak, y de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, y los responsables de seguridad exami- naron cómo mantener la presión sobre la franja de Gaza tras el atentado de Dimona.
Mientras los ministros estudiaban cómo seguir presionando a Gaza y a pesar de las sanciones y las incursiones milita- res sionistas, el lanzamiento de cohetes desde territorio palestino contra Israel continuó, sin que se produjeran víctimas. Las Brigadas Ezzedin al-Qassam -afines a Hamas- reivindicaron el disparo de tres cohetes y un obús «en respuesta a las masacres israelíes y al bloqueo impuesto a Gaza».
Por su parte, el presidente, Simon Peres, afirmó que no hay «pequeñas o grandes operaciones, sino operaciones convenientes o no» y añadió que «hasta ahora Israel ha realizado operaciones convenientes y el mundo no ha reaccionado, ya que todo el mundo lo comprende. No es necesario hacer idioteces ni exagerar, si no el mundo se volverá contra nosotros».
Peres realizó estas declaraciones el mismo día en que fuentes hebreas aseguraron que él supervisó personalmente la masacre que el martes se cobró la vida de siete policías en Khan Younis. Estas fuentes, citadas por el diario hebreo «Yedioth Ahronoth», revelaron que Peres estaba en la oficina de la inteligencia israelí y vio en directo, a través de las pantallas del radar, el bombardeo del cuartel general de la Policía en Khan Younis.