Recomiendo:
0

Unidos o vencidos

Israel, la bomba bajo los pies de Oriente Medio

Fuentes: Rebelión

¿Por qué tanto interés de los imperialistas franceses e ingleses en repartirse Oriente Medio bajo el Acuerdo Secreto que llamaron Sykes-Picot? El Acuerdo de los ladrones fue denunciado por la triunfante Revolución Socialista Rusa. Pero el imperio inglés ya tenía preparada su continuación, y sin ocultar el objetivo repitió ante el mundo el compromiso de […]

¿Por qué tanto interés de los imperialistas franceses e ingleses en repartirse Oriente Medio bajo el Acuerdo Secreto que llamaron Sykes-Picot? El Acuerdo de los ladrones fue denunciado por la triunfante Revolución Socialista Rusa. Pero el imperio inglés ya tenía preparada su continuación, y sin ocultar el objetivo repitió ante el mundo el compromiso de negocios adquirido con el Fondo Sionista Mundial, representado por otro ladrón, el financiero Rothschild: lograban burlar todo un derecho de los pueblos a su determinación. Como su compromiso ya era público sólo faltaba operar para construir una «legalidad» que hiciese norma la cesión del testigo de la neocolonización de Palestina. Por la monarquía inglesa y su gobierno del primer ministro David Lloyd George, firmó Balfour, el entonces Ministro de Exteriores.

El mapa que tienen a continuación es el acordado entre los imperialistas ingleses y franceses, Sykes-Picot, para repartirse el territorio que estaba en manos del imperio otomano en Oriente Medio.

 

Pero si los Acuerdos Secretos, e ilegales, de Sykes-Picot se concretaron en el Tratado de Balfour, la entrega de la tierra Palestina a los sionistas tendría, como decíamos, su continuación normativa: tras la primera guerra mundial pasaron su intención neocolonizadora por la recién creada Sociedad de Naciones, de dominio imperial inglés y francés, y en ese organismo Inglaterra «legalizó» la invasión de Palestina y se auto otorgó el llamado Mandato Británico sobre Palestina.

Hagamos una parada aquí para ilustrar el carácter imperialista de quienes se presentaban como demócratas salvadores después de la guerra: el ejército de la monarquía inglesa invadió Palestina, y a la cabeza de los conquistadores iba el general llamado Allenby. El gobierno inglés, por medio de dicho general, declaró que su conquista de Palestina era «la última cruzada». ¿En qué mente puede habitar la idea de considerarse un ejército de «cruzados» en plena conquista medieval?

Para dejar constancia del espíritu colonialista, el susodicho general mandó construir el puente que cruza el río Jordán sobre el puente que el imperio otomano había construido, y le dio su nombre. Aún hoy los sionistas, en agradecimiento a Inglaterra y a semejante jefe, mantienen el nombre del general colonialista. El puente es el único punto de entrada o salida de Cisjordania para el pueblo palestino. Podemos imaginar la humillación que supone o que pretenden los sionistas suponga a los palestinos al pasar por el.

Continuémos donde lo habíamos dejado. Después la Sociedad de Naciones desaparecería con la segunda guerra mundial, y a la salida de la guerra llegaron a un acuerdo entre los gobiernos capitalistas victoriosos y parieron la Organización de las Naciones Unidas. En la ONU dieron continuación a los Acuerdos Secretos, e ilegales, Sykes-Picot, luego Balfour, luego Mandato Británico; en la ONU renovaron aquel Acuerdo bajo el título «Resolución 181». Con esa «legalidad» contra el derecho del pueblo palestino a su independencia, a su determinación, dividieron Palestina, entregando la mayor parte del territorio, y más productivo, a la empresa de fondos financieros sionistas.

El objetivo del sionismo era no sólo tomar posesión del territorio, sino poner en marcha el plan previsto de vaciamiento de Palestina, para que sirviese a los nuevos imperialistas en su apoderamiento de las antiguas colonias: a los sionistas les cubrirían la monarquía inglesa y la nueva potencia imperialista, EEUU, mientras los representantes del sionismo avanzaban en su integración y control en los centros de toma de decisiones que salían de la segunda gran guerra. Los imperialistas llevaban su recua compuesta de los participantes en la ONU, excepto Cuba y los países árabes. En 1947 Cuba fue capaz de denunciar el crimen de la partición que se cometía y se presentaba como legal. http://www.cubadebate.cu/especiales/2014/09/29/cuba-se-opuso-al-plan-de-particion-de-palestina-en-1947-una-historia-poco-conocida-de-hace-67-anos/#.WqEZ8_nOXIU

Así sucedió. Una vez abierta la puerta a la ocupación neocolonial, lo primero que encontramos en esa marcha de los mercenarios sionistas es La Nakba (La catástrofe). El día antes del final del Mandato Británico los sionistas tomaron posesión y se declararon dueños e independientes porque el proyecto del grupo de negocios capitalista de Rothschild y compañía, con Lloyd George, después primer ministro de Inglaterra, era crear un ente, una empresa, que adquieriera por su poder los elementos que conforman un Estado. Eso quiere decir, también, disponer de una fuerza armada que realice la tarea de invadir y expulsar a la población autóctona, para recrear una base capaz de ir introduciendo cambios mediante acuerdos, guerras y negocios que puedan deshacer las fuerzas que sustentan a los diferentes países del entorno, en este caso los países árabes.

En su intento de desarticular a los países de Oriente Medio destaca la carta de quien ocupó la primera presidencia del recién creado ente israelí, el criminal Ben Gurion a Moshe Sharret, entonces su primer ministro, en la que analiza la situación de Egipto y la posibilidad de romper los países de alrededor, y recala en Líbano para que pusiese en marcha un plan que lo destruyese. La carta tiene la fecha del 27 de Febrero de 1954, en ella expone la situación de las diferentes poblaciones religiosas y la relación entre ellas como punto débil, y la urgencia de Israel de conseguir el enfrentamiento entre unos y otros, para mediante ese enfrentamiento alcanzar su división, conseguido ese objetivo Israel saldrá favorecido; recojo uno de sus párrafos: «En tiempos normales, es algo casi imposible de realizar, sobre todo a causa de la falta de iniciativa y de coraje de los cristianos. Pero en situaciones de confusión, de caos, de revolución o guerra civil, las cosas cambian, y el débil se puede tomar por un héroe. Es posible (en política nunca hay certidumbre) que el momento sea ahora propicio y favorable para provocar la creación de un estado cristiano a nuestro lado. Sin nuestra iniciativa y nuestra ayuda, la cosa no podrá ocurrir. Pienso que actualmente es nuestra tarea esencial o en todo caso una de las tareas esenciales de nuestra política exterior, y es necesario invertir recursos, tiempo, energía, y actuar por todos los medios para engendrar un cambio fundamental en el Líbano».

En la carta, Ben Gurion continúa desgranando la actividad que tienen que desarrollar para partir Líbano y reducirlo a pequeños Estados de carácter étnico-religioso, con lo que el ente financiero estaría en posición privilegiada para erigirse como potencia dominante.

Continuando con los afanes de la empresa israelí para hacer negocio neocolonial, Oded Yinon, miembro del Ministerio de Exteriores, en 1982 reelaboró el plan sionista de ocupación de la región, aquí tienen el mapa que trazaron, el mismo que defiende la facción gobernante, el Likud, al que pertenece Satanyahu:


El Gran Israel: Plan sionista para Oriente Medio «Plan Yinon»

 

Para conseguir ese mapa, Oded Yinon propone el desmembramiento de todos los Estados árabes y, por ejemplo, en el caso de Siria apuesta por la creación de uno sunnita, otro chiita y un tercero druso. El que se ha llamado Plan Yinon es el proyecto sobre el que trabaja el ente financiero capitalista, recibiendo el apoyo del actual imperio, del antiguo imperio y de los países europeos, participantes del negocio neocolonizador.

¿El camino a seguir?; la declaración en 2011 del rabino Abraham Shmulévich lo pone de relieve: «El mundo musulmán se someterá al caos y esto será un factor positivo para Israel. El caos es el mejor momento para tomar el control. … No sólo vamos a comprar a la élite árabe, sino que le daremos de comer de la mano, la educaremos».

El caos, la guerra, la destrucción, es lo que han conseguido generar con ejércitos mercenarios, financiados, armados y dirigidos por militares de todos los gobiernos implicados en la división de los países en pequeños Estados para dominarlos, enfrentarlos y alimentarlos como enemigos irreconciliables para dominados robarles el petróleo, materia prima de la que vive el imperio y todo occidente como sus potencias subsidiarias.

No pasó mucho tiempo para que sobresaliese una declaración del Ministro de Defensa del ente israelí, Moshe Yaalon, que apoyando el Plan Yinon, declaró en 2014: «Las fronteras de Medio Oriente están encaminadas a cambiar de manera definitiva». Era el momento en que tenían a su ejército de mercenarios DAESH o ISIS ocupando Siria y destruyendo todo lo que encontraban a su paso. Yaloon veía el resultado de sembrar el caos. Los sionistas veían la división de Siria casi realizada y el establecimiento de tres pequeños Estados fáciles de dominar. Pero les ha salido mal. Siria ha resistido a la neocolonización del imperio y sus subsidiados. No por eso van a dejar de intentar que su ente financiero, haciéndose pasar por un país y próspero, haga explotar a Oriente Medio, y entretanto arrasan Palestina, ahora con todas las ilegalidades de su parte, pero haciéndolas preparan otra «legalidad» como han hecho las veces anteriores. El Derecho Internacional esta siendo despreciado, o si prefieren ustedes burlado de manera criminal. ¿Y qué?, dicen sus responsables.

El pueblo palestino, los pueblos árabes, los pueblos del mundo, deben decirse: «o unidos, o vencidos».

Una muestra de la actividad sionista sobre el terreno palestino la encontramos en la noticia que se titula «Jerusalén bajo ocupación e injusticia israelí», ha salido en el periódico Al Mayadeen: «El Comité Ministerial de Legislación del gobierno israelí validó un proyecto de enmienda a la Ley de residencia en Al Quds (Jerusalén), presentado por el ministro de Interior, Aryeh Deri, que permite retirar la residencia permanente de los habitantes de Jerusalén, y en caso de ser aprobado permitiría la deportación de cualquier ciudadano de Jerusalén que se oponga a las políticas israelíes». espanol.almayadeen.net/episodes/245567/al-mayadeen-semanal_jerusalen-bajo-ocupacion-e-injusticia-israelí/.

Esto forma parte de la limpieza étnica, del primer propósito de los sionistas, el que emprendieron el mismo día que declararon su independencia, porque limpieza étnica quiere decir expulsar por cualquier medio a la población autóctona, y con ello suplantar la verdadera historia y dejar sin país al pueblo originario, al dueño, y como consecuencia de tal expulsión es llevado a la diáspora y a la condición de refugiado. Hasta hoy los sionistas, el ente financiero, sólo en Palestina han causado 7 millones de refugiados. En los países de alrededor atacados con el propósito tan repetido de dividir en pequeños Estados Oriente Medio, los millones de refugiados se han multiplicado, todos ustedes conocen los casos de Siria, Iraq, Yemen, Libano. Y bien lo saben todos ellos: «unidos o vencidos», de ahí su resistencia a la ocupación, a la guerra financiada por el imperio, a su explosión para dividirlos y así dominarlos.

Ramón Pedregal Casanova, es autor de los libros: «Gaza 51 días», «Palestina. Crónicas de vida y Resistencia», «Dietario de Crisis», «Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero», y «Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios». Presidente de la Asociación Europea de Cooperación Internacional y Estudios Sociales AMANE. Miembro de la Comisión Europea de Apoyo a los Prisioneros Palestinos.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.