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Israel mata de hambre a Gaza por Navidad

Fuentes: Sydwalker.info

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

Ya se pueden imaginar el espanto que se acumula en Gaza cuando hasta el London Times del Sr. Murdoch informa que las familias de Gaza se ven obligadas a comer hierba mientras Israel perpetúa el cierre de fronteras.

The Times es uno de los muchos medios de la News Corps alrededor del mundo cuya constante parcialidad a favor de Israel ha ayudado a crear el contexto para la tragedia que ahora se despliega en Palestina.

Estamos aprendiendo que la crueldad está funcionando bien y que se está produciendo una masacre masiva por hambre muy cerca de una de las orillas de Europa, deliberadamente provocada por la potencia ocupante. Marie Colvin informa:

    Mientras el convoy de camiones blancos y azules de las Naciones Unidas cargados de alimentos esperaba toda una larga noche el permiso israelí para entrar en Gaza, Jindiya Abu Amra y su hija de doce años arrancaban la hierba con la que su familia sobrevive actualmente.

    «Hoy hemos comido sólo una vez: jubbeiseh», dijo Abu Amra, de 43 años, mostrando las hojas de una planta que crece a los lados de las calles de Gaza. «Cada día, en cuanto me despierto empiezo a buscar madera y plástico para quemar como fuel y pido limosna. Cuando no encuentro nada, comemos de esta hierba…»

    Israel controla las fronteras y permite sólo esporádicamente la entrada de suministros humanitarios. La pasada semana, las familias tuvieron electricidad durante seis horas al día. El gas para cocinar sólo podía conseguirse ilegalmente a través de los túneles que conectan Gaza con Egipto, y la semana último los precios subieron desde los 80 shekels la bombona (22 euros) a 380 shekels (105 euros).

    En Naciones Unidas, de quien dependen un millón de refugiados en Gaza, están desesperados: «Toda la economía se ha venido abajo y no hay importaciones ni exportaciones», dijo John Ging, director de la UNRWA, la agencia para la asistencia a los refugiados palestinos. «Hace dos semanas, por primera vez en sesenta años, agotamos todo cuanto teníamos», dijo. «Solíamos disponer de 70 a 80 camiones por día, ahora contamos con 15, y eso sólo cuando se abre la frontera. Vivimos una situación de mucha precariedad».

    Tiene comida almacenada únicamente para cuatro días, que distribuirán entre los más desesperados y ninguna información sobre si Israel volverá a abrir la frontera. La familia Abu Amra tendrá que seguir comiendo hierba en el futuro inmediato.

Chris Hedges, escribe en TruthDig sobre el «Crimen contra la Humanidad de Israel en Gaza»:

    Gaza está ahora al menos doce horas al día sin electricidad, lo que puede representar una sentencia de muerte para quienes están gravemente enfermos en los hospitales. Quedan muy pocas medicinas, sobre todo de las necesarias para el cáncer o para la fibrosis cística.

    Los hospitales tienen generadores pero a menudo carecen de fuel. El equipamiento médico, incluido uno de los tres escáneres de Gaza, ha terminado por estropearse debido a las fluctuaciones e interrupciones eléctricas. El equipo médico no puede controlar la temperatura de las incubadoras para los recién nacidos. Israel ha revocado la mayor parte de los visados de salida, lo que implica que algunos de los que necesitan cuidados especializados, incluidos los pacientes de cáncer y los que necesitan diálisis renal, están falleciendo.

Según Richard Falk, Relator Especial de Naciones Unidas para los Derechos Humanos:

    «Es algo macabro. No conozco nada con lo que poder comparar esta situación. La gente se refiere al Ghetto de Varsovia como la analogía más parecida en tiempos modernos. No conozco ninguna estructura de una ocupación que haya durado tantas décadas y que implique una opresión tan grave», añadió el Relator.

    «La magnitud, la intencionalidad, las violaciones del derecho humanitario internacional, el impacto sobre la salud, la vida y la supervivencia y las condiciones generales justifican la denominación de crimen contra la humanidad. Esa situación responde a un propósito claro y directo de las autoridades civiles y del ejército de Israel. Son responsables de la misma y deberían ser juzgados por ello».

    «El objetivo de este asedio israelí no es otro, obviamente, que el de destruir a Hamas, el grupo islámico radical que salió elegido en las elecciones palestinas de enero de 2007. Pero Hamas ha estado proponiéndole treguas a Israel en repetidas ocasiones y le ha ofrecido negociar una tregua permanente. Durante el último alto el fuego, establecido a través de intermediarios egipcios el pasado mes de julio, Hamas mantuvo la tregua aunque Israel se negó a suavizar el bloqueo. Y fue Israel quien, el 4 de noviembre, inició un ataque armado que violó la tregua y que acabó con la vida de seis palestinos. Fue sólo en ese momento cuando Hamas volvió a lanzar cohetes caseros contra Israel. Los palestinos han lanzado más de 200 cohetes contra Israel desde que empezó la última ronda de violencia, que no han ocasionado ninguna víctima israelí».

Parece que estas valoraciones -y otras de carácter similar- del profesor judío estadounidense Richard Falk, fueron demasiado fuertes para los israelíes.

Decir esas cosas sobre el Estado judío del apartheid en Palestina es, para las autoridades de ese Estado, un «Discurso de Odio», sea quien sea el que lo formule, como en el caso del Relator Especial de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en los Territorios Palestinos.

En un acto que demuestra lo bajo que el Estado judío ha caído, expulsaron a Falk cuando entraba en tránsito en la ocupada Ramala, enviándole en un avión de vuelta a Estados Unidos.

¿Se han vuelto completamente locos los gobernantes del apartheid de Israel? Parece que sí. ¿En qué planeta creen que viven? Lo que resulta totalmente vergonzoso es la inmunidad de que gozan y de que tengamos que compartir el mismo habitat que ese violento Estado canalla. Los palestinos merecen admiración y respeto por su tenaz resistencia.

Mel Frykber señala que la tregua de Gaza está próxima expirar. Y considera unos cuantos escenarios posibles, todos ellos deprimentes. Los ocupantes han conseguido con éxito separar a los palestinos de Gaza de los de Cisjordania, no sólo reforzando el aislamiento geográfico sino también empleándose a fondo para ensanchar la sima política.

Es notorio que en estos momentos hay un debate en Israel sobre hasta dónde y cuánto se puede torturar a los palestinos. Y encima alardean de ser la «única democracia en el Oriente Medio». La realidad es que la democracia israelí no es más que un oximorón. El mundo no consideraba en ningún sentido democrático al apartheid sudafricano. El apartheid de Israel no es en absoluto diferente.

Enlace con el original:

www.Sydwalker.info/blog/2008/12/17/Israel-starving-gaza-for-christmas/