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Israel moviliza a miles de sus terroristas

Fuentes: Rebelión

Cargados de bombas los terroristas judíos las hacen estallar entre la población de Gaza, la primera ciudad resistente al nazismo judío

BOMBARDEO CONTRA MADRID.

Información de NANA, 11 de Abril de 1937.

Madrid. El frente está a menos de una milla y media. Desde la ladera opuesta de la colina cubierta de pinos llegó el estruendo, parecido a un pesado y bronco gruñir, de la artillería de las fuerzas rebeldes. Sólo una tenue nubecita de humo descubría la posición de sus baterías; luego, se oyó un ruido semejante a la rasgadura de una pieza de seda; los proyectiles pasaban sobre el frente hacia la ciudad, y nadie hacía caso de ellos. Pero cuando llegaron al centro de la población, cuyas calles estaban muy concurridas por ser domingo, un súbito resplandor inundó el área y seguidamente se escuchó una explosión ensordecedora que levantó una gran nube de polvo. Veintidós proyectiles cayeron en Madrid durante la mañana.

Mataron a una anciana que regresaba del mercado; la violencia de la explosión la convirtió en un confuso montón de ropa negra y le llevó una pierna, que fue a chocar contra la pared de un edificio próximo al lugar.

En otra manzana, tres personas fueron alcanzadas por los fragmentos de un proyectil de 150 mm que estalló en la acera; yacían como un polvoriento bulto de prendas de vestir en medio de los escombros.

Un automóvil que circulaba por allí de pronto se detuvo y viró después de haberse producido el resplandor y la explosión; el chofer se apeó con una parte del cuero cabelludo pendiéndole sobre los ojos, se sentó en la acera y se cubrió la cara con las manos; la sangre brillaba al deslizarse por la barbilla.

Uno de los edificios más altos fue alcanzado tres veces; es un objetivo militar lícito por tratarse de una oficina de comunicaciones conocida, pero el bombardeo indiscriminado a calles concurridas por madrileños que paseaban un domingo por la tarde no está justificado militarmente.

Cuando el bombardeo hubo cesado, regresé a nuestro puesto de observación situado en un ruinoso edificio a diez minutos de donde me encontraba; desde él observábamos a las fuerzas gubernamentales que llevaban tres días librando batalla para completar un movimiento envolvente con objeto de cortar las posiciones avanzadas que los rebeldes establecieron en las afueras de Madrid el pasado noviembre, y cuyo vértice es el Hospital Clínico de la Ciudad Universitaria; si las tropas gubernamentales consiguen llevar a término este movimiento de tenazas desde la carretera de La Coruña a la de Extremadura, esas posiciones avanzadas quedarán aisladas del resto de las tropas.

Las tres paredes sin techo de una iglesia, arruinada por la artillería hace dos días, en lo alto de una colina, dos casas grandes en la ladera de la misma y otras tres más pequeñas a la izquierda de ellas, fortificada por las tropas rebeldes, detienen el avance de las fuerzas gubernamentales.

Ayer observamos un ataque de tanques contra estas posiciones; avanzaron como si fueran unos destructivos escarabajos dotados de inteligencia; destruyeron los nidos de ametralladoras establecidos entre la espesa maleza mientras la artillería hacía fuego contra las trincheras y los edificios ocupados por el enemigo. Estuvimos observándolo hasta el anochecer; pero la infantería no atacó.

Hoy, tras quince minutos de intenso fuego de artillería que convirtió los cinco edificios de referencia en una nube de humo y polvo de color blanco y anaranjado, la infantería se ha lanzado al ataque.

Los hombres estaban parapetados en una línea de trincheras recién cavadas en un terreno gredoso. De pronto, uno corrió agachado a la retaguardia; le siguieron otros seis y uno cayó. A poco, regresaron cuatro de ellos. Los infantes avanzaron inclinados hacia delante como si anduviesen bajo una lluvia torrencial por un malecón. Unos se agazapaban para protegerse del fuego enemigo, y otros se desplomaban y se convertían en parte del paisaje; parecían puntos azul oscuro esparcidos por el fondo pardusco del terreno. Se internaron en la espesura de las malezas, y los perdimos de vista mientras los tanques avanzaban disparando contra las ventanas de los edificios.

Más abajo, en una hondonada de la carretera, se vio de repente una llamarada; un vehículo ardió levantando una negra columna de humo aceitoso. Estuvo ardiendo cerca de cuarenta minutos, trascurridos los cuales la llama pareció extinguirse; mas, de pronto, volvió a elevarse y se oyó una fuerte explosión. Probablemente era un tanque; pero no lo pudimos ver y no estábamos seguros de ello. Otros tanques pasaron por allí, torcieron a la derecha y dispararon contra los edificios y nidos de ametralladoras al tiempo que la infantería avanzaba más allá de la llamarada y se internaba en la boscosa pendiente, en dirección a las casas de referencia.

El fuego de fusilería y ametralladora producía una homogénea crepitación en el aire; se vio ascender otro tanque, detrás del cual se movía una sombra que identificamos con los binoculares como una escuadra de hombres. Se detuvo y torció, adonde los otros soldados se habían internado y donde vimos caer a dos de ellos. El tanque se metió en la espesura del bosque con sus seguidores intactos y desapareció de nuestra vista.

Después, volvió a suceder un intenso fuego de artillería; observamos con atención el ataque hasta que cayó la noche, tras lo cual sólo vimos el blanquecino humo de los proyectiles de artillería al estallar contra los referidos edificios; las tropas gubernamentales se hallaban a menos de cincuenta yardas cuando anocheció. El éxito de la ofensiva emprendida para liquidar la presión que las tropas fascistas ejercen en el frente de Madrid depende de la acción de esta noche y la de mañana.

Crónica enviada por el corresponsal Ernest Hemingway.

En Gaza, ciudad cercada por el nazismo judío como Madrid fue cercada por fascistas españoles, resisten 1.500.000 personas, el resultado de los ataques nazijudíos en ocho días contra la población es de 510 muertos y 2500 heridos de los cuales muchos van a morir debido a las heridas y a la falta de medios para su atención. Si hoy fuese sitiada Madrid por los judíosnazis y bombardeasen como están haciendo en Gaza, teniendo en cuenta que el censo aceptado oficialmente es de seis millones de habitantes en conjunto, los judíosnazis habrían causado 2.400 muertos y diez mil heridos.

¿Saldría la gente a la calle contra los asesinos?

¿Se ofrecerían a la población actos públicos organizados desde la embajada nazijudía con instituciones madrileñas?

Por ejemplo mercados callejeros como en Galapagar.

Cursos y charlas en el Ateneo de Madrid.

Conferencias en diferentes universidades.

Participación en actos públicos deportivos.

………..

Ha podido leer al comienzo una de las crónicas enviadas por el escritor Ernest Hemingway desde Madrid a su periódico. ¿Los madrileños que resistían el asedio permitirían que los periódicos publicasen artículos de quintacolumnistas mintiendo sobre los acontecimientos y justificando los bombardeos sobre la población?

¿Los madrileños que resistían el asedio permitirían que hubiese locutores de televisión y radio que comentasen las noticias o hiciesen discursos llamando terroristas a los defensores de la ciudad y culpabilizando a las víctimas?

Otro escalón más:

¿Los parlamentarios defenderían públicamente a los nazijudíos?

¿Podrían estar callados, sin hacer nada, si tuviesen un mínimo de conciencia democrática, los parlamentarios, los varios centenares que son, ante la masacre terrorista nazijudía?

El presidente del gobierno, el jefe del Estado, debido a su silencio y a su no hacer nada ¿pensarían los madrileños bombardeados que semejantes personajes son colaboracionistas de los nazijudíos?

Cuando la República se vio golpeada, los terroristas Franco, Hitler y Mussolini encontraron en los gobiernos que se denominaban democráticos sólo palabras, silencio, y, colaboración: mientras al régimen elegido por el pueblo se le prohibía procurarse la defensa, a los fascistas españoles les entregaban dinero, armas, petróleo, les vendían, subían el valor de su moneda, la peseta fascista, pues hubo dos: la fascista y la republicana, y dejaban caer o no admitían la republicana; ahora la Comisión europea hace lo mismo: palabras de culpabilización de los resistentes palestinos, no intervención, o colaboración criminal: admisión de productos nazijudios en los mercados nacionales, colaboración en maniobras militares, ningún envío a los resistentes, ni tan siquiera cuando los barquitos de las organizaciones solidarias se acercaban a Gaza a dejar sus pequeños cargamentos, y se callan y no hacen nada cuando estos barquitos son ametrallados por los terroristas nazijudios, ninguna advertencia a los nazijudios, ninguna expulsión de embajadores nazijudios, ninguna intervención, tan amigos como son de enviar sus ejércitos a apoyar al gobierno de EEUU. Hicieron lo mismo cuando los nazis alemanes y los fascistas italianos intervinieron militarmente al lado de los franquistas en contra del gobierno elegido por el pueblo en España. Sólo esperan la derrota y la expulsión de Palestina de los habitantes y resistentes palestinos.

¿Qué piensa usted, lector, de lo que hace el gobierno español, el de hoy, que se proclama defensor de las civilizaciones? ¿Cómo le parece que el gobierno español venda armamento a los terroristas nazijudíos? ¿Cómo le parece que el gobierno español mande a su ejército que haga maniobras militares con lo que los capos nazijudíos llaman su ejército, miles de terroristas?

¿Qué le parece que podemos hacer nosotros, población civil, además de ir a las manifestaciones de protesta? ¿boicotear la radio, la televisión, los periódicos, llamar protestando, escribir protestando, boicotear las actividades nazijudías en España?

Se llama LA INICIATIVA DE BILBAO a los acuerdos tomados por RED MEWANDO www.mewando.org, Solidaridad Internacional, CCOO Euskadi, Coordinadora de ONGD de Euskadi, Biladi, Centro Cultural Palestino, Mundubat, Paz con Dignidad, con la participación activa de Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina, que proponiendo todo tipo de denuncias llaman al boicot a los productos nazijudíos que se venden en supermercados y tiendas, el código de barras es el siguiente: 7 290000 000008, se reconoce fácilmente por el 729. No lo olvide: 729.

Solidaridad con el pueblo palestino, con el pueblo resistente de Gaza. El pueblo español, el pueblo madrileño también necesitó la solidaridad de los pueblos del mundo.