Traducido para Rebelión por LB
El pasado martes las autoridades israelíes cancelaron una ceremonia prevista para homenajear a los bomberos palestinos que la semana pasada ayudaron en las labores de extinción del incendio del monte Carmelo, después de que a varios bomberos palestinos les fuera negado el permiso para cruzar la frontera.
El comandante del Servicio de Bomberos Palestino, Ahmed Rizik, dijo que él y su equipo se llevaron una sorpresa cuando al llegar al puesto de control fronterizo israelí constataron que [las autoridades israelíes] sólo autorizaban la entrada a Israel a siete de los 10 bomberos palestinos, aunque a todos ellos se les había permitido entrar a Israel en el momento de la desastre.
«No hay ninguna razón lógica y no sé lo cuál fue el motivo, pero desgraciadamente no pudimos pasar la frontera, y a resultas de ello el acto de homenaje se ha aplazado hasta una fecha posterior», afirmó.
El ejército israelí dijo que los permisos fueron denegados debido a un error burocrático y explicó que la lista de nombres fue procesada sin que se incorporaran a ella los números de identificación de cada bombero.
El ejército israelí dijo que estaba trabajando para conseguir para los homenajeados los permisos adecuados.
El diputado árabe israelí Ahmed Tibi calificó el incidente como «no solamente una locura o un teatro del absurdo, sino como la estupidez y actitud señorial normativa características del régimen de ocupación».
«Es una completa vergüenza «, agregó.
La Autoridad Palestina respondió diciendo que había enviado sus bomberos por puro sentido de «responsabilidad humana» y que no podía entender por qué a aquellos que arriesgaron sus vidas se les negaba ahora la entrada a Israel.
«No está claro por qué a los mismos bomberos a los que los israelíes concedieron autorización para ayudar a extinguir el fuego se les niega ahora autorización para asistir a una ceremonia para homenajearlos», dijo la Autoridad Palestina.
«Ayudamos a extinguir el incendio a pesar de la ocupación porque era nuestro deber humanitario», agregó. «Sabíamos que la ocupación seguiría ahí después de nuestra ayuda».
El primer ministro palestino Salam Fayyad llamó el presidente israelí Shimon Peres el mismo día en que estalló el incendio para ofrecerle la colaboración de los equipos antiincendios palestinos.
El incendio que mató a 43 israelíes y que causó estragos en los bosques de las afueras del puerto de Haifa pilló a Israel sin suficientes equipos de extinción de incendios y obligó el Primer Ministro Benjamin Netanyahu a recabar la ayuda de cerca de una docena de países.