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Israel planea un ataque militar a la Franja de Gaza

Fuentes: Centro Alternativo de Información (AIC)

Traducido por Carlos Sanchis

La Ministra de Asuntos Exteriores Tzipi Livni y el presidente Egipcio Hosni Mubarak en una reunión en el Cairo ayer, 25 de Diciembres. Egipto supuestamente ha dicho a Israel que no tiene objeción a una operación militar israelí en la Franja de Gaza destinada a derrocar el gobierno de Hamas.

El gobierno israelí está actualmente preparando un plan minucioso de ataque a la Franja de Gaza, con el jefe de Estado Mayor, Gabi Ashkenazi afirmando que Israel «debe usar toda su fuerza para perjudicar la infraestructura terrorista y crear una situación de seguridad diferente.»

El gobierno y los militares israelíes ven una pequeña ventana de oportunidad y están predispuestos a usarla. Las navidades han pasado, y, por consiguiente, el final de la temporada alta del turismo; las elecciones estadounidenses han concluido; el presidente Bush está yéndose y el presidente electo Obama todavía no ha tomado el control; y aunque el ciclo electoral israelí va a todo ritmo, un ataque a Gaza parece ser, más o menos, la única cosa en la que la mayoría de los partidos están de acuerdo. Incluso el partido sionista de izquierda Meretz afirmaba ayer públicamente que «ha llegado el tiempo de actuar sin concesiones y sin consideraciones políticas estrechas para proteger a los residentes de las comunidades del área de Gaza y Siderot. (…) Golpear a Hamas de una manera selectiva y trabajar para un nuevo alto el fuego.»

No obstante, pese a que los políticos y generales israelíes están ampliamente alineados en la idea de apoyar una operación militar a gran escala en Gaza, no es cierto lo mismo para la ciudadanía israelí. Ayer, el periódico Haaretz publicaba los resultados de una encuesta que había encargado que revelaban que el «46 por ciento de los israelíes no apoyaba una invasión masiva del ejercito israelí en la Franja de Gaza, con el 40 por ciento manifestando que estarían a favor de tal operación.» Loa opinión pública, sin embargo, tiene poco efecto en las políticas gubernamentales como lo son las proclamaciones de amplio apoyo popular para sus acciones. Por ejemplo, las encuestas en Israel hace tiempo que muestran un apoyo mayoritario al diálogo con Hamas, pero el gobierno israelí no solo ha rechazado cualquier diálogo, sino que comúnmente aduce que ello seria antitético con los deseos del pueblo israelí.

En las recientes semanas, funcionarios israelíes han estado ocupados reuniéndose con gobiernos de todo el mundo, en un intento de obtener la aprobación internacional a las acciones contra Hamas. En esta ronda, han informado haber recibido incluso la aprobación tácita del gobierno egipcio, que podría estar abierto a pequeñas restituciones por lo que fue visto como la arrogancia de Hamas al rechazar las conversaciones de reconciliación entre Hamas y Fatah patrocinadas por Egipto.

El periódico al-Quds al-Arabi, con base en Londres, informó el 24 de Diciembre que el gobierno egipcio rechazaba un requerimiento israelí para que usara su influencia para tratar de persuadir a Hamas de que renovara su tregua con Israel. Por el contrario, el jefe de los servicios egipcios de inteligencia, Omar Suleiman, supuestamente dijo a Israel que Egipto no ponía objeción a una operación militar israelí en la Franja de Gaza destinada a derrocar el gobierno de Hamas.

Mientras Israel afirma desear calma en el frente de Gaza, fue Israel el que ha violó el alto el fuego a principios de Noviembre matando a seis palestinos e hiriendo a cuatro. Estas muertes son parte de la campaña israelí en curso de castigos colectivos contra el millón y medio de habitantes de la Franja de Gaza, a la que Israel ha puesto bajo sitio desde Junio del 2007. Israel herméticamente cierra las fronteras de Gaza al paso libre de personas y artículos de primera necesidad, que ha resultado en una critica situación humanitaria en la que la dependencia de asistencia alimentaria es insuperablemente elevada, la escasez de combustible ha interrumpido el funcionamiento regular de agua potable y electricidad y los hospitales están escasos de medicamentos para salvar vidas. Las bajas masivas se han impedido únicamente mediante la asistencia humanitaria de la comunidad internacional.

Mientras que el gobierno israelí ha profesado repetidamente la intransigencia de Hamas, actuando como si no hubiera una salida razonable a la situación, excepto a través de la acción militar, un portavoz de Hamas afirmaba el 23 de diciembre que considerarían una renovación del alto el fuego si Israel garantizara que el paso fronterizo permanecería abierto para suministros de asistencia y combustible, y detenía las incursiones.

El gobierno israelí ha retrocedido a una esquina y se enfrenta a una situación política y militar potencialmente perdedora. La meta de Israel de hacer caer el gobierno de Hamas, promovida más recientemente por el Primer Ministro, Olmert, en un llamamiento directo a los habitantes de Gaza para rechazar a sus gobernantes, no puede llevarse a cabo mediante el sitio u operaciones militares limitadas. Sin embargo Israel ha elevado su retórica pública externa e interna de forma que no hace «nada» puesto que la resistencia al asedio no es posible. Sin embargo cualquier ataque militar israelí sustancial originaría un elevado número de bajas palestinas, junto a un fuerte incremento en el numero de mísiles lanzados desde Gaza en áreas israelíes pobladas y la probable muerte de numerosos soldados.

¿Y cuál sería la meta declarada de Israel de tales acciones militares? Aunque el público israelí apoyaría un derrumbe del gobierno de Hamas, esto sería imposible sin una invasión israelí masiva y el despliegue permanente de tropas dentro de la Franja de Gaza, un precio que el público israelí no tiene la voluntad de pagar. Cualquier otra acción militar produciría bajas pero no el fin de la resistencia palestina a la ocupación de Gaza. Es más, tampoco se limitaría la resistencia palestina a semejante ataque a la Franja de Gaza, puesto que las protestas públicas se sucederían a lo largo de Cisjordania y quizás incluso en Jerusalén Oriental. Es más, la acción israelí de gran potencia contra Hamas en la Franja Gaza tiene una espiral potencial más allá de las fronteras y encender la chispa de la violencia en el norte entre Israel y Hezbolá en el Líbano. Sin embargo, ¿podría ser que las consideraciones electorales israelíes retrasaran un ataque militar a la Franja de Gaza?.¿Podrían los recuerdos de la guerra de Israel contra Líbano en el 2006, considerada hoy por una mayoría del público israelí como una campaña innecesaria y poco realista que debilitó el poder de disuasión de Israel y produjo bajas israelíes innecesarias, desanimar a los militaristas, y combatir en las encuestas al Ministro de Defensa, Barak (Laborista), impidiéndole pedir un ataque? Por otro lado, ¿podrían ver el ejército y el gobierno israelí el lanzamiento de una ofensiva a gran escala en Gaza como una manera potencial de curar al público israelí de su » Síndrome de Líbano,» haciendo un ataque más probable?. A la luz de esta situación, la comunidad internacional debe actuar para proteger a los residentes de Gaza e impedir inmediatamente un peligroso incremento de la violencia regional. Israel debe considerarse responsable por su ocupación continuada de la Franja de Gaza, y parte de la Cuarta Convención de Ginebra que debe responsabilizarse de sus propias obligaciones internacionales para proteger al pueblo palestino.

Fuente: http://www.alternativenews.org/news/english/israel-planning-military-assault-on-gaza-strip-20081225.html

Carlos Sanchis pertenece a los colectivos de Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y la fuente.