El Gobierno de Israel está examinando la viabilidad legal de deportar a la Franja de Gaza a los familiares de los «atacantes» palestinos. Esta medida ya fue adoptada en 1992, cuando más de 400 palestinos fueron deportados al sur de Líbano durante al menos un año.
El Ejecutivo hebreo está considerando deportar a la Franja de Gaza a los familiares de «atacantes» palestinos, mientras continúan las intensas redadas del Ejército en la Cisjordania ocupada, en las que han detenido a más de 400 personas desde el 31 de marzo.
El primer ministro, Naftali Benet, pidió este domingo a su gabinete de seguridad examinar la legalidad de esas deportaciones, así como la demolición de casas de las familias de «atacantes árabes-israelíes», según Army Radio, la emisora oficial del Ejército.
Las demoliciones de casas son una práctica israelí frecuente en el caso de «atacantes» palestinos en Cisjordania, aunque se trata de una medida de «castigo colectivo» que viola las normas internacionales, pero la destrucción de viviendas de personas con ciudadanía israelí puede entrar en conflicto con las propias leyes nacionales.
Israel ha intensificado las «operaciones de contraterrorismo» tras haber sufrido desde finales de marzo seis ataques en los que han muerto 18 personas –al menos varios de ellos reivindicados por el ISIS–, mientras que en esos operativos de represalia en Cisjordania han muerto una cincuentena de palestinos, algunos civiles desarmados como la periodista de Al-Jazeera Shireen Abu Akleh.
En la reunión del gabinete de seguridad el ministro de Justicia, Gideon Saar, recomendó demoler las casas de los «terroristas árabe-israelíes» y deportar a las familias de los «atacantes» palestinos de Cisjordania a la Franja de Gaza «como métodos para combatir la reciente ola de terrorismo», según la radio del Ejército.
Ambas opciones son legalmente complicadas y funcionarios de Defensa expresaron su oposición a la recomendación de Saar, quien consideró que las medidas son «necesarias» en las circunstancias actuales.
El ministro de Finanzas, Avigdor Liberman, ha afirmado este lunes en una entrevista con Army Radio que «no había dudas» de que su partido apoya la deportación de palestinos y la demolición de viviendas dentro de la Línea Verde, que separa Israel de los territorios palestinos ocupados.
«A nuestros ojos, necesitan ser deportados. Todavía recuerdo cuando deportamos a la gente al Líbano. No sé si es realista. Necesitamos una visión. No todo es legislación», ha apuntado Liberman, del partido sionista Israel Beitenu (Israel es Nuestro Hogar).
En 1992 más de 400 palestinos fueron deportados al sur de Líbano durante al menos un año después de que palestinos mataran a varios miembros de las fuerzas de seguridad de Israel, donde en los últimos años se han presentado varios proyectos de ley para deportar a familias de «atacantes» palestinos, pero ninguno ha salido adelante.
La semana pasada Israel revocó los permisos de entrada o de trabajo a más de 1.100 palestinos con vínculos familiares con los presuntos autores de la reciente ola de ataques –tras ampliar en marzo este castigo hasta familiares de segundo grado–, además de entregar órdenes de demolición a las familias de los supuestos responsables de los ataques de Elad y Tel Aviv.