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Israel prepara el terreno para matar por control remoto

Fuentes: The National

Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

Se llama Divisar y Disparar. Las operadoras están sentadas ante un monitor de televisión desde el que pueden controlar la acción con un mando similar al de la PlayStation.

El objetivo: matar.

Manejado por: mujeres jóvenes que sirven en el ejército israelí.

Divisar y Disparar, como lo llama el ejército israelí, puede parecer un vídeo juego, pero las figuras que aparecen en la pantalla son personas de carne y hueso – palestinos de Gaza – a los que se puede matar apretando el botón del mando.

Unas mujeres soldado, situadas muy lejos en una sala de operaciones, son responsables de hacer blanco y de disparar armas por control remoto instaladas en las torres vigía cada pocos metros a lo largo de la valla eléctrica que rodea Gaza.

El sistema es uno de los últimos artefactos para «matar a distancia» desarrollado por la empresa israelí de armamentos Rafael, la antigua división de investigación del ejército israelí y ahora una empresa gubernamental independiente de éste.

Según Giora Katz, vice-presidente de Rafael, el armamento de control remoto como Divisar y Disparar es el rostro del futuro. Espera que en una década al menos una tercera parte de las máquinas que utiliza el ejército israelí para controlar tierra, mar y aire sean no tripuladas.

El ejército israelí admite que el descenso en los niveles de reclutamiento y una población menos dispuesta a arriesgarse a morir en combate ha avivado la demanda de estos artefactos.

Oren Berebbi, jefe de su filial de tecnología, declaró recientemente a un periódico estadounidense: «Estamos tratando de conseguir vehículos no tripulados en todas partes en el campo de batalla … Podemos llevar a cano cada vez más misiones sin poner en peligro a un soldado».

El rápido progreso de la tecnología ha suscitado la alarma de las Naciones Unidas. Philip Alston, su Relator Especial sobre asesinatos extrajudiciales, advirtió el mes pasado del peligro de que emergiera rápidamente una «mentalidad PlayStation de matar».

Sin embargo, según los analistas, es poco probable que Israel dé la espalda al armamento que él ha sido puntero en desarrollar (utilizando los territorios palestinos ocupados, y especialmente Gaza, como laboratorios de pruebas).

Los regímenes represivos de todo el mundo y las florecientes industrias de seguridad interna de todo el planeta tienen una gran demanda de sistemas de armas de control remoto.

«Estos sistemas se encuentran todavía en las primeras etapas de su desarrollo, pero hay un enorme y creciente mercado para ellos», afirmó Shlomo Brom, un general retirado y analista de defensa del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de la Universidad de Tel Aviv.

El sistema Divisar y Disparar – oficialmente conocido Tecnología Centinela – ha llamado la atención sobre todo porque lo operan mujeres soldado de 19 y 20 años, lo que lo convierte en el único sistema de armas del ejército israelí operado exclusivamente por mujeres.

Se prefiere a las mujeres soldado para operar los artilugios para matar por control remoto debido a la escasez del reclutamiento de soldados varones para las unidades de combate de Israel. Las jóvenes pueden llevar a cabo estas misiones sin romper el tabú social de poner en peligro sus vidas, afirmó Brom.

Se espera de las mujeres que identifiquen a cualquier persona sospechosa que se acerque a la valla que rodea Gaza y, si reciben la autorización de su oficial, la ejecuten utilizando sus mandos.

El ejército israelí, que planea introducir la tecnología en las demás líneas de confrontación de Israel, se niega a declarar cuántos palestinos han sido asesinados por armas de control remoto en Gaza. Sin embargo, según los medios de comunicación israelíes se cree que son varias docenas.

El sistema se introdujo hace dos años para vigilancia, pero sólo recientemente se ha autorizado a las operadoras a disparar. El ejército admitió haber utilizado Tecnología Centinela en diciembre para matar al menos a dos palestinos que estaban a unos cientos de metros dentro de la valla.

El diario Haaretz, al que se le autorizó el raro acceso a la sala de control de Tecnología Centinela, citaba la semana pasada las palabras de una soldado, Bar Keren, de 20 años: «Es muy atrayente ser quien hace esto. Pero no todo el mundo quiere este trabajo. No se trata simplemente de tomar un mando como el de una PlayStation de Sony y de matar, sino, en última instancia, es por defensa».

Sensores auditivos en las torres indican que las mujeres oyen el disparo cuando matan al objetivo. Según Haaretz, ninguna mujer había dejado de disparar contra lo que el ejército llama un palestino «indiscriminado».

El ejército israelí, que impone una tierra de nadie dentro de la valla que se extiende 300 metros dentro del diminuto enclave, ha sido ampliamente criticado por disparar contra ciudadanos que entran dentro de la zona cerrada.

Se ha informado que Rafael está desarrollado una versión de Tecnología Centinela que disparará misiles dirigidos de largo alcance.

Otra pieza de armamento desarrollado recientemente por el ejército israelí es Guardium, un coche-robot blindado que puede patrullar un territorio a 80 km/hora, navegar por ciudades, hacer «emboscadas» y disparar contra objetivos. Ahora está patrullando las fronteras israelíes con Gaza y Líbano.

Sus creadores israelíes, G-Nius, lo han llamado el primer «soldado robot» del mundo.

Pero Israel es sobre todo conocido por su papel en el desarrollo de «vehículos aéreos no tripulados» (o drones, como se les conoce). Con el objetivo original de espiar y empleados por Israel por primera vez en el sur de Líbano a principios de la década de 1980, hoy se usan cada vez más para cometer desde el cielo asesinatos extrajudiciales a una altura de miles de pies.

Fuente: http://thenational.ae/apps/pbcs.dll/article?AID=/20100713/FOREIGN/707129834/1002