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Israel reabre su embajada en Egipto, un tributo a la ocupación

Fuentes: Rebelión

La traición, el complot, los acuerdos secretos y los millones de dólares que apaciguan los espíritus cómplices de los regímenes árabes, siguen siendo la ‘punta del iceberg’ del sufrimiento y la ocupación sionista desde 1948 contra el pueblo palestino y el drama desgarrador del resto de los pueblos árabes sirio, iraquí, egipcio, libanes y jordano. […]

La traición, el complot, los acuerdos secretos y los millones de dólares que apaciguan los espíritus cómplices de los regímenes árabes, siguen siendo la ‘punta del iceberg’ del sufrimiento y la ocupación sionista desde 1948 contra el pueblo palestino y el drama desgarrador del resto de los pueblos árabes sirio, iraquí, egipcio, libanes y jordano. El pasado miércoles (9/9) sin bombos y platillos mediáticos y con una silenciosa conspiración la potencia ocupante reabrió después de 4 años su embajada israelí en Egipto con el beneplácito del gobierno cairota del golpista general Abdel Fatah al-Sisi, quién nominó a su embajador Hazem Khairat, ante el gobierno de Benjamín Netanyahu (responsable de crímenes de guerra).

La reinauguración estuvo a cargo del director general de la cancillería israelí, Dore Gold. Por su parte, Netanhayu, envío a la vicecanciller Tzipi Hotovely, para brindar la bienvenida al embajador Haim Koren, como máximo exponente del régimen de Tel Aviv en Egipto, quien ya había presentado sus credenciales diplomáticas al general al-Sisi, el 14 de septiembre de 2014. Dore Gold, durante la reinauguración de la embajada con sarcasmo enfatizó, «el primer ministro Netanyahu y ​​el presidente egipcio al-Sisi, lograron desviar la amenaza y estamos trabajando juntos por el bien de la estabilidad y la prosperidad en el Medio Oriente». Palabras que abren una brecha de interrogantes, ¿qué estabilidad y cuál prosperidad? se les asigna al pueblo palestino y a los pueblos de la región, exceptuando el israelí.

En el esquema de las palabras la vicecanciller de la potencia ocupante, Hotovely, alegó: «c ontrario al contexto de los acontecimientos regionales, se presentan muchas oportunidades de cooperación y una mejoría de las relaciones entre Israel y algunos Estados de la región, especialmente con Egipto». Dando cuenta de manera deliberada las relaciones secretas que mantienen con otros regímenes árabes a expensa de sus pueblos. Sugestiva, Hotvely, inspira malos recuerdos. Refiriéndose a sus supuestos derechos y obviando los legítimos derechos palestinos, con fuerte contenido racistas expresó «Tenemos que regresar a la verdad básica de nuestros derechos a esta tierra. Toda la tierra es nuestra. Toda. Desde el mar (Mediterráneo) hasta el río (Jordán). Y no estamos aquí para disculparnos por ello» (Ynet, diario digital israelí 22/5/2015).

El equilibro de las relaciones se fracturó abruptamente en agosto de 2011 cuando soldados israelíes mataron a 6 guardias fronterizos egipcios durante una operación en el Sinaí para capturar a milicianos palestinos, motivo que llevó a ser saqueada la misión el 9 de septiembre por miles de indignados egipcios en medio del levantamiento popular de ‘La Revolución de los Jovenes’, parte de la mal llamada ‘Primavera Árabe’ que se inició el 25/1/2011, obligando a huir al embajador israelí Yitzhak Levanon y al cierre de la embajada.

La rebelión popular logró derrotar la dictadura del presidente Hosni Mubarak y llamar a las primeras elecciones democráticas de la historia egipcia el 16/6/2012 con el triunfo de Mohammed Mursi, de la Hermandad Musulmana con el 52,5% del voto popular. Asumiendo el 30 de junio de ese año. Un desafortunado golpe militar derrocó el 3 de julio de 2013 al presidente Mursi (actualmente preso) tomando posición el golpista general Abdel Fath al-Sisi, aliado de Israel y del presidente de facto Mahmoud Abbas, quien se apresuró para saludarlo a pesar de su ilegitima asunción.

Desde la historia. Las tediosas relaciones diplomáticas plenas entre las partes se deben al ‘Acuerdo de Camp David’, firmado por el presidente egipcio Anuar al-Sadat y el premier israelí Menahem Beguin junto al presidente estadounidense Jimmy Carter, en la residencia de Camp David en Estados Unidos el 17 de septiembre de 1978, coronando la impertinente vista de Sadat a Jerusalén ocupada el 19 de noviembre de 1977 para consagrar su abrazo con el líder terrorista Beguin, autor de la masacre de Deir Yessin, 2 años después de volar el Hotel Rey David en Jerusalén en 1946. Vacio de ética y con moral perturbada, Sadat, no vaciló en acudir al Knesset (parlamento) israelí y discursar hipotecando con total desprecio la revolución palestina, a su pueblo y al comandante Yasser Arafat, quien condenó la actitud servil de quien fuera el vicepresidente del legendario mártir Gamal Abdel Nasser. La confabulación la pagó con su vida. Un grupo de soldados egipcios lo balearon en un desfile militar en El Cairo a las 12:30 del mediodía del 6 de octubre de 1981 por su traición a la patria.

Lo cierto es, que mientras el presidente democrático Mursi procesado a la pena de muerte y Gaza bloqueada por las fuerzas egipcias-israelíes, el golpista presidente al-Sisi, reabre la embajada israelí en tierra árabe en analogía con el reino de Jordania que mantiene la bandera de la ocupación israelí erguida con la sangre palestina flameando sobre el pueblo en Amman.

Suhail Hani Daher Akel fue el el primer representante de la OLP y el primer Embajador del Estado de Palestina en Argentina. Es analista internacional sobre la situación de Palestina.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.