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Crónicas desde Palestina

Israel: una sociedad enferma

Fuentes: Rebelión

La parte israeli no deja de sorprenderme. La semana pasada pase unos dias en Tel Aviv, visitando a mi amiga Charo, de la que tanto aprendo, que trabaja y vive alli; la otra noche estuve cenando en casa de mis queridos MIkado y Lia y la otra tarde tuvimos una reu, los compas de la […]

La parte israeli no deja de sorprenderme. La semana pasada pase unos dias en Tel Aviv, visitando a mi amiga Charo, de la que tanto aprendo, que trabaja y vive alli; la otra noche estuve cenando en casa de mis queridos MIkado y Lia y la otra tarde tuvimos una reu, los compas de la nueva brigada, con el fundador de la organizacion israeli ‘Breaking the silence’, Yehuda Shaul. Desde que empecé a pasar parte de mi estancia en Palestina entre la poblacion israeli, muchas de las dudas y lagunas que tenia desaparecieron. Igual que pienso que quien no conoce Gaza, esa pequeña parcela de terreno, no conoce plenamente Palestina, no por su espacialidad, sino por su ‘especialidad’. Tambien pienso que es fundamental conocer la parte atacante, conocer a la sociedad israeli, en su dia a dia, en sus diferentes vertientes: colonos, ultraortodoxos, hippies, trabajadores y mendigos para tener un claro y completo cuadro de lo que sucede sobre el terreno. Y lo que es mas importante, puede darnos pistas sobre como enfocar el problema y sobre como diseñar las estrategias mas efectivas para acercarnos a su realidad e intentar aportar nuestro granito de arena a la legitima causa palestina.

Creo que tan importante como no perder la perspectiva regional y global a la ahora de abordar el conflicto israelopaletino, es conocer la idiosincrasia de las dos partes implicadas y sus realidades cotidianas sobre el terreno. Desde hace unos años gran parte de la polemica de lo que acontece en Palestina deriva en discusiones sobre la corrupcion del gobierno de la Autoridad (autoridad??) Palestina, o sobre las confrontaciones entre Fatah y Hamas e invertimos horas y horas en criticar el machismo de su sociedad, su involucion o su estructura social. Ese desvio del foco de la cuestion de lo realmente importante, es obviamente intencionado y desde luego no deberia hacernos perder de vista el objetivo real de nuestro trabajo: el apoyo incondicional a la legitima causa palestina. Que poco se conoce sobre la sociedad israeli y que poco se habla de ella en los medios de comunicacion convencionales. Y desde luego cuando se habla de ella, suele ser para ensalzar su ‘western way of life’, su modernidad y su ‘democracia’, nunca para criticar sus contradicciones, su hetereogeneidad y descohesion social, su crisis economica rampante, la corrupcion de su clase politica, el fundamentalismo religioso que discrimina de una forma brutal a las mujeres, su sistema de castas interno. No, nunca se muestra a la sociedad israeli como lo que es, una sociedad enferma y lo que es peor, enferma de raiz, enferma desde el momento de su concepción, a nivel conceptual, ideologico y fisico.

La sociedad israeli vive ensimismada, encerrada en sí misma, nada hay mas alla de su propio ombligo, que ademas consideran el centro del universo. En los discursos mas progresistas, mas de izquierdas, incluso algunos antiocupacion TT 67, historicamente la estrategia ha sido y sigue siendo negar la existencia del otro, en este caso la existencia de los y las palestinas. Todo el debate y las discusiones giran en torno a como el conflicto les afecta (a los israelies) como cambiar su situacion (la de los israelies), como superar los sindromes posttraumaticos que el servicio militar ha causado en ellos (los israelies). Ilustrativo de este ultimo paradigma es la pelicula ‘Vals con Bashir’. En ella se muestra el sufrimiento de los soldados israelies por lo que se vieron ‘obligados’ a hacer durante la primera invasion al Libano de 1982, por supuesto en el film se les exculpa, intentando justificar lo injustificable y sobre todo centrandose en el sufrimiento de los soldados isralies ante las atrocidades que la milicia falangista llevo a cabo, como si ellos no hubieran participado de forma activa en las masacres de Shabra y Chatila.Aunque desde otra perspectiva y con otro fondo y motivacion, tambien me resulta interesante el comentario de Yehuda Shaul sobre los motivos de creacion de su organizacion. El comentaba que su objetivo al fundar ‘Breaking the silence’ no es solucionar el conflicto, ni siquiera acabar con la ocupacion, sino la necesidad de hacer algo por si mismo, por ‘expiar’ las culpas por las brutalidades cometidas durante su servicio militar. Obviamente sus motivaciones no le quitan legitimidad, ni minusvaloran su accion, pero si resultan cuanto menos significativas en el contexto en el que se desarrollan.

Otro ejemplo de este egocentrismo que invisibiliza al otro, unido a la esquizofrenia de una vida que de alguna manera y en diferentes situaciones les obliga a relacionarse con la parte que intentan invisibilizar, es el cambio que ha experimentado el parlamentario del partido Meretz, Yosi Sarid. Durante toda su vida publica politica, el Sr Sarid, no trabajo buscando la resolucion justa del conflicto, no impulso iniciativas basadas en las Resoluciones de la ONU, no se salio ni un apice de las consignas sionistas de su partido, que no es otra cosa que politica de estado, pues que nos quede muy claro que las politicas de limpieza etnica que llevan implementando los sucesivos gobiernos israelies, no responden a unas consignas propias de cada partido sino que son simple y claramente una politica de estado. El sionismo les impregna a todos ellos y nada hay fuera de el. Sin embargo el Sr. Sarid una vez retirado del panorama politico se esta dedicando a escribir y a denunciar a traves de sus escritos tanto las paranoias y esquizofrenias de su sociedad como las politicas de destruccion del entramado social, politico y economico que el gobierno israeli lleva a cabo con la poblacion palestina, a la que parece que empieza a conceder la posibilidad de existir con entidad propia.Como sucede en muchas ocasiones, los politicos cuando realmente tienen capacidad de decision y de actuacion callan y acatan la voz del amo, acallando sus conciencias a base de buenos sueldos a fin de mes y de perpetuarse en el poder. Cuando ya dejan de tener esa capacidad y como forma de expiar sus culpas sacan a pasear su conciencia, quiza con la idea de conseguir el reconocimiento publico de su bondad, convirtiendose en adalides de las causas justas.A buenas horas, mangas verdes.Otro ejemplo de ese desconocimiento intencionado de la sociedad israeli hacia sus vecinos, sobre cuya tierra se asienta su estado, es la conversacion que tuve con una camarera en Tel Aviv. Habia estado viviendo en Costa Rica y hablaba espanyol y como no habia mucha gente , tras servirme el cafe se sento a mi lado. Le pregunte lugares que podia visitar haciendole ver que no conocia el pais. Me fue explicando las bondades de Tel Aviv, Haifa, Eilat, Jerusalen. Ni la menor mencion a Nazaret, ni por supuesto a ninguna ciudad de los territorios del 67. Tres veces le pregunte por la ciudad Belen y todas las veces ponia cara de no entender, preguntandome si eso estaba en Israel. Tras tenerle que explicar donde estaba, me dijo que ni se me ocurriera ir, que era superpeligroso. Le pregunte si habia estado alguna vez y me miro con ojos incredulos, como si le hubiera preguntado si habia subido alguna vez al everest con un tanga de leopardo y me dijo: ‘claro que no!’ Ni yo, ni nadie que conozca. Y asi es, efectivamente, el comun de los mortales en Israel, no conoce y lo que es peor, no quiere conocer que sucede a escasos kilometros de su casa. Como decia Yehuda Saul, no escucha y lo que es peor, no quiere escuchar, lo que algunos soldados cuentan cuando, arrepentidos, vuelven de cometer atrocidades en los territorios ocupados palestinos, negandolo si llega a sus oidos o haciendo ver que son casos puntuales, cuando como nos decia Yehuda son practicas de humillacion y tortura cotidianas cometidas por todos los soldados. La sociedad israeli se niega a mirarse al espejo porque sabe que lo que veria le avergonzaria y perder esa supremacia moral, que creen tener, les da, sencillamente, panico. Tel Aviv de Belen esta a una hora aproximadamente y en Belen a parte de las referencias cristianas, tambien hay importantes referencias judias como la tumba de Raquel. Su ignorancia entre la poblacion israeli no hace sino corroborar la escasa relacion historica entre el judaismo y el sionismo. Punto que considero de vital importancia a la hora de trabajar el conflicto israelopalestino, pues el sionismo siempre intenta confundir los conceptos, acusandonos de esa forma de antisemitismo, cuando cualquiera que se precie, deberia saber que en sus inicios los grandes rabinos expulsaron de la comunidad judia a los padres del sionismo, considerandoles como ‘hegem’, algo asi como excomulgados.Romper esta dualidad me parece realmente importante, pues eso acabaria con muchas de sus justificaciones y excusas. Y sobre todo, a todas las personas que trabajamos en el mundo de la solidaridad, nos ayudaria a percibir a los creyentes judios igual de bien o de mal que a los creyentes cristianos, musulmanes o budistas, centrando nuestra accion contra la filosofia sionista, sin olvidar que ni todos los judios son sionistas, ni todos los sionistas, judios.Acabar con esa dualidad y con el monopolio del victimismo en la forma de holocausto, deberia ser una de nuestras prioridades, debiendo para ello cuidar muy mucho nuestro lenguaje y nuestras acciones. Nuestro objetivo no es atacar ninguna religion, es sencillamente denunciar y atacar al sionismo como movimiento mesianiconacionalista, racista e imperialista.