Un soldado israelí y un agricultor palestino murieron ayer en los primeros ataques de importancia que se registran en Gaza desde el fin de la ofensiva sionista contra este territorio palestino, que coincidió con la llegada de el nuevo enviado del presidente de EEUU a la región, George Mitchell, a la zona. Un suboficial israelí […]
Un soldado israelí y un agricultor palestino murieron ayer en los primeros ataques de importancia que se registran en Gaza desde el fin de la ofensiva sionista contra este territorio palestino, que coincidió con la llegada de el nuevo enviado del presidente de EEUU a la región, George Mitchell, a la zona.
Un suboficial israelí murió y tres soldados, entre ellos un oficial, resultaron heridos «cuando un artefacto explosivo fue activado al paso de una patrulla en el lado israelí de la valla de seguridad de la Franja de Gaza», al norte de la localidad de Kissufim, declaró a France Presse un portavoz militar israelí.
Testigos palestinos de Jan Yunis señalaron que, tras la explosión, se produjo un enfrentamiento entre soldados israelíes y milicianos palestinos.
Carros y helicópteros israelíes abrieron fuego en dirección a tierras palestinos antes de proceder a una operación de ataque, según los testigos.
Un palestino de 24 años, Anwar al-Dreim, murió como consecuencia de los disparos israelíes, indicaron fuentes médicas palestinas.
En un comunicado, el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, afirmó que el Ejército «responderá a este serio ataque».
Algunas horas después de la muerte del soldado israelí, un activista de Hamas que circulaba en moto y otros dos palestinos, entre ellos un niño, resultaron heridos en un ataque aéreo israelí contra Jan Yunis, según testigos presenciales y fuentes médicas.
Tropas israelíes volvieron a penetrar en territorio de Gaza al este de Jan Yunis, donde abrieron fuego en dirección a una granja situada en este sector, según testigos.
Poco después, el Ejército israelí llevó a cabo una incursión en el sector de Deir al-Balah, más al norte, según testigos. Blindados israelíes dispararon obuses sobre casas palestinas y soldados tomaron posiciones en varios tejados, añadieron los testigos.
Se trata de los primeros enfrentamientos de importancia en Gaza desde que el 18 de enero concluyó la ofensiva israelí de 22 días que provocó más de 1.330 muertos palestinos.
Estos enfrentamientos han coincidido con la llegada a la región del nuevo emisario del presidente de EEUU a Oriente Próximo, George Mitchell, para una primera misión de información. Mitchell comenzó en El Cairo su gira, que le llevará a Israel, Cisjordania, Jordania y Arabia Saudí.
El presidente de EEUU, Barack Obama, informó de que ha encargado a su enviado «aplicarse de manera vigorosa y constante para obtener progresos de verdad hacia la paz y para, de la manera más inmediata, aportar ideas sobre la manera de consolidar el alto el fuego».
La capital egipcia acoge también conversaciones entre Israel y Hamas realizadas bajo los auspicios de El Cairo con el objetivo de alcanzar una tregua que consolide el alto el fuego. El responsable de la diplomacia egipcia, Ahmed Abul Gheit, afirmó que un acuerdo sobre una tregua «permanente» podría alcanzarse la primera semana de febrero.
Mientras, Hamas criticó el envío de una fragata francesa a la costa de Gaza con el objetivo de «luchar contra el contrabando de armas». El movimiento islamista palestino acusó a París de «reforzar el bloqueo» impuesto por Israel a Gaza.
Abul Gheit también mostró su malestar por el envío de buques europeos. «No vemos con buenos ojos que los países europeos envíen naves a las aguas territoriales palestinas para desempeñar una tarea que es responsabilidad de Israel», declaró y reveló que el domingo exhortó a sus colegas europeos a que «comprendan los sentimientos árabes y musulmanes».
La misma jornada en la que se produjeron los mayores enfrentamientos en Gaza desde la retirada del Ejército israelí, los parlamentarios de Hamas en Cisjordania Ayman Darghameh y Mahmud Muslah insistieron en la oferta realizada por su formación para mantener un alto el fuego de «un año o un año y medio», frente a los diez años que, según diversos medios, trata de negociar Israel.
«El Estado sionista quiere una tregua en un solo sentido, condicionarnos, mantenernos en silencio mientras que ellos puedan estar sin ningún tipo de restricción», aseguró Muslah, quien defendió que «Gaza debe vivir en paz, sin violaciones del alto el fuego y con sus fronteras abiertas, sin restricciones».
«Se trabaja duro en El Cairo para llegar a un acuerdo», añadió Darghameh, quien destacó la implicación de Egipto en las negociaciones.
Además, los parlamentarios del movimiento islamista rechazaron las acusaciones realizadas por al-Fatah sobre la detención de sus miembros en Gaza, aunque señalaron que sí se ha detenido a colaboracionistas con el Ejército israelí.
No obstante, lanzaron un mensaje a favor de la unidad interpalestina, al tiempo que defendían la resistencia como «el camino para luchar contra la ocupación».
«Después de la masacre de Gaza, los palestinos han cambiado su punto de vista hacia el proceso de paz (dirigido por Mahmud Abbas). La gente va a salir a la calle para denunciar este proceso de paz que no nos ha dado ningún fruto», destacaron.