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A la cárcel por homenajear a una víctima del terrorismo de estado

La Audiencia Nacional impone 15 meses de prisión al portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi

Fuentes: Rebelión/Agencias

La Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a 15 meses de prisión y siete años y tres meses de inhabilitación absoluta al portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi por un delito de «enaltecimiento de acciones terroristas» relacionado con el acto de homenaje a José Miguel Beñarán Ordeñana, Argala. celebrado el 21 […]

La Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a 15 meses de prisión y siete años y tres meses de inhabilitación absoluta al portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi por un delito de «enaltecimiento de acciones terroristas» relacionado con el acto de homenaje a José Miguel Beñarán Ordeñana, Argala. celebrado el 21 de diciembre de 2003 en Arrigorriaga (Vizcaya).

Fuentes jurídicas informaron hoy que si una de las partes de la acusación así lo solicitara Otegi podría ingresar en prisión, ya que aún tiene pendiente el cumplimiento de una pena de un año de prisión a la que le condenó el pasado mes de octubre el Tribunal Supremo por un delito de injurias al Rey.

La querella, presentada por la Fiscalía ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJV) el 13 de febrero de 2004, se trasladó, junto a otras, a la Audiencia Nacional cuando Otegi dejó de ser parlamentario autonómico y aforado. Al homenaje, asistieron también Txomin Zuluaga, Periko Solabarria, José Luis Elkoro, Pablo Gorostiza, Josu Barandica, Jesús Ariznabarreta y Arantza Zulueta y algunos de ellos han sido citados como testigos.

Aunque Argala fue amnistiado en 1977, la Audiencia Nacional española argumenta que «el ensalzamiento de sus actos o de su persona no dejaría de constituir delito de terrorismo», en concreto el de «enaltecimiento», «a pesar del perdón por sus acciones» que esta amnistía supuso.

Argala, miembro de la dirección de ETA, fue asesinado el 21 de diciembre de 1978 en Anglet, cerca de Bayona, en la explosión de una bomba colocada en su coche por mercenarios contratados y pagados por la Presidencia del Gobierno de España (Servicio Central de Documentación, SECED, creado por el almirante Carrero Blanco).

El jefe de este grupo, Jean Pierre Cherid, fue una pieza clave en las distintas organizaciones que los diferentes gobiernos españoles utilizaron en su «guerra sucia» contra Euskal Herria, desde el Batallón Vasco Español (BVE) a los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL).

El dirigente de ETA, objetivo prioritario del terrorismo de estado por haber sido quien accionó la carga explosiva que acabó con la vida del almirante Carrero Blanco, entonces Presidente del Gobierno franquista, fue un teórico clave para la lucha de liberación vasca y fiel a la mejor tradición marxista. Precisamente, 2 días antes de su muerte y también en Arrigorriaga recordó que «ni ETA ni Herri Batasuna ni KAS ni ninguna organización por grande que sea puede resolver los problemas de la clase trabajadora vasca. Únicamente el pueblo trabajador vasco puede solucionar sus problemas. Sólo un pueblo organizado puede conseguir los objetivos a los que aspira».