Todos los días la mano del criminal sionazi dispara su fusil contra Palestina, en esta ocasión, una vez más, causando la muerte de otra periodista cuando iba a su trabajo, su nombre es Ghufran Warasne.
Ghufran Warasne vivía en el campo de refugiados de Al Aroub, había sido prisionera, pasó tres meses en las mazmorras del sionazismo y había salido de prisión hace tan solo un mes, llevaba una vida humilde como todo el pueblo palestino y quería servirle. Ni la pobreza, ni la prisión habían conseguido rendirla y hacer de ella una persona corrupta, mercenaria, enemiga de la razón el derecho y la verdad por la causa del pueblo palestino. Ser periodista honesto en Palestina es muy peligroso. Y así ocurrió, le dispararon al salir del campo de refugiados para ir a su trabajo en una emisora local. Después de dispararle, para asegurarse de que moría, prohibieron que se le prestase auxilio, y ni médicos ni enfermeros pudieron acercarse a ella conforme se desangraba. Ghufran Warasne se desangró a la vista de todos. Solo cuando los sionazis estuvieron seguros de su defunción dejaron que la recogiesen los miembros de la Media Luna Roja Palestina.
El crimen lo han cometido cuando hace 20 días que asesinaron a Sheriin Abu Akleh, periodista del canal televisivo Al Jazeera. Ghufran Warasne es la periodista asesinada que hace la número 49. Como en el sepelio de Sheriin Abu Akle, las bestias de uniforme recolonial atacaron a quienes acompañaban y llevaban el féretro. La deshumanización de esta gente, armada hasta los dientes, alcanza extremos como el de atacar a la familia y amigos de la persona que ellos mismos han asesinado, en este caso una periodista. ¿Dónde se encuentra el mundo de la información? ¿Para cuándo una campaña en defensa de la vida de los/las periodistas de Palestina, para cuando la defensa de la honestidad, la verdad y la justicia? Los regímenes capitalistas tienen comprados los medios de difusión de masas y sus equipos trabajan en el emborronamiento y la distracción. Nadie los reconoce como periodistas, sino como pagados por sus amos. El caso de Julián Assange lo tenemos presente. Por eso hoy la labor informativa tiene que desarrollarse con tanta fuerza como sea posible y desde todos los ámbitos, la comunicación no debe faltar porque es la que crea atmósfera crítica e identifica a los criminales que quieren pasar por normales.
La campaña sionazi contra los periodistas palestinos, éstos sí son periodistas, tan solo en el mes de mayo contabiliza 148 atentados, de ellos han capturado a 15, a otros 61 les han impedido trabajar en medio de los enfrentamientos entre la población resistente y el ejército colonial, y a 11 periodistas más les han cortado todos los medios de trabajo, les han cerrado las comunicaciones y los restantes han sufrido diversos atentados. El régimen sionista intenta que no se le escape ninguna información de lo que hace su ejército en la ofensiva que lleva a cabo contra la población Palestina, que defiende heroicamente los Santos Lugares, Jerusalém, las ciudades como Jenin, Hebrón, y tantas otras además de los campos de refugiados. En los ataques del último mes los sionazis han demolido 60 viviendas palestinas, y diariamente asesinan jóvenes.
¿Dónde se encuentra la Corte Penal Internacional? ¿Dónde está el cumplimiento de los Estados que firman los Acuerdos de Ginebra que dicen les obligan a intervenir en casos como el de Palestina? ¿Cuándo van a bloquear a Israel por declararse “Estado” racista, un ente recolonial que ha sido declarado como practicante del apartheid? ¿Cuándo se va a plantar el Consejo de Seguridad de la ONU y va a intervenir para hacer cumplir las resoluciones que denuncian a “Israel” como practicante del terror, pues comete crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra con las matanzas, la ocupación ilegal, los asentamientos, y todo lo que a diario hace?
¿Cuándo se va a hacer una campaña aclarando que criticar a “Israel” es criticar al colonialismo y callarse ante ese crimen es complicidad?
La última ley que han puesto en marcha las “autoridades israelíes” es la que prohíbe que se saque la bandera de Palestina. La persecución sionazi se muestra en cada uno de los asuntos que atañen a la vida en Palestina. Hace tan solo unos días los seguidores del nazismo, protegidos por el ejército de ocupación, invadieron los Santos Lugares llevando banderas de “Israel”, gritando “muerte a los árabes”, y atacando a los palestinos que encontraban a su paso, dejaron 310 heridos. Por eso la bandera que mostraban lleva el escrito: “Israel no tiene Historia, tiene antecedentes criminales”.
La bandera de Palestina es la bandera de la libertad, del antiimperialismo, del anticolonialismo, de la justicia que el mundo necesita para vivir en paz.
Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Presidente de AMANE. Miembro de la Asociación Europea de Apoyo a los Detenidos Palestinos. Miembro de la Red en Defensa de la Humanidad (REDH). Miembro del Frente Antiimperialista Internacionalista e integrante de la Red de Artistas, Intelectuales y Comunicadores Solidarios con Nicaragua y el FSLN. Su último libro: Palestina es Palestina
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