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La bandera palestina ondeó en el exterior de la Mina San José

Fuentes: palestina.libre.org

En el área de Belén, donde además de la ciudad se encuentran los poblados de Beit Yala y Beit Sahour, el estado de los 33 mineros atrapados ha sido seguido con más interés que en el resto de ciudades palestinas. No en vano, Chile posee la comunidad palestina más grande de la diáspora, con entre […]

En el área de Belén, donde además de la ciudad se encuentran los poblados de Beit Yala y Beit Sahour, el estado de los 33 mineros atrapados ha sido seguido con más interés que en el resto de ciudades palestinas.

No en vano, Chile posee la comunidad palestina más grande de la diáspora, con entre 400.000 y 500.000 personas, todas ellas emigradas a principios del siglo XX en un intento de huir de la dictadura otomana; y el 90% de ellos provienen de esta área de mayoría cristiana. Ningún chileno de origen palestino se ha visto envuelto en el accidente de la mina, pues la gran mayoría de ellos viven y trabajan en el barrio santiagueño de Patronato.

Sin embargo, fuentes de la OLP anunciaron hace unos días que la embajadora palestina en Chile, Mai Al Kaila, en solidaridad con los mineros, sumó la bandera del territorio árabe a las que ya se encontraban desplegadas frente a la mina y visitó a varios parientes de los trabajadores atrapados. El alcalde de Beit Yala, el pueblo desde el que partieron más palestinos a tierras chilenas, hacía pública ayer su «felicitación al gobierno de Chile por el éxito en el rescate».

En Israel, los periódicos dedicaban páginas enteras al rescate y la gente comentaba la noticia en las cafeterías. En una de ellas, situada en la calle Jafa de Jerusalén, que recorre la línea verde que separa la antaparte israelí de la ciudad de la palestina, un activista israelí contra la demolición de casas palestinas y una mujer judía con el pelo cubierto y un carrito con un bebé hablaban sobre lo sucedido mientras esperaban a pedir su café. «Gracias a Dios que han podido rescatarlos», decía ella. El activista, siempre consciente de que justamente Dios es uno de los principales orígenes del conflicto que se vive en su tierra, no puede evitar un comentario socarrón: «Sin duda se han convertido en héroes después de todo lo que han tenido que aguantar, pero si es Dios quien los está rescatando, también fue Dios quien los puso ahí». Mientras tanto, en Beit Jala, varios parroquianos seguían la noticia del rescate en la televisión de un café.

Fuente: http://www.palestinalibre.org/articulo.php?a=27141