Traducción del inglés: Atenea Acevedo
La censura militar israelí está aplicando estrictas restricciones para evitar que los medios identifiquen a los oficiales que participaron en el ataque contra la franja de Gaza y que la información sobre sus personas sea usada para entablar juicios en su contra en el extranjero. El Ministerio de Defensa y el Ministerio de Justicia albergan la creciente preocupación de que los oficiales israelíes sean señalados en una ola masiva de juicios por presuntas violaciones de derechos humanos.
Las nuevas instrucciones de la censura militar dirigidas a los medios se prepararon en consulta con Menachem Mazuz, Fiscal General, y su contraparte militar, el Brigadier General Avihai Mandelblit. Gabi Ashkenazi, Jefe del Estado Mayor, también participó en las decisiones sobre este asunto.
En días recientes la censura prohibió la publicación de nombres completos y fotografías de oficiales del rango comandante de batallón hacia abajo. Se supuso que la identidad de los comandantes de brigada ya se había hecho pública. Además, la censura prohíbe todo informe que vincule a algún oficial de ese rango de mando en el campo de batalla (teniente a teniente coronel) con la destrucción causada en una zona concreta.
El Ministerio de Defensa está particularmente preocupado por la probabilidad de que las entrevistas de prensa a oficiales en las que detallan la destrucción de viviendas o el daño causado a la población civil en las zonas donde tenían el mando de las fuerzas armadas puedan constituir «confesiones incriminatorias» en manos de grupos de defensa de los derechos humanos y de grupos políticos en busca de pruebas para enjuiciar a oficiales de las IDF.
Las nuevas normativas se concretaron a principios de esta semana y endurecen las reglas de censura que habían permitido la emisión de informes y noticias más detalladas, así como la revelación de las identidades de los oficiales. Hace dos días se recibió un informe no oficial acerca de un juicio presuntamente iniciado en los Países Bajos en contra del comandante de una de las brigadas después de que su identidad se hizo pública en los medios. El embajador de Israel en ese país no ha podido confirmar si efectivamente se ha entablado dicho juicio.
Por otra parte, se sabe que cierto número de organizaciones han empezado a elaborar una «lista de personas en la mira» con los nombres de los oficiales implicados y sus ubicaciones durante el ataque en un esfuerzo por reunir pruebas que conduzcan a la posibilidad de proceder a enjuiciamientos.
El jueves pasado el comandante de la División Gaza, Brigadier Eyal Eisenberg, respondió a la pregunta de si le preocupaba que se tomaran medidas jurídicas en su contra y en contra de sus oficiales en el extranjero de la siguiente manera: «El Estado tiene la obligación de velar por la seguridad de su ciudadanía. La operación [en Gaza] se llevó a cabo tras ocho años de padecer el impacto de miles de cohetes Kassam en el Negev. Creo que emprendimos una guerra justa y respaldo plenamente a las tropas».