Traducido para Rebelión por LB.
Se escondieron en el hospital El-Wafa.
Se escondieron en el hospital Al-Aqsa.
Se escondieron en la playa donde los niños jugaban al fútbol.
Se escondieron en el patio del anciano Muhammad Hamad, de 75 años de edad.
Se escondieron en los barrios residenciales de Shuhaiya.
Se escondieron en los barrios de Zaytoun y Toffah.
Se escondieron en Rafah y Kan Yunis.
Se escondieron en el hogar de la familia Qassan.
Se escondieron en la casa del poeta Othman Hussein.
Se escondieron en el pueblo de Juzaa.
Se escondieron en las miles de casas dañadas o destruidas.
Se escondieron en 84 escuelas y 23 centros sanitarios.
Se escondieron en un café donde los gazatíes estaban viendo la Copa del Mundo.
Se escondieron en las ambulancias que intentan recuperar a los heridos.
Se escondieron en 24 cadáveres enterrados bajo los escombros.
Se escondieron en el cuerpo de una mujer joven con pantuflas rosas tendida en el pavimento y abatida mientras huía.
Se escondieron en el cuerpo de dos hermanos de ocho y cuatro años ingresados en la unidad de cuidados intensivos para quemados del hospital Al-Shifa.
Se escondieron en el cuerpo del niño cuyos miembros destrozados su padre recogió en una bolsa de plástico.
Se escondieron en el «incomparable caos de cuerpos» que llegaban a los hospitales de Gaza.
Se escondieron en el cuerpo de una anciana tendida en un charco de sangre sobre el suelo de piedra.
Hamas, nos cuentan los israelíes, es cobarde y cínica.
Fuente: http://www.theguardian.com/commentisfree/2014/jul/21/hospital-hamas-isreal-hiding-among-civilians