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La Conferencia de Wannsee, verdad y mito

Fuentes: gilad.co.uk

Traducido para Rebelión por J. M. y revisado por Caty R.

La semana pasada, mientras los grupos de presión judíos continúan invirtiendo ingentes esfuerzos en dictar e imponer un discurso rígido e incuestionable respecto al Holocausto, el periódico israelí Haaretz publicó un informe breve, conciso y valiente que impugna la validez de la Conferencia de Wannsee como prueba de la «solución final» de los nazis.

Justo antes del Día de Recuerdo del Holocausto, el diario israelí informó de que el doctor Norbert Kampe, director del Memorial Centre de Berlín «Wannsee Conference», desafió algunos de los más ampliamente aceptados «hechos» históricos asociados con la conferencia y su significado.

Los eruditos judíos del Holocausto siempre han insistido en que el plan maestro del judeicidio nazi se concibió en la Conferencia de Wannsee, pero se cita al doctor Kampe diciendo que la conferencia se refiere únicamente a «cuestiones operativas» y no una plataforma de cualquier forma de «toma de decisiones». Para probar su información, Kampe señala el hecho de que Hitler y sus ministros no estaban presentes en la conferencia. También dice, «En ese momento, enero de 1942, no había un plan organizado de campos de exterminio».

Entonces, Haaretz admite, «No se equivoquen. Kampe no es antisemita. Ciertamente tampoco niega el Holocausto. Al contrario. Como era de esperar de un historiador profesional, estudió innumerables textos, documentos y testimonios sobre el caso particular… Su conclusión es el resultado directo de un análisis cuidadoso de material escrito en su poder». Con tanto valor, un periódico israelí alaba a Kampe y su «fascinante lección de historia» y reconoce también que el Ministerio de Educación israelí carece de la capacidad de participar en cualquier tipo de debate bien informado sobre el Holocausto. Haaretz admite claramente que: «hasta hoy nadie sabe con absoluta certeza y seguridad lo que sucedió exactamente el 20 de enero de 1942, en esta bonita villa en el lujoso barrio de Berlín».

Solo existe una copia del protocolo de la Conferencia de Wansee, hallada en 1947, que sobrevivió a la guerra. Otras fueron destruidas deliberadamente por los nazis en un intento de ocultar las pruebas. Este protocolo es la única documentación auténtica de lo que sucedió en Wannsee y uno de los pocos que hizo uso explícito del término «solución final». Sin embargo, Haaretz reconoce que, como cualquier documento histórico, el documento de Wannsee debe leerse cuidadosamente. Las palabras «muerte» o «asesinato» no aparecen en el protocolo de la conferencia. En su lugar, se refiere a «la disminución natural», «tratamiento adecuado», «otras para la solución» y «diferentes formas de soluciones». De hecho, las únicas referencias explícitas en el documento hablan más de deportaciones que de exterminio. Incluso la famosa tabla adjunta al protocolo que hace un escrutinio de la población judía en cada país ocupado, no hace referencia a que esos judíos estén destinados al exterminio.

Solo unos días antes del Día del Recuerdo del Holocausto un periódico israelí encontró el coraje para admitir que «décadas de investigación sobre el Holocausto no pudieron encontrar una orden clara y explícita realizada por funcionarios nazis de alto nivel para involucrarse en el exterminio masivo y sistemático de los judíos».

Según el periódico israelí, los nazis ocultaron sus verdaderas intenciones bajo algunas «órdenes ambiguas y códigos secretos», que se supone que llevarían a los agentes a interpretar y reaccionar a lo que se cree que era la voluntad de Hitler.

La moraleja aquí es simple. Una vez más nos enteramos de que algunos israelíes están muy por delante de la prensa occidental y el mundo académico en su crítica de la ideología judía en general y la narrativa del Holocausto sionista en particular.

Fuente: http://www.gilad.co.uk/writings/gilad-atzmon-the-wannsee-conference-truth-and-myth.html#entry14803459