Traducido para Rebelión por J. M. y revisado por Caty R.
El tribunal decidió por unanimidad revocar la decisión del Comité Electoral Central de prohibir a la parlamentaria Zoabi (Balad) presentarse a las próximas elecciones. En respuesta, un portavoz del Likud, partido del primer ministro, prometió que trabajará para modificar la ley con el fin de garantizar que no haya descalificaciones antes de las próximas elecciones.
El Tribunal Supremo israelí decidió esta mañana (domingo) revertir la decisión de la Comisión Electoral Central que impedía que la parlamentaria Haneen Zoabi (Balad) participe en las próximas elecciones a la Knesset que se celebrarán el 22 de enero. La decisión de los nueve jueces, incluido el de la Corte Suprema de Justicia Asher Gronis, fue unánime al admitir las normas para permitir la participación de Zoabi.
La diputada Zoabi, única mujer palestina en la Knesset, se convirtió en un objetivo de la derecha israelí a raíz de su participación en la primera flotilla a Gaza. A pesar de que no se presentaron cargos contra ella, Zoabi fue despojada de algunos de sus privilegios parlamentarios, e incluso algunos miembros de la derecha la atacaron en la Knesset. Inmediatamente después de convocarse las próximas elecciones, varios miembros de la derecha anunciaron que intentarían impedir que Zoabi y su partido, Balad, pudieran presentarse. La moción para impedir la participación de Balad fracasó en el comité electoral, pero la derecha obtuvo una victoria en el esfuerzo apoyado incluso por los representantes de Kadima en el comité para prohibir a la propia Zoabi.
Sin embargo, igual que en los anteriores intentos de prohibir a los diputados árabes la participación en las elecciones, la decisión fue revocada por el Tribunal Supremo. Zoabi y sus partidarios fueron atacados de nuevo por los partidarios de la derecha durante la audiencia de su caso en el Tribunal Supremo.
Tras el fallo de hoy Zoabi dijo:
«Los intentos de descalificarme forman parte de una persecución política y personal contra mí, mi partido y la opinión pública árabe. En el camino, yo estaba convencida de que tenía razón, y que no hay fundamento legal para el intento de vetarme. Pero la decisión de hoy no puede borrar las amenazas, la deslegitimación verbal y la violencia física que experimenté en la Knesset y fuera de ella en los últimos tres años.
El veredicto también sirve para demostrar que el Comité Electoral Central es un órgano político que abusa de su autoridad y permite que los políticos veten a sus rivales por motivos ideológicos. A Balad y a mí no nos frenarán y no vamos a permitir que nadie en la Knesset o fuera de ella decida por nosotros y por el público árabe nuestras posiciones legítimas y los límites de nuestro trabajo político».
El Partido Likud-Beiteinu (fusión del partido del primer ministro Netanyahu y el de Avigdor Lieberman) emitió la siguiente declaración:
«Lamentamos la decisión de la Corte Suprema de permitir que la diputada Zoabi se presente a la próxima Knesset. A la luz de la interpretación de la Corte Suprema [de la ley], es obvio que hay que cambiar la ley actual con el fin de declarar inequívocamente que cualquier expresión de apoyo al terrorismo proscribe una candidatura a la Knesset. Likud-Yisrael Beitenu actuará de inmediato en la próxima Knesset para modificar la ley existente».
La diputada Zoabi nunca fue acusada o condenada de apoyar el terrorismo, tampoco hizo declaraciones al respecto (el IHH, Fundación de Ayuda Humanitaria con sede en Estambul, que organizó la primera flotilla no fue considerada una organización terrorista por Israel entonces). El esfuerzo para prohibirla estaba condenado al fracaso, pero debe verse como parte de la actual tendencia de aislar a los representantes palestinos en la Knesset y de poner en duda la situación de los palestinos como ciudadanos iguales. Como lo demuestran los comentarios del Likud, solo es factible que estos intentos se intensifiquen.
El Fiscal Hasan Jabareen, que representó a Zoabi en la corte, dijo:
«El hecho de que los repetidos intentos de descalificar a los diputados árabes y los partidos políticos realizados durante los últimos 15 años no han tenido ninguna base legal, como ha dictaminado la Corte Suprema de Israel, indica que el objetivo de la derecha es deslegitimar el liderazgo elegido por los árabes en Israel.
El caso de Haneen Zoabi difiere de los demás porque se hizo un intento de deshumanizarla y atacarla personalmente como mujer. También fue tildada de terrorista simplemente por participar en la Flotilla de la Libertad de Gaza, que fue un acto político legítimo, y aun así no ha sido acusada de ningún delito. Al contrario, algunos miembros de la derecha de la Knesset han sido acusados de delitos graves e incluso han cumplido condenas de prisión, y sin embargo, no ha habido ningún intento de expulsarlos del parlamento».
Haneen Zoabi ocupa el segundo lugar en la lista de Balad para las próximas elecciones, y a menos que no obtenga el límite del 2% entrara en la próxima Knesset.