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A sangre fría Israel (IX)

La «democracia» en un estado étnico anexionista

Fuentes: Rebelión

Siempre hay que preguntar: la libertad, ¿para quién? Porque la libertad no es lo mismo para unos que para otros. Un banquero, otra vez un banquero, norteamericano de principios del siglo XX, el banquero Morgan llamó un día al director de su gabinete jurídico y le explicó que quería hacer una operación para quedarse con […]

    Siempre hay que preguntar: la libertad, ¿para quién? Porque la libertad no es lo mismo para unos que para otros. Un banquero, otra vez un banquero, norteamericano de principios del siglo XX, el banquero Morgan llamó un día al director de su gabinete jurídico y le explicó que quería hacer una operación para quedarse con otro banco, por las buenas o por las malas, y que quería saber qué tenía que hacer. El abogado estudió cuidadosamente la cuestión y regresó para decirle que las leyes impedían realizar esa operación. Morgan le respondió -fíjense en la frase-: «Oiga, yo no le pago a usted para que me diga lo que puedo o no puedo hacer. Le pago a usted para que me diga cómo puedo hacer lo que quiero hacer». ¿Se dan cuenta de lo que era la libertad para el señor Morgan? En manos del poderoso, la libertad sirve para hacer lo que le dé la gana con los demás. Para poder imponer su voluntad a los demás. Mientras que para el pobre desgraciado la libertad consiste simplemente en que le dejen vivir su propia vida sin reventar a nadie. Es la gran diferencia.

    J. L. Sampedro (2009)

    Los brutales bombardeos israelíes de finales de diciembre y primeros de enero en la franja de Gaza y, especialmente, las terribles imágenes de centenares de niños muertos durante los mortíferos ataques, han sensibilizado considerablemente a la población, también a la europea, en contra de este genocidio y del cinismo de un estado que, según su ministra de asuntos exteriores, Tzipi Livni, constituye la «primera línea del mundo libre».

    Mordechai Vanunu (2009)

    No hay equivalencia moral entre ellos y los ataques palestinos contra Israel. Lo inmoral es atacar a Israel

          Ehud Olmert, 22 de junio de 2006.

    Wikipedia (en castellano), entrada Israel: «Israel es una democracia parlamentaria con un sistema pluripartidista y separación de poderes con sufragio universal. El sistema político israelí está formado por el poder legislativo, el poder ejecutivo y el judicial. Sus instituciones más importantes son el presidente, que se desempeña como jefe de estado, la Knesset (el parlamento unicameral del país), el primer ministro y su Gabinete, que forman el gobierno, y el sistema judicial, cuyo más alto tribunal es la Corte Suprema y su independencia está garantizada por ley. Israel está gobernado por 120 miembros parlamentarios, conocido como el Knesset. La Knesset se basa en la representación proporcional de los partidos políticos. Las elecciones parlamentarias se celebran cada cuatro años, pero la Knesset puede disolver el gobierno en cualquier momento por una cuestión de confianza. Las Leyes fundamentales de Israel funcionan con una constitución no escrita. En 2003, la Knesset comenzó a redactar una constitución oficial sobre la base de estas leyes.

    […] Su grado de respeto a los derechos políticos y a las libertades civiles la convierten en el único país de la región considerado «libre» de acuerdo a la evaluación que efectúa Freedom House. El nivel de libertades civiles permite la crítica abierta en temas de Estado por parte de grupos tales como B’Tselem, una organización de intelectuales israelíes de derechos humanos muy crítica con las actuaciones del gobierno en Gaza y Cisjordania, además de otros grupos antisionistas o antiisraelíes que operan legalmente en Israel«. [Las cursivas son mías].

    OBERTURA (Vivace, molto vivace)

    1. DECLARACIONES DE MORDECHAI VANUNU (2009)

    El Gobierno israelí mentía al asegurar que no buscaba dotarse de bombas nucleares, pero era un Gobierno elegido democráticamente. Entonces, ¿traicionó o no a su país?

    Aquí la democracia no es como en EEUU o Europa. Israel tiene una ley especial que le permite hacer lo que quiera. Una democracia peculiar como se demuestra en mi caso: no me permiten salir del país o hablar con extranjeros. La democracia supone tener derechos humanos: libertad de expresión, libertad de movimiento… Nada de eso existe en Israel. Además, el Gobierno no cuenta la verdad ni a su gente, ni al mundo. ¿Qué tipo de democracia es ésta? ¿Cómo pueden mentir a la hora de fabricar armas atómicas? Hacen todo lo que ellos quieren. EEUU se enfrenta a Irán porque dicen que tienen la bomba. Sin embargo, Israel también la tiene y no le pasa nada. Así que yo estoy contento y orgulloso de ser considerado un traidor.

    Tal ha sido la ideología de todos los gobernantes de Israel, donde la «democracia» se dirime entre partidos fundamentalistas y racistas de ultraderecha, derecha y derecha «moderada» que, en esencia, lindan con lo «irracional«. [La cursiva es mía]

    2. ILAN PAPPE (2006): TIERRA Y LIBERTADES.

    La minoría palestina de Israel, un 17% de la población total después de la limpieza étnica, ha sido obligada a vivir con sólo un 3% de la tierra. Pero además, sólo puede construir sobre un 2% pues el1% restante se definió como tierra agrícola sobre la que no se puede edificar. En otras palabras, en la actualidad 1,3 millones de personas viven sobre ese 2% del territorio… Un estudio ha calculado que el Estado ha confiscado o imposibilitado el acceso al 17% de la tierra propiedad de los palestinos de Israel.

    .Nota: durante décadas la norma ha sido la discriminación racial contra los ciudadanos palestinos de Israel en cada uno de los aspectos vitales de la vida. Desde al propiedad de la tierra hasta la educación parando por el trabajo y la vivienda, las leyes y las políticas del Estado ha negado la igualdad a los palestinos originarios. No se les permite comprar o alquilar tierra en aproximadamente el 93% del territorio del Estado de Israel. Las encuestas de opinión demuestran que una abrumadora mayoría de judíos israelíes se oponen a la total igualdad con los palestinos originarios del Estado.

    3. ENFERMEDADES MENTALES.

    Un informe reciente de Near East Consulting citado por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios en su Informe sobre la Situación Humanitaria en Gaza del 26 de enero de 2009, concluía que el 96% de los residentes en Gaza sufría depresión y el 80% de los residentes en los distritos del norte de Gaza y Rafah sufrían depresión profunda. [la cursiva es mía]

    4. SOBRE EL CONCEPTO DE DEMOCRACIA

    4. 1. UNA OBSERVACIÓN DE RAFAEL ESCUDERO ALDAY: «LA DEMOCRACIA EN ISRAEL» (2009).

    Hace tiempo que la filosofía política ha consolidado un concepto de democracia que va más allá de la elección periódica de los gobernantes por la ciudadanía. También se requiere el respeto a unas condiciones básicas de igualdad entre los sujetos: condiciones que garanticen, por un lado, la igualdad formal o no discriminación entre las personas y, por otro, la consecución de niveles aceptables de igualdad material entre ellas […] Por otra parte, el concepto de democracia guarda relación inseparable con el desarrollo de la acción de gobierno. Un poder político concentrado en pocas manos, ilimitado y sin medios de control de sus decisiones no merece calificarse de democrático. De ahí la vinculación de la democracia con la separación de poderes y el control judicial del poder ejecutivo.

    4.2. ALFREDO TORO HARDY (2009), «VENEZUELA, UNA DEMOCRACIA VITAL».

    […] Los dos grandes pilares de la democracia son la representación y la participación. El permanente acuerdo entre fuerzas políticas llamadas a expresar la diversidad de puntos de vista presentes en una sociedad, sólo puede alcanzarse mediante la sistemática manipulación del mandato popular y a través de la contención a la participación ciudadana. En otras palabras, el dogma consensual no sólo afectó la esencia de la representación sino que impidió el desarrollo natural de la participación.

    Este control «desde arriba» del sistema político requería de la firme contención de las demandas de los diversos sectores organizados de la sociedad. Era necesario evitar que las bases de las organizaciones se salieran del control de su dirigencia. Esto, desde luego, comenzaba con los partidos mismos, dentro de los cuales imperaban rígidas fórmulas disciplinarias que castigaban cualquier forma de activismo no autorizado por los comités centrales. Simultáneamente se hacía indispensable inducir a la pasividad política ciudadana, como fórmula indispensable para disminuir los riesgos de un activismo social sin dirección.

    Lo anterior sólo podía alcanzarse a expensas de abortar el surgimiento de una cultura cívica. La esencia del proyecto nacional surgido en 1958 fue así el de una democracia sin espíritu democrático.

    ACTO 1º: DERECHOS HUMANOS, DISCRIMINACIONES (Adagio).

    Rentabilidades electorales.

    Confirmación de las finalidades buscadas: los resultados de las recientes elecciones israelíes han confirmado lo que era un secreto a voces: la rentabilidad electoral del ataque a Gaza, la rentabilidad electoral, trabajada, estudiada, planificada, de una masacre político-militar que ha supuesto más de 1.000 asesinatos, más de 2.000 heridos y la destrucción de casas, edificios sociales, instalaciones públicas, carreteras, campos,…

    No es una acción aislada: es la continuación de una estrategia política de continuos ataques a la población civil, bloqueo y asedio contra la Franja

    Informaciones de las Naciones Unidas: el 80% de los ciudadanos palestinos de Gaza viven en la pobreza, han sido empobrecidos de forma consciente y planificada.

    Una pregunta de Rafael Escudero Alday: La victoria de la derecha (Kadima y Likud) y el auge de la extrema derecha, tanto laica (Yisrael Beiteinu) como religiosa (Shas), reeditan de nuevo la pregunta sobre la relación entre democracia, rule of law y derechos humanos

    Discriminación ciudadana.

    La legislación y la realidad social e institucional discriminan a los árabes que viven en Israel y tienen ciudadanía israelí: los llamados «palestinos del 48».

    Un ejemplo: la Ley de Ciudadanía y Entrada en Israel de 2003, denunciada por Amnistía Internacional.

    Por «razones de seguridad», esta Ley impide la formación de familias árabes en el interior de Israel. ¿Cómo? Prohibiendo por ley a los árabes israelíes casados con palestinos de los Territorios Ocupados vivir con sus cónyuges en Israel.

    La otra cara de la situación: vivir con su pareja en Israel se permite a cualquier judío o judía que resida en cualquier lugar del mundo.

    Nombre de esa política legal vigente en el Estado «democrático» de Israel: discriminación racial

    La política discriminatoria ha sido llevada a término por los sucesivos gobiernos israelíes.

    Posición normativa: ¿Existe democracia sin respeto a los derechos humanos no hay democracia?

    La exigencia, la conciliación de ambos extremos, debe proyectarse no sólo sobre el propio Estado, sobre su territorio propio, sino también allí donde ese Estado ejerce jurisdicción. En el caso de Israel, en los Territorios Ocupados, donde sus habitantes están sometidos a sus normas y órdenes.

    Tesis de Rafael Escudero: «Los numerosos casos de violaciones del Derecho internacional humanitario y de los derechos humanos, denunciados tanto por Naciones Unidas como por la Unión Europea, son ejemplos de cómo la actuación de las autoridades israelíes en una zona bajo su jurisdicción dista mucho de ser admisible según los cánones internacionales por los que se juzga a las naciones que dicen ser democráticas».

    ACTO 2º. EL HORROR, LA PALABRA, LAS LEYES (langsam, sehr langsam)

    Declaraciones del actual Ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, líder del ascendente Israel Beitenu [Israel es nuestra casa]: «debe lanzarse una bomba atómica en Gaza o echar a los palestinos al mar Muerto».

    Grito con el que ahora Ministro de Exteriores de Israel es recibido por sus seguidores en los mítines: «¡Muerte a los árabes».

    Declaraciones de la Unión Europea en torno al nombramiento del ultraderechista Lieberman: inexistentes.

    ¿Es necesario recordar las actuaciones de la propia Unión en el caso de las elecciones palestinas que dieron el triunfo a Hamás en 2006 o cuando la ultraderecha avanzó posiciones en Austria?

    Acusaciones policiales al Ministro de Exteriores:

    .Día en que Lieberman tomó posesión de su cargo: finales de febrero de 2009.

    . Declaraciones inmediatas a la prensa: rechazo pleno de la mera posibilidad de un Estado palestino, rechazo de todas las «concesiones» hechas por los anteriores gabinetes israelíes, descarte de cualquier concesión o retirada de los altos del Golán (la meseta del territorio de Siria que Israel ocupó en 1967 y se anexionó en 1981).

    Día en que Lieberman sufrió un interrogatorio policial durante unas siete horas y media: 2 de marzo de 2009.

    Motivo de la comparecencia de Lieberman ante la policía anti-fraude: sospechas de corrupción, fraude, blanqueo de dinero, abuso de poder.

    Fuerte sospecha de la policía: el partido de Lieberman ha recibido grandes cantidades de dinero del extranjero para financiar sus campañas electorales, un dinero ocultado a través de cuentas bancarias y empresas ficticias.

    Palestinos detenidos

    Flagrante desconocimiento que el Gobierno israelí hace de su legislación interna -y de los convenios internacionales de los que es parte- en el trato a los detenidos palestinos. Garantías como la presunción de inocencia, el hábeas corpus, la tutela judicial efectiva o el debido proceso, entre otras, brillan por su ausencia frente al hecho de tener -modelo Guantánamo- a personas encarceladas sine die, sobre la base de órdenes de detención administrativa, incomunicadas, sin derecho de defensa y sin conocer la acusación que pesa sobre ellas.

    Según datos de una resolución del Parlamento Europeo (septiembre de 2008), así se encuentran más de 1.000 (más del 9%) de los casi 11.000 presos palestinos que se calcula que hay en las prisiones israelíes, unos 300 de los cuales son menores de edad. La imposibilidad de que sus abogados puedan acudir a los tribunales israelíes impide el control judicial de estas situaciones, que quedan así en una especie de limbo jurídico.

    Camisetas y eslóganes.

    El eslogan «¡Que toda madre árabe sepa que la suerte de su hijo está en mis manos!» había sido anteriormente prohibido para su uso en la camiseta de una unidad de infantería. Un soldado del Givati manifestó a principios de marzo de 2009 que a fines del año pasado su pelotón imprimió docenas de caminas, chaquetas de vellocino y pantalones con esa consigna. «Tiene un dibujo que muestra a un soldado como Ángel de la Muerte, junto a un rifle y una ciudad árabe,» explica. «El texto era muy fuerte. La parte más divertida es que cuando nuestro soldados llegó a recibir las camisetas, el hombre que las imprimió era árabe, y el soldado se sintió tan mal que le dijo a la muchacha en el mesón que se las trajera.»

    ¿Es aprobado el diseño por los comandantes?, se le preguntó. El soldado del Givati apuntó: «Usualmente las camisetas pasan por un proceso de selección por algún oficial, pero en este caso, fueron aprobadas por el sargento del pelotón. Pedimos camisetas para 30 soldados y estaban realmente entusiasmados, y todos quisieron varias y pagaron un promedio de 200 nuevos shékels.»

    Muchas de estas camisetas han sido solicitados por graduados de los cursos de francotiradores, que reúnen a soldados de varias unidades.

    En 2006, soldados del curso del «Equipo Carmon» para tiradores de unidades de elite imprimieron una camiseta con un dibujo que colocaba en el objetivo de la mira de un fusil a un palestino con un cuchillo, y la consigna: «Tienes que correr rápido, correr rápido, correr rápido, antes de que todo se acabe.» Debajo hay un dibujo de mujeres árabes llorando sobre una tumba y las palabras: «Y después lloran, y después lloran.»

    ACTO 3º: UN REGIMEN DE APARTHEID (Andante)

    El régimen de Israel sobre el pueblo palestino equivale al apartheid porque presenta muchos de los principales características de este crimen tal como lo define el derecho internacional:

    1. La discriminación racial contra los palestinos originarios que se convirtieron en ciudadanos del Estado de Israel se formalizó e institucionalizó por medio de la creación por ley de la «nacionalidad judía, que es distinta de la ciudadanía israelí. En Israel existe la nacionalidad no «israelí» y el Tribunal Supremo se ha negado una y otra vez a reconocer una sola nacionalidad ya que, con ello, eso acabaría con el sistema de primacía judía en Israel.

    La Ley del Retorno de 1950 da derecho a todos los judíos (y sólo a los judíos) a los derechos de los nacionales, concretamente en derecho a entrar en «Eretz Yisrael» (Israel y los TPO) y a disfrutar inmediatamente de todos los derechos legales y políticos.

    2. La Ley de Ciudadanía de 1952 creaó un discriminatorio sistema legal a dos niveles según el cual los judíos poseen la nacionalidad y la ciudadanía mientras que los ciudadanos palestinos originarios que permanecen sólo tienen la ciudadanía. Según la legislación israelí, el estatuto de nacionalidad judía va acompañado de derechos y beneficios de primera clase que no se conceden a los ciudadanos palestinos.

    3. La Ley del Estatuto Israelí de 1952 autoriza a la Organización Sionista Mundial/Agencia Judía y a sus filiales, incluyendo el Fondo Nacional Judío, a controlar la mayor parte de la tierra de Israel para beneficio exclusivo de los judíos. En 1998 El Comité para los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CESCR) expresó su grave preocupación por esta ley y afirmó que la confiscación sistemática y a gran escala de tierras y de propiedades palestinas por parte del Estado y la transferencia de estas propiedades a dichas agencias constituye una forma institucionalizada de discriminación, porque estas agencias deniegan por definición el uso de estas propiedades a los ciudadanos no judíos del Estado.

    4. Basándose en motivos racistas se ha impedido por medio de la fuerza y de la legislación el retorno de los refugiados y de los desplazados internos palestinos, tal como exige el derecho internacional. Los refugiados palestinos están excluidos del derecho a la ciudadanía en el Estado de Israel según la Ley de la Ciudadanía de 1952. Fueron «desnacionalizados» y devueltos a la condición de refugiados sin Estado en violación de la ley de sucesión del Estado. Sus tierras y otras propiedades fueron confiscadas por el Estado. Los aproximadamente 150.000 palestinos que permanecieron en Israel tras la Nakba de 1948 quedaron bajo un régimen militar (1948 – 1966) similar al régimen actualmente en vigor en los TOP.

    UN EJEMPLO: MAPA SOBRE EL CÁNCER.

    El apartheid israelí está fuertemente presente incluso en la investigación del cáncer. En junio de 2001 el ministerio de Sanidad publicó un mapa de la distribución geográfica de enfermedades malignas en Israel durante los años 1984-1999. El informe no incluía a una sola comunidad palestina en Israel, excepto Rahat, supuestamente debido a «problemas de presupuesto». Esta investigación es particularmente importante porque en Israel sólo cuando se demuestra una correlación entre la presencia de lugares contaminantes y la incidencia de enfermedades malignas es posible impedir la instalación de nuevos peligros o solicitar mayores controles medioambientales. Al omitir intencionadamente las ciudades palestinas en sus exhaustivos mapas del cáncer, el ministerio de Sanidad ha dado indirectamente luz verde a los contaminadores para que se trasladen a las ciudades palestinas dentro de Israel, por no hablar de los TPO.

    En las últimas tres décadas el índice de enfermedades malignas entre la población palestina en Israel ha aumentado de 3 a 4 veces en relación a la población judía.

    COROS CIUDADANOS NO SUMISOS (Allegro ma non tropo).

    Por primera vez, el 12 de febrero de 2009 14 fiscales internacionales de once países (nueve de América Latina, uno de África y otro de Asia) se dieron cita en Sevilla con el fin de cotejar cientos de denuncias. Emitieron sentencia: Israel, culpable de crímenes de lesa humanidad y genocidio contra la infancia palestina en la franja de Gaza. Asimismo, un juez español ha abierto una investigación judicial contra siete funcionarios, políticos y militares israelíes, sospechosos de arrojar una bomba de una tonelada sobre la casa del líder de Hamas, Salah Shehade, en la que murieron 14 personas, la mayoría niños. Crimen que el ministro de Defensa Dan Haluz calificó de «golpe en el ala». Los fiscales de Sevilla codificaron su sentencia basados en la Convención de Ginebra (1948 y, por tanto, del Tribunal de Nüremberg), y un protocolo adicional (1950), pensado para regular el derecho internacional humanitario, la protección de los prisioneros de guerra y la población civil afectada por conflictos armados.

    Por su lado, 450 asociaciones francesas y palestinas presentaron en la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya una denuncia contra Israel por crímenes de guerra y contra la humanidad. Gilles Devers, experto en justicia internacional y conocido abogado de Lyon, redactó el documento apoyado por L’Humanité. La denuncia exige que no haya dos varas para medir. Y que de una vez las leyes internacionales se le apliquen a Israel.

    Inusitadamente, la CPI resolvió abrir una pesquisa preliminar, luego de que Ali Kashan, ministro de Justicia de la Autoridad Nacional Palestina (ANP, que gobierna en Cisjordania), reconoció su autoridad sobre los territorios ocupados. Como es sabido, las denuncias ante la CPI pueden venir del Estado donde ocurrió el ataque. No sería, en principio, el caso de Palestina, Estado no reconocido todavía. Sin embargo, las autoridades palestinas sostienen que con la retirada militar de los territorios en 2005, el propio gobierno sionista habría configurado la existencia del Estado palestino.

    Aun cuando no haya ratificado el estatuto de la CPI (que lo firmó en Roma en diciembre de 2000), las estrategias leguleyas de Israel gozan de escasa credibilidad.

    El Relator Especial de la ONU, Richard Falk, recomienda que:

    (a) Se pida una opinión consultiva sobre las obligaciones que tiene un Estado miembro de cooperar con los procedimientos especiales del Consejo de Derechos Humanos en relación con la aplicación del Artículo 56 de la Carta de las Naciones Unidas y a las provisiones pertinentes de la Convención sobre Privilegios e Inmunidades de las Naciones Unidas;

    (b) Se establezca un procedimiento para llevar a cabo una investigación experta desde la perspectiva del papel del Consejo de Derechos Humanos en las acusaciones de crímenes de guerra asociadas a las operaciones militares israelíes en Gaza desde el 27 de diciembre de 2008 al 18 de enero de 2009.

    (c) Se reconozca que el derecho palestino a la resistencia, según el derecho internacional dentro de los límites del derecho humanitario internacional, choca constantemente con las preocupaciones de seguridad de Israel como potencia ocupante y exige unos ajustes básicos en la relación de las partes basándose en la premisa del respeto a los derechos legales del pueblo palestino. Y que se reconozca que una paz duradera en Gaza exige que a corto plazo se levante de manera permanente el bloqueo y a largo plazo un proceso diplomático que busque la paz de acuerdo con los requisitos del derecho internacional.

    ACTO FINAL: LA PREGUNTA DE GILAD ATZMON (Adagio)

    «En las pasadas semanas hemos sido testigos de una campaña genocida israelí contra la población civil palestina en Gaza. Hemos visto cómo uno de los ejércitos más potentes del mundo aplastaba mujeres, ancianos y niños. Hemos visto cómo un vendaval de armas no convencionales estallaba sobre escuelas, hospitales y campamentos de refugiados. Antes de esto sabíamos de crímenes de guerra, pero esta vez la transgresión israelí ha sido radicalmente diferente: contaba con el apoyo de la absoluta mayoría de la población judía israelí. La campaña militar del ejército israelí en Gaza contó con el apoyo del 94% de la población israelí. El 94% de los israelíes aparentemente aprobaron los ataques aéreos contra civiles. El pueblo de Israel pudo ver la carnicería en sus televisores, oír las voces, ver los hospitales y campamentos de refugiados en llamas, y sin embargo nada de ello les provocó la menor emoción. No hicieron gran cosa por poner coto a sus despiadados líderes, «democráticamente elegidos.» En cambio, algunos de ellos tomaron sus asientos plegables y se instalaron en las colinas que dominan la Franja de Gaza, para observar cómo su ejército convertía Gaza en un moderno coliseo de sangre hebreo. Incluso ahora, cuando la campaña parece haber acabado y se conoce la escala de la carnicería de Gaza, los israelíes siguen sin dar señales de remordimiento. Como si todo esto no fuera suficiente, durante todo el tiempo que duró la guerra, judíos de todo el mundo se movilizaron en apoyo a su Estado únicamente-judío. Un apoyo popular de esta envergadura a los crímenes de guerra es algo inaudito. Los estados terroristas efectivamente matan, pero siempre con un punto de timidez al respecto. En la URSS de Stalin se mataba en remotos gulags, y los nazis alemanes ejecutaban a sus víctimas en el fondo de los bosques, tras alambres de espinos. En el Estado judío, los israelíes asesinan a la luz del día a mujeres, niños y ancianos indefensos, y utilizan armamento convencional contra escuelas, hospitales y campamentos de refugiados. Este nivel de barbarie exige a gritos una explicación. La tarea pendiente puede definirse, fácilmente, como una búsqueda de comprensión de la brutalidad colectiva israelí. ¿Cómo puede ser que esta sociedad haya conseguido perder hasta el último rastro de compasión y misericordia?» [Las cursivas son mías]

    BISES, BISES (Molto vivace)

    PRIMER BIS: SHLOMO SAND (Público, 3-6-2008)

    Su teoría es que la inmensa mayoría de los judíos de hoy no proviene de Palestina sino de pueblos conversos al judaísmo.

    Así es. Peor hay otra cuestión importante. Si no hubo exilio en Palestina, si los romanos no expulsaron a los judíos, ¿qué les ocurrió a los judíos de Palestina? Hay muchos historiadores israelíes, incluidos Yitzhak ben Zvi, el segundo presidente de Israel, o David Ben Gurion, que hasta 1929 afirman que los palestinos árabes son los verdaderos descendientes de los judíos. Esa tesis que sostuvieron los mayores sionistas se murió en 1929. Todavía en 1918 Ben Zvi y Ben Gurion escribieron juntos un libro donde se afirma que los palestinos son los auténticos descendientes de los judíos. Sin embargo, decir eso hoy es causa de escándalo [la cursiva es mía]

    2. ILAN PAPPÉ (La limpieza étnica de Palestina, 2006).

    […] Los miembros árabes de la Knesset [Parlamento] formaron parte del grupo de israelíes que apeló la aprobación de esta ultima ley racista [la ley que prohíbe a los palestinos obtener la ciudadanía israelí o una residencia permanente o temporal al casarse con ciudadanos israelíes] ante el Tribunal Supremo, pero cuando éste rechazó la apelación, su energía se desvaneció. La decisión del Tribunal Supremo dejaba claro cuán irrelevantes eran a ojos tanto del Parlamento como del sistema judicial israelí. Y al mismo tiempo revelaba, una vez más, en qué medida prefería la defensa del sionismo a la de la justicia. A los israelíes les encanta decir a los palestinos que deberían sentirse felices por vivir en «la única democracia» de la región en que tienen derecho al voto, pero lo cierto es que nadie se engaña creyendo que el voto conlleve algún tipo de poder o influencia política real. [la cursiva es mía]