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La enseñanza de la Historia: Inventario preliminar

Fuentes: Rebelión

Aprecio que a escala social y en no pocos medios masivos se habla de los problemas de la Enseñanza de la Historia en forma catártica. Abundan generalizaciones donde una y otra vez aparecen incriminados las maestras y los maestros, las escuelas y el sistema de la educación escolarizada (1). No siempre se incorpora junto con […]

Aprecio que a escala social y en no pocos medios masivos se habla de los problemas de la Enseñanza de la Historia en forma catártica. Abundan generalizaciones donde una y otra vez aparecen incriminados las maestras y los maestros, las escuelas y el sistema de la educación escolarizada (1). No siempre se incorpora junto con el análisis de la enseñanza, una mirada crítica hacia la propia historiografía como sujeto disciplinar (2), ni se coloca como variable de análisis el conjunto de falencias y retos no resueltos por la Ciencia Histórica, que también inciden en la problemática de la enseñanza. En general permanecen fuera del escenario de análisis un conjunto de problemas-variables extraescolares cuya consideración merece atención. La sobrevaloración de unas causales y la invisibilidad de otras lastran la imprescindible totalidad en la consideración de los problemas de la Historia y su enseñanza (3).

Poco vale el debate si este no contribuye a evaluar las soluciones en curso, si no se propone y avanza sobre lo que realmente existe. El perfeccionamiento de la enseñanza de la historia, como otros asuntos que tienen junto con un carácter controversial la unanimidad de sus urgencias, precisa además de concretar y acompañar el hacer rectificador. Considero que las soluciones no solo atañen a las y los directivos del MINED y el MES, también a muchos cubanos y cubanas que están acostumbrados a ver los problemas y plantearlos como asuntos que segundos y terceros les deben resolver.

Las fortalezas presentes

La Revolución Cubana en medio siglo de realizaciones tiene en la educación uno de sus más importantes bastiones. Toda comparación seria con el entorno latinoamericano y mundial nos coloca en posiciones de avanzada, con parámetros de equidad y calidad que aún están por alcanzar en la mayoría de las naciones, incluidos los Estados Unidos de América y otros ricos estados capitalistas.

La promoción de la enseñanza de las Ciencias Sociales y de la Historia en la educación general cubana, se asienta en una tradición de memoria histórica patriótica -nacional popular-que se refugió y afianzó en la escuela desde los tiempos en que se forjaba la nación frente a los poderes coloniales y neocoloniales. Tras el triunfo de 1959, como parte sustantiva de la reforma de la educación burguesa, la enseñanza de la Historia de Cuba se fortaleció en todo el sistema de la educación nacional. El establecimiento de la carrera de Historia en las universidades, y en la formación pedagógica media y superior, sentaron las bases para repotenciar el valor cognoscitivo y la impronta axiológica de la enseñanza de la Historia en la formación de las nuevas generaciones.

En Cuba se imparte Historia en la enseñanza general y universitaria, se «habla» y se hace cultura revolucionaria desde la Historia, en resistencia y lucha contra un contexto regional e internacional sumamente adverso. Como parte del proyecto de dominación ideológico cultural neoliberal, la mercantilización, cosificación y enajenación de las conciencias, constituyen flagelos que contaminan la sociedad capitalista contemporánea, y desestructuran y empobrecen sus espacios culturales y educacionales. En cuanto a la Historia predomina una propuesta educacional limitada tanto en el orden historiográfico como en el pedagógico. En particular la enseñanza de Historia nacional no pasa de exponer resúmenes apologéticos sobre el aporte de oligarcas y burgueses.

La educación cubana superó con creces los deteriores de la enseñanza, presentes en la mayoría de los países del capital y sus periferias. Sin embargo en este como en otros muchos temas, la comparación con lo que otros carecen si bien no puede soslayarse porque es una verdad que orienta y compromete, no resulta suficiente para avanzar sobre lo que nos falta, incluidos los deterioros que se han producido. La crítica a nuestras debilidades, las soluciones de problemas acumulados y de nuevos retos debe resultar en la dirección fundamental del hacer revolucionario.

Si de la defensa y construcción de la idealidad revolucionaria se trata, la enseñanza de la Historia está entre los temas de más ineludible atención. No por casualidad este tema es uno de los que más preocupa a los cubanos y cubanas (4) si de la formación de las nuevas generaciones se trata. Ha ocupado espacio en los Congresos del Partido Comunista de Cuba, en la Primera Conferencia Nacional del Partido (5) y en los debates de la Asamblea Nacional. Es hoy por hoy uno de los que más se discuten en las organizaciones partidistas, sindicales y sociales de nuestra sociedad educadora, entre pioneros y estudiantes y en particular en el seno de las familias. En esta dirección las insatisfacciones existentes están entre las demandas más consensuales que se le hacen al sistema de la educación.

El inventario

Un mencionado, pero generalmente mal aplicado axioma marxista afirma que no hay mejor práctica que una buena teoría, lo que subraya la necesidad de contar con evaluaciones sólidas, con inventarios detallados de los problemas, antes durante y después de los cursos de acción. De insumos insuficientes para la toma de decisiones solo podrán salir medidas parciales. Soy de la opinión de que nos falta la visión de totalidad, y una falencia de partida está en que carecemos de un inventario del conjunto de problemáticas-variables en interconexión. Me refiero a problemáticas escolares y extraescolares, académicas, culturales, políticas y sociales (6).

En temas tan controversiales nadie posee la «última palabra de autoridad». La verdad se comparte y construye en colectivo. Defiendo la necesidad de adelantar los criterios que se tengan, promover el debate, y sobre todo, los acuerdos sobre las discrepancias y errores de apreciación que nos puedan acompañar. Desde mi perspectiva estamos ante una situación problémica multifactorial, en la que se pueden listar un grupo de problemas-variables:

I En cuanto a la enseñanza:

Un acumulado histórico de situaciones adversas en el sistema de la educación nacional signado por cinco conjuntos problémicos:

  • Problemas de enfoque sobre la Historia en el sistema de la educación

  • Problemas de la disciplina Enseñanza de la Historia

  • Problemas con la historiografía escolar.

  • Problemas en la formación y capacitación de los docentes y de profesionales de la Historia.

  • Problemas de organización de la cooperación

Problemas de enfoque sobre la Historia en el sistema de la educación:

  1. Problemas disciplinares de orden político-ideológico: ¿Para qué impartir historia? ¿qué historia impartir?

  2. Problemas disciplinares de orden cienciológico: teórico y metodológico: ¿Desde qué filosofía de la Educación, desde qué epistemología de la Educación, desde cuál enfoque pedagógico y didáctico, se plantea la disciplina Enseñanza de la Historia?

  3. ¿Qué filosofía de la Historia, qué epistemología, cuál enfoque historiográfico, y cuáles conocimientos históricos conforman la plataforma cognoscitiva de la Enseñanza de la Historia?

Problemas de la disciplina Enseñanza de la Historia:

  1. Asunción acrítica del discurso historiográfico.

  2. Universo cognoscitivo en la clase de Historia circunscrito al libro de texto.

  3. Problemas inherentes a las debilidades en la enseñanza y la formación en ciencias sociales.

  4. Presencia de enfoques esquemáticos, teleológicos y simplistas.

  5. Persistencia de enfoques positivistas.

  6. Persistencia de los enfoques reduccionistas del llamado marxismo-leninismo (causas y consecuencias).

  7. Sobredimensionamiento del discurso axiológico.

Problemas de enfoques, ausencias y errores en la historiografía escolar:

  1. Composición limitada de los colectivos de autores de los libros de texto.

  2. Validación limitada de los libros de textos.

  3. Materiales audiovisuales, clases y teleconferencias en las que predominan los enfoques bancarios.

  4. Problemas de acceso a la historiografía nacional e internacional.

  5. Colecciones envejecidas y desactualizadas en la bibliotecas escolares.

  6. Impacto en escuelas y universidades de la propaganda histórica contrarrevolucionaria.

Problemas en la formación de los docentes y de los profesionales de la Historia:

  1. Problemas en la formación y profesionalización de las maestras y maestros de Historia.

  2. Problemas en la capacitación de las maestras y los maestros de Historia.

  3. No atención al perfil pedagógico en la formación y profesionalización de los profesionales de la Historia.

Problemas de organización de la cooperación:

  1. Problemas en las relaciones y en las formas de cooperación entre el Ministerio de Educación (MINED), el Ministerio de Educación Superior (MES), el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA,) el Ministerio de Cultura (MINCULT), los centros de investigación, los maestros y maestras de Historia y los historiadores e historiadoras.

  2. Falta de proyectos concretos del MINED y el MES con las asociaciones no gubernamentales de historiadores, escritores y artistas, con la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), la Unión Nacional de Historiadores de Cuba (UNHIC), y la Asociación de Historiadores de América Latina y el Caribe (ADHILAC).

II En cuanto a las Ciencias Sociales y la Historia

Problemas no resueltos en las investigaciones sociales e históricas, en la producción e introducción de los resultados, que pueden intentar organizarse en cuatro conjuntos problémicos:

  • Problemas de las ciencias sociales y la historiografía.

  • Problemas de organización y financiamiento.

  • Problemas de lucha política e ideológica dentro de la producción historiográfica.

  • Problemas del enfrentamiento a la subversión ideológico-cultural en el campo de la Historia.

Problemas de las ciencias sociales y la historiografía:

  1. El retroceso del marxismo en Cuba como base filosófica, epistemológica y metodológica.

  2. Problemas de la Historia como ciencia.

  3. Reiterada subvaloración de la función analítico prospectiva de la Historia.

  4. Problemas de la historiografía sobre Historia de Cuba, Historia de América e Historia Universal.

  5. Déficit de estudios y sistematización sobre la Historia de Revolución Cubana.

  6. Debilidades en el ejercicio de la crítica historiográfica

  7. Persistencia de enfoques positivistas y dogmáticos en la historiografía que se produce.

  8. Débil diálogo con las actuales corrientes y tesis historiográficas del marxismo y del movimiento revolucionario latinoamericano y mundial.

Problemas de organización y financiamiento:

  1. Problemas con el aseguramiento material, la preservación y el acceso a los archivos y otras fuentes históricas.

  2. Destrucción sistemática de documentación en instituciones estatales y no gubernamentales.

  3. Insuficiencias de la política editorial.

  4. Débil presencia de revistas académicas dedicadas a la Historia.

  5. Limitada introducción y gestión de las nuevas tecnologías de la cooperación científica.

  6. Déficits de debate crítico y diálogo científico entre los colectivos de historiadores e historiadoras.

Problemas de lucha política e ideológica dentro de la producción historiográfica:

  1. Asunción acrítica de corrientes y tesis de la filosofía e historiografía burguesa contemporánea.

  2. Importación acrítica de la literatura histórica burguesa contemporánea.

  3. Persistencia de los enfoques machistas, sexistas y racistas en la producción historiográfica nacional.

  4. Ausencia de la crítica a la colonialidad del saber que persiste en la producción historiográfica nacional.

  5. No atención por los historiadores e historiadoras a la promoción y divulgación histórica de sus resultados (7).

  6. Persistencia de actitudes academicistas y otras debilidades en la construcción colectiva del diálogo cienciológico y político (8).

Problemas del enfrentamiento a la subversión ideológico-cultural en el campo de la Historia:

  1. Reescritura liberal, y pro colonialista de la Historia colonial de Cuba.

  2. Reescritura liberal anticomunista de la Historia neocolonial de Cuba.

  3. Desmontaje del eje nacional popular y revolucionario de la Historia de Cuba (9). Ataque al aporte y las ideas de José Martí y de las principales figuras revolucionarias.

  4. Escritura liberal, anticomunista y contrarrevolucionaria de la Historia de la Revolución. Ataque al aporte y las ideas de Fidel Castro y Ernesto Che Guevara.

  5. Recurrente llamado a la amnesia histórica, a demeritar la tradición histórico cultural y fomentar la desvalorización de la función analítico prospectiva de la Historia.

III En cuanto a la formación y promoción de la historia a escala social

Tres conjuntos problémicos generales cuya incidencia sobre la enseñanza y la formación de la memoria histórica de las nuevas generaciones no aflora suficientemente en el debate en curso:

  • Problemas de prioridad escala político estatal

  • Problemas de resquebrajamiento de tradiciones sociales

  • Problemas de trabajo político-ideológico y la divulgación

Problemas de prioridad a escala político estatal:

  1. Problemas objetivos de falta de recursos financieros que enfrenta el Estado cubano.

  2. Problemas de falta de cultura económica y de nominalización en los planes de la economía del financiamiento necesario y posible.

  3. Problemas de deterioro y desatención de los museos y del patrimonio local, regional y nacional. Vandalismo y robos.

Problemas de resquebrajamiento de tradiciones sociales:

  1. El debilitamiento de la función de educación histórica en la familia cubana.

  2. Problemas de deterioro de la memoria histórica local, regional y nacional.

  3. La influencia del entorno de cosificación, nihilismo, colonialismo y enajenación cultural, prevaleciente desde el mundo burgués (10).

Problemas de trabajo político-ideológico y la divulgación

  1. Predomina la divulgación histórica poco atractiva en forma y discurso.

  2. Divulgación histórica que reproduce enfoques desacertados y errores.

  3. Déficits de programas televisivos y radiales atractivos dedicados a la Historia.

  4. Débil estímulo y promoción del periodismo histórico (11).

  5. Débil estímulo y promoción de la creación artística y literaria de contenido y/o inspiración histórica.

  6. Creciente producción y circulación en las redes infocomunicacionales de la propaganda histórica contrarrevolucionaria.

  7. Insuficiente niveles de articulación, organización y respuesta a la actividad enemiga en el campo de la Historia, desde la institucionalidad gubernamental revolucionaria, las organizaciones políticas y las sociedades profesionales de historiadores e historiadoras.

El inventario en positivo

El inventario como instrumento analítico y prospectivo no solo propone el ángulo de las negatividades y de los retos a vencer. Puede leerse también como lo que ya está en atención y curso de soluciones. No vivimos en Cuba en medio del no hacer, ni predomina la incapacidad y el inmovilismo. El sistema de la educación nacional avanza en un serio trabajo de perfeccionamiento de su propuesta de enseñanza; la televisión, la radio y la cinematografía cubanas nos han regalado recientemente con entregas de alta calidad estética, la confianza de que es posible producir y colocar al alcance de los jóvenes y de la familia cubana el mensaje audiovisual y toda la belleza que se necesita. Las familias -y muchos jóvenes- que acuden en este verano a los programas de las rutas y andares de las Oficinas históricas de los gobiernos en La Habana y en otras provincias, la inauguración de museos como el Memorial de la Defensa, regalo del Ministerio del Interior a los maestros y maestras de Historia, al pueblo y sus hijos, dan el inventario que confirma la movilidad en positivo que tiende a prevalecer.

El inventario no puede absolutizarse. Es solo un instrumento que siempre será rebasado por la vida. ¿Qué es lo más lindo que recuerdas de tu infancia?, le pregunté recientemente a una amiga hacedora de ternuras, que con emoción me respondió: «Mis idas mañaneras a la escuela con mi abuelito. Me iba contando historias sobre todo lo que veíamos a nuestro paso, la historia de una casa, del árbol frondoso, de cuando se construyó el camino…».

El inventario en positivo permite vernos por dentro para tejer las unidades en la acción. Comienza el 4 de septiembre un nuevo curso escolar, alistémonos en las organizaciones partidistas y revolucionarias, en los colectivos de pedagogos, de historiadores, artistas y publicistas, en la familia cubana, para continuar creando lo definitivamente progresivo, barrer los dogmas y el hacer burocrático en la escuela, la universidad y la sociedad. Demos a los maestros y maestras de Historia el respeto y la colaboración que precisan como hacedores de patria, sintámonos convocados todos y todas a la fiesta del conocimiento y el amor que debe ser cada clase de Historia, cada texto, cada programa…

Notas

(1) Ver: Mario Valdés Navia: Historia Oficial, o Historia no oficial: ¿esa es la cuestión?, La joven Cuba, septiembre 6 del 2010, https://lajovencuba.wordpress.com/2010/09/06/; Margarita Barrios: Bálsamo contra la desmemoria, Juventud Rebelde, La Habana, 5 de Octubre del 2011, http://www.juventudrebelde.cu/cuba/20110627/ ; En Cuba: La Historia al revés: Bohemia, La Habana, Año 103. Miércoles 5 de octubre de 2011, http://www.bohemia.cu/2010/02/05/encuba/valores1.html; La niña de los ojos de la nación, Bohemia, La Habana, Año 103. Miércoles 5 de octubre de 2011, http://www.bohemia.cu/2010/02/05/encuba/valores2.html.

(2) Asumo la disciplina como una categoría organizacional de la actividad científica. En tanto posee epistemología y lenguaje muy específicos (principios, leyes, categorías y tesis). Delimita sus sus fronteras a través del objeto de estudio, y elabora, utiliza y perfecciona métodos, técnicas y procedimientos propios

(3) Ver del autor: «La historiografía universal en Cuba revolucionaria» y «Los historiadores y la historiografía en la Revolución, en coautoría con la Dra. Mildred de la Torre». En: Rolando Rensoli (Comp.): La historiografía en la Revolución Cubana. Reflexiones a 50 años, Los historiadores y la historiografía en la Revolución Cubana, Editora Historia, La Habana, 2010. Han sido debatidos en los eventos: La historiografía universal en Cuba revolucionaria. Mesa: 50 años de historiografía cubana. Encuentro de historiadores. Feria Internacional del Libro en La Habana, La Habana, febrero del 2009; «Los Historiadores y la Historia». Palabras en acto de inauguración del Encuentro Provincial de Historia de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), Universidad de Ciencias Pedagógicas «enrique José Varona», 6 de marzo del 2009; Los historiadores y la historiografía en la Revolución Cubana. (Coautoría de Mildred de la Torre); Taller: La historiografía sobre la Revolución cubana, XIX Congreso Nacional de Historia, Ciego de Ávila, 27 de marzo del 2009; La república, historiografía y enseñanza. IV Taller por la Enseñanza de la Historia. Universidad de Ciencias Pedagógicas «Enrique José Varona», Centro de Capacitación de la Dirección Provincial de Educación, Ciudad Libertad, La Habana, 30 de marzo del 2011; La enseñanza de la Historia. V Taller por la enseñanza de la Historia en nuestra Universidad, Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, Museo de la Revolución, La Habana, 23 de febrero del 2012; La enseñanza de la Historia: una responsabilidad compartida, Revista Calibán, No. XII, enero-abril, 2012, http://www.revistacaliban.cu/articulo.php?article_id=136&numero=12.

(4) Delia Reyes y Vladia Rubio: Los jóvenes harán su propia Historia, Bohemia, La Habana, Miércoles 5 de octubre de 2011, http://www.bohemia.cu/2010/02/05/encuba/valores.html; Olga Díaz Ruiz: Conocer la Historia de Cuba: una responsabilidad ciudadana, Granma, La Habana, 3 de octubre de 2011, http://www.granma.co.cu/2011/10/03/nacional/artic05.html; Eusebio Leal Spengler: «Comparecencia en el espacio de debate Catalejo, que auspicia la Delegación ramal de la Upec en la Prensa Escrita Nacional». Disponible en: http://www.cubaperiodistas.cu/index.php/2015/12/el-subdesarrollo-genera; Ernesto Limia Díaz: Sobre los desafíos que enfrenta Cuba en materia del conocimiento de su Historia, Granma, La Habana, 29 de septiembre de 2016,http://www.granma.cu/opinion/2016-09-29/sobre-los-desafios-que-enfrenta-cuba-en-materia-del-conocimiento-de-su-historia-29-09-2016-23-09-07;

(5) Donde se precisó en el Objetivo No. 64: Perfeccionar la enseñanza y divulgación de la Historia de Cuba y de la localidad en el interés de fortalecer la unidad nacional y promover la comprensión sobre el origen y desarrollo de la nación, la consolidación de un pensamiento propio y la tradición patriótica, cultural, solidaria e internacionalista de nuestro pueblo. Profundizar, además, en la Historia de América y Universal para una mayor comprensión de los procesos que rigen el desarrollo de la humanidad. Ver: Partido Comunista de Cuba: Objetivos de Trabajo del Partido Comunista de Cuba aprobados por la Primera Conferencia Nacional, Editora Política, La Habana, 2012, p 7.

(6) La determinación de las problemáticas-variables precisa de la utilización de varios procedimientos de acopio y procesamiento de la experiencia existente. He utilizado la consulta con 40 expertos: maestros de base, metodólogos, historiadores, museólogos y publicistas dedicados a la promoción de la historia. A estos criterios suman los trabajos de clase y evaluaciones de 65 cursantes de postgrados impartidos en la Universidad de Ciencias Pedagógicas «Enrique José Varona» en La Habana, y la Escuela Provincial del PCC «Cándido Gonzalez Morales» y la Universidad de Camagüey.

(7) Es deber de los historiadores incursionar en el periodismo. La historia debe ser divulgada y llevada a las multitudes para que estas la conozcan, analicen, interioricen y debatan. El historiador no debe contentarse con la publicación de libros excelsos y documentados para especialistas. La historia en la prensa, llámese escrita, radio, televisión o digital, genera el necesario intercambio pueblo-historiador, del que ambos se retroalimentan. Ver: René González Barrios: «Historia y medios audiovisuales. Una mirada desde Cuba en el 2015». Ponencia presentada en la II Convención de Radio y Televisión Cuba 2015, La Habana, Palacio de Convenciones, 26 de octubre del 2015.

(8) Ver del autor: Comentarios al Acta del XXII Congreso Nacional de Historia. Sobre política científica y ética, Rebelión, 13-10-2016, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=217888

(9) Ver: René González Barrios: El desmontaje de la historia y como enfrentarlo (I y II Parte), Revista Bohemia, Nos. 23 y 24, Año 106, Octubre y Noviembre. La Habana, 2014; Lizbeth García Castellón: El desmontaje de la Historia de Cuba como parte de la Subversión Política Ideológica. Su conceptualización y direcciones principales., Archivo Histórico Provincial Villa Clara, 23 Marzo 2016, http://archivohistorico.vcl.cu/index.php/investigaciones/77-ae/195-el-desmontaje-de-la-historia-de-cuba-como-parte-de-la-subversion-politica-ideologica-su-conceptualizacion-y-direcciones-principales.

(10) La presión ideológica colonialista se manifiesta también en la historiografía y textología escolar en lo que se refiere a la Historia Universal. Ver: Gabriel Pérez Tarrau: Introducción. En Historia de las relaciones internacionales 1815- 1914. Documentos. Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1991. A este particular me he referido en: «Hacen falta más y buenos libros de Historia sobre la II Guerra Mundial», Cubarte. La Habana, 10 de marzo del 2010; «Oficio y deber, ciencia y conciencia en el historiador y la historiadora cubanos. Los retos de la contemporaneidad», La Polilla Cubana, La Habana, marzo 22 del, 2012

(11) Por ejemplo, en el concurso periodístico nacional desapareció la convocatoria del género histórico.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.